"!TENEMOS AL TORO AGARRADO POR LOS CACHOS!..."

José Rafael Revenga

Enero 11, 2010

 “¡Tenemos al toro agarrado por los cachos!... Al escuchar la frase en boca del Destinatario Exclusivo de sus informes analíticos y premonitorios, los competentes y responsables profesionales que gestionan la Sala Situacional del Palacio (SSP) seguramente recordaron la conocida máxima de Henry Kissinger: “Gobernar es como enfrentar en el ruedo a seis Miuras al unísono  mientras sabemos que sólo nos podemos ocupar de uno a la vez.”

Muy probablemente dicha buena conseja no habrá evocado mayor resonancia en quien, utilizando una metáfora muy disímil, dijo: “Esta vez los radares nos fallaron…” en relación a otro toro que anduvo rezagado y suelto en los “Sanfermínes” y arremetió propinando peligrosas cornadas. No obstante, los integrantes de la Sala cumplieron en dicha ocasión, como en tantas otras, a cabalidad su función de despacho de mensajería. Si el lector de las señales del radar con avanzado software del cual dispone la SSP se encontraba en el paseo del Riau-riau –para seguir mezclando metáforas como parece ser la moda- su desatención a los astados no es imputable a los colegas de la Sala.

La SSP se enorgullece con sobradas razones de la honestidad intelectual de sus advertencias y de la relevancia de sus análisis en torno a una realidad de complejidad creciente resultante de un caos inducido y de sus consecuencias fuera de control aún para quien lanzó la primera piedra y  está empeñado en que no sea la última.

EL CARTEL PARA EL 2010

El cartel para la monumental temporada taurina del 2010 no se ha ultimado pero hay grandes expectativas por la composición del festejo. En los actuales momentos los apoderados negocian los términos y muy pronto la Comisión Taurina se apresta a seleccionar la ganadería de lidia–personalmente prefiero a los Miuras entrepelados y bragados-. En todo caso, la SSP asegura que no se trata de ninguna novillada ni de una corrida benéfica. Serán ejemplares de mucho trapío.

El Torero, quien se ha comprometido a comparecer y a ser el único cabeza de toda la lidia pues ha rechazado toda terna, ha aprovechado los días festivos para recuperarse de las graves cogidas sufridas en el 2009 en la cual su cuadrilla pudo evitar un “tsunami” –¡vaya otra metáfora!-. Le preocupa, sin embargo, que los subalternos y los sobresalientes de espadas no estén a la altura de la tarde venidera y a la primera embestida busquen el estribo. A como dé lugar hay que evitar que el Matador sea empitonado.

A aquellos que quieran asistir a la Fiesta Brava  –y no hay otra- se les participa que todavía hay abonos disponibles en la plaza para sol, sombra y contrabarrera las cuales serán asignadas no por tarifas sino por la bravura demostrada frente a encierros anteriores. Muchos aficionados se refugiaran en el tendido de sol. Algunos pocos atrevidos pueden hacer de las suyas y lograr un pase para ubicarse en el callejón detrás de la barrera. Los “espontáneos” siempre haremos de las nuestras.

En la mañana del 2010 se están  enchiquerando, sorteando y apartando los seis toros bravos. Los hay descendientes de Bailador, Granadino, Islero y Avispado. Pero la SSP apuesta a que también estén presentes  aquellos cuyo linaje los emparentan con Ratón, Cigarrón, Sedoso y Buenasuerte. Además, la Sala tiene en cuenta que hay que enmendar la plana ya que el Diestro no llega enrachado a raíz de las corridas de la temporada del 2009.

LAS RESES BRAVAS

Todas las reses del Cartel acordado para el 2010 lucen unas astifinas defensas y no hay ningún reservón. La SSP ha elaborado el primer cartel y ha incluido algunas advertencias. La lista no refleja el orden de entrada de las bestias al ruedo pues varias de ellas seguramente se harán presentes al mismo tiempo:

1) Guayana: El racionamiento de la producción y el descenso de la productividad por parte de las empresas banderas traerán un casi-colapso en la región con todas sus secuencias concomitantes. Esta fiera tiene un “doble resuello” que da escalofrío. Es un irrespeto a ella atribuirle al Niño o a la Niña su furor. Las necesidades de capital de reflote superan los tres mil millones de dólares los cuales pueden financiarse sólo recurriendo a la capacidad de endeudamiento –ya poco flexible- de PDVSA como quedo demostrado en el 2009. Más aún, la caída del nivel de la represa hacia niveles críticos tendría consecuencias a lo largo y ancho.

2) Bicentenario: Su nombre no deriva de ninguna conmemoración de las fechas patrias ni se refiere a una entidad bancaria en particular. El sector financiero nacional ha perdido su punto de equilibrio sostenible y está a la merced de cualquier factor negativo lo cual seguramente precipitará decisiones profundamente equivocadas al  asumir el Estado la garantía, el manejo y el destino del total de los activos de los depositantes privados. Una primera entidad oficial ha naufragado anualmente durante toda una década. Otra entidad recién adquirida sí muestra una gestión eficaz la cual hay que mantener a toda costa incluyendo el uso continuado de la plataforma tecnológica en manos internacionales. Y para concluir con este archipiélago de entidades oficiales, hay que tener en cuenta la recién creada amalgama de bancos socorridos. Es difícil pensar que ésta pueda generar mayor confianza en sus antiguos depositantes por no hablar de la captación de nuevos. Por consiguiente, tendrá que mantenerse a flote gracias al traslado de los depósitos públicos actualmente seguros en manos de la banca privada.

La recomendación de la SSP es proceder progresivamente hacia la unificación de la banca oficial centrada en la única entidad que proyecta viabilidad. De lo contrario, la tentación sería la unificación integral del sector financiero en manos del Estado y eso haría recordar a muchos  que todavía no ha sido posible reflotar al Titanic.

3) Pdvsa: Éste es el propio ejemplar del toro bravo que emite bramidos incontenibles que aterran al más avezado. Si prosigue siendo la “caja chica” y la “caja grande” de cuanto proyecto “parapetrolero” se vea obligado a cumplir dentro y fuera del país, verá seriamente limitado su potencial de ejecutar   sus funciones propias incluyendo la de continuar endeudándose para reflotar a sus propios proveedores nacionales y cumplir sus obligaciones con sus socios internacionales.

4) Internacional: Este toro sopla y resopla. A tientas ya ha ubicado en su mira la querencia del Matador. Por lo cual, dada la imprevisibilidad de la embestida fúrica por parte de la bestia imperiosa  así como su intención terminal, los pases del Matador deben adornarse con la máxima cautela y no recurrir a desplantes a lo “cordobés”. Cabe esperar que la cuadrilla logre enfilar al rumiante bóvido hacia cualquier burladero y así no nos pille  el temible toro descolgado.

5) Impotente: Este curioso nombre no desdice de la bravura casi telúrica de este noble ejemplar. Un Estado que se cree y quiere ser omnipotente y dueño único tanto de lo sublime como de lo ridículo se desplomará por el peso de su incontrolable terrofagia omnímoda. Los millones de empleados públicos quienes han dado a conocer su alarma por el traspaso de sus pólizas de seguro a dos empresas oficiales son un ejemplo de que todos terminarán reclamándole todo a un Estado inoperante.

6) El Yiyo: Su nombre es un homenaje al joven y consagrado torero del mismo apodo quien en junio de 1983 a los diecinueve años salía dos veces por la Puerta Grande de Las Ventas. En 1984 conoce la tragedia de primera mano cuando el fatídico 26 de septiembre comparte, con el inolvidable Paquirri  y el formidable El Soro,  un encierro en Pozoblanco. El Yiyo sale como una saeta a hacer el quite cuando ve que Paquirri ha sido corneado pero en fin de cuentas se tiene que encargar de dar muerte a Avispado.
Una nueva tragedia lo espera once meses más tarde. En la tarde del 30 de agosto de 1985 en Colmenar Viejo, El Yiyo, quien no tenía que torear, sustituye a Curro Romero. Antes de enfrentar el sexto de la tarde, en el patio de cuadrillas y en el paseíllo “lucía radiante y se le veía una actitud majestuosa de un torero seguro de sí mismo y de sus propias posibilidades.”
La descripción de la fatalidad es sobrecogedora: “El Yiyo se perfiló y pinchó en hueso. Volvió a perfilarse, y lentamente, dejándose ver, se cruzó con el toro, hiriéndolo mortalmente en lo alto. Pero el animal se revolvió, y al intentar sacarlo con otro pase natural, sobrevino una colada. El Yiyo no logró desviar a Burlero -los toros en estas embestidas finales de la muerte suelen ir cegados- y surgió la voltereta. Cayó el torero a la arena y giró sobre sí mismo, tratando que el toro no volviera a recogerlo. Burlero no hizo caso a los capotes que trataron de quitarle y con una terrible certeza, que alargó infinitamente las décimas de un segundo eterno, persiguió a El Yiyo hasta alcanzarlo de lleno en el costado. Lo levantó y lo dejó de pie. El toro, libre de su presa cayó fulminado, mientras El Yiyo, auxiliado por los hombres de su cuadrilla, daba tres pasos hacia la barrera, con la vista perdida, y se desplomó.”
Un veterano comentarista lo dibuja: “El Yiyo era poseedor de un valor muy profundo, muy tapado por torear con una difícil facilidad, naturalidad y elegancia. La suya era una elegancia en extremo proporcionada y con unos movimientos acompasados. Sentía el toreo y se recreaba ante el toro y estas dos circunstancias acrecentaban el magnetismo que provocaba su figura.”


¿Y AHORA ?

La SSP  prepara con toda prisa informes adicionales  sobre las estrategias por recomendar a su Cliente. Al tenerlos en nuestras manos las contrastaremos con la realidad previsible de las decisiones últimas. No hay que impacientarse, la temporada es larga.

La Comisión Taurina ha declarado que protestará con vehemencia justificada la venida a menos tanto del  Matador de toros como de las reses. La afición hará lo mismo. De ser así mandará a callar a los charangueros y dejará de sonar la música de los pasodobles tal como ocurre en Las Ventas durante las faenas. De todos modos, se espera un lleno absoluto en la plaza. 

Es verosímil pensar que frente a un nuevo pedimento de informes, análisis de escenarios y criterios estratégicos por parte de su Cliente Único, la SSP haga suya otra máxima de Kissinger, que es bien sabido no era ningún novillero en estas lides: “No puede haber otra crisis la semana próxima. Mi agenda está llena.” En otras palabras, “Salgamos de copas y no olvides las gafas de sol.”

Ya se acercan las cinco de la tarde. La plaza está por abrir. ¡Nos vemos en La Maestranza!

Y como diría Juan  Belmonte: “Se torea como se es.”