13/5/10

EL FESTÍN DE DIONISOS


José Rafael Revenga
Mayo 10, 2010


Lo impensable ocurre frente a los ojos de los banqueros multinacionales: Grecia, miembro de la Eurozona, está por declararse insolvente, está a un paso del abismo de la bancarrota como nación soberana. La “mancha negra” del incumplimiento de su deuda externa ya debilita al euro y está por hacer naufragar la Eurozona. Las repercusiones de su parranda dionisíaca, la cual dura ya unos diez años, impacta las bolsas de valores de Europa, USA y pone al rojo vivo la fragilidad económica de España, Portugal. Italia, Gran Bretaña e Irlanda.

LA ILUSIÓN SUICIDA


Durante la última semana de abril los banqueros de la Eurozona todavía confiaban que la deuda soberana de Grecia podría ser enfrentada y resuelta. Sin embargo, en los primeros días de mayo una nueva ola de nerviosismo ataca a los mercados internacionales. Grecia tiene que hacer un primer pago de su deuda soberana el 19 de mayo y obviamente no tiene con qué.



Además, hay que considerar que ni el Banco Central Europeo ni el Fondo Monetario Internacional, los grandes garantes de los nuevos préstamos, no están satisfechos con el “plan de austeridad” presentado por el primer ministro Georges Papandreou por ser demasiado poco concreto: sus metas son borrosas y los plazos para su ejecución no son precisos. Para recibir el mega-auxilio financiero, Papandreou ha tenido que rendirse y asumir el costo político de recortes del gasto enormemente deficitario del gobierno y la cancelación de privilegios y prebendas que ha n convertido a los sindicatos y funcionarios públicos en una rígida cofradía de reposeros animados por partidos políticos de “izquierda.”


Es una dinámica “perder-perder”: los organismos financieros multilaterales y, en especial, los bancos centrales de la Eurozona, no pueden dejar que Grecia se hunda pero tampoco pueden malgastar los gigantescos fondos de rescate sin un control de los gastos a manirrota a los cuales los gobiernos y la mayoría del pueblo griego se han acostumbrado en la primera década del siglo XXI.

EL PLAN DE RESCATE IMPONE AJUSTES



Por lo tanto, tanto los acreedores existentes como los encargados de financiar el rescate tienen que exigir un programa draconiano de recortes que seguramente desestabilizará por completo al régimen de Papandreou sin garantía de que su sucesor pueda controlar la situación política ni reducir la insolvencia. Desde el pasado mes de enero, proliferan violentas manifestaciones y protestas de quienes no entienden ni están dispuestos a aceptar un sacrificio real de su calidad de vida después de haber disfrutado los placeres dionisíacos de la cultura mediterránea.


El plan adoptado, el cual ha sido calificado como el de “Mínima Resistencia”, otorga un fondo salvavidas de una magnitud nunca antes vista con la finalidad de hacerle frente a los pagos contratados por Grecia hasta el 2013 y apuesta a que los mercados internacionales se tranquilicen. Es poco probable que el plan “A” tenga éxito pues es dudoso que el sistema político griego pueda auto-imponerse una chaqueta de fuerza contraria a sus hábitos ya inveterados. La conversión de evasores de impuestos – un deporte nacional griego-a contribuyentes fiscales no se logra con el pase de un interruptor.


Otra alternativa, el “plan B”, es poner en marcha una deflación forzada y acelerada la cual tendría que trastornar toda la economía griega. Otros visualizan la conveniencia inescapable de retirar a Grecia de la Eurozona lo cual llevaría a una reingeniería de todo el esquema monetario común y por consiguiente, el abandono del euro. Algunos expertos opinan que no pueden convivir dentro del mismo marco economías con un 4% de desempleo como la holandesa con economías que padecen un 20% como la española. Ni tampoco una economía tremendamente superavitaria como la alemana con una marcadamente deficitaria como la griega, la portuguesa y la española.


DEMASIADO POCO Y DEMASIADO TARDE


Hace escasamente dos meses, a mediados de marzo, los Ministros de Finanzas de la Eurozona se reunieron para acordar el diseño de un salvavidas para Grecia. Fue un encuentro muy conflictivo dad en el cual hubo que superar la posición negativa inicial de la canciller alemana Ángela Merkel quien no estaba dispuesta a botar plata buena alemana para lavar plata mala griega al tener en cuenta que su electorado se caracteriza por una concepción apolínea de la vida y por lo tanto no entiende por qué tiene que sufragar los costos de una fiesta prolongada y colectiva al borde del Egeo y del Peloponeso.


Los ministros acordaron que llegado el momento, respaldarían a Grecia por un monto inicial de 10 mil millones de dólares y que eventualmente pudieran extender la ayuda a unos 60 mil millones de dólares. La decisión colectiva fue interpretada como débil en su compromiso y escasa en sus aportes. Los mercados no abandonaron su escepticismo pues todos tenían presente la inminencia de la fecha del 19 de mayo en la cual los prestamistas-colectores comenzarían a exigir la cancelación de lo adeudado por Grecia como nación.


El 8 de marzo del 2010, en un artículo previo, “Grecia en Ruinas…y España?”, anoté:


“Pero no deja de persistir la amarga sensación que se está cantando “victoria” para ganar tiempo antes del desplome. Así el comisionado para asuntos económicos y financieros de la Unión Europea declaró hace dos semanas: “más adelante, en el 2011 y en el 2012, será necesario que Grecia ejecute medidas adicionales…para evitar que sus efectos se desborden y puedan contagiar a otras economías del sur y también del norte de Europa".


Lo que está en juego no es principalmente la economía griega la cual es sólo un 3% de la economía de la Eurozona. Es toda la Unión Monetaria Europea y aún más la continuidad de la tambaleante recuperación económica en curso en USA y en otros países.

EL “DÍA – D”: EL 10 DE MAYO



Los ministros de finanzas de las otras quince naciones de la Eurozona no tienen otra alternativa que aprobar para el lunes 10 de mayo un escandalosamente cuantioso y mal llamado “plan de rescate”. Asumirán un compromiso de entregarle a Grecia un nuevo préstamo por $140 millardos de los cuales Alemania deberá suministrar unos $28 millardos mientras que la vulnerable España, ella misma en serísimos aprietos financieros, deberá cubrir cerca de $ 10 millardos de dólares. Este préstamo, a ser erogado durante los próximos tres años será en forma de bonos a diez años con un interés –draconiano- del 11,3%.


Lejos aquellos días felices –hace apenas dos meses- en que los banqueros pensaban, ingenua e interesadamente, que la factura por la rotura de platos al estilo Zorba, totalizaría sólo unos $60 millardos de los cuales las naciones socias de la Eurozona se comprometerían con $40 millardos y el FMI con el remanente.


Si bien los mercados internacionales han mantenido un intenso nerviosismo durante las dos últimas dos semanas al no tener la certeza de que “el plan de rescate” fuera aprobado, después de obtenerla, paradójicamente su grado de angustia se ha disparado como cohete desbocado. Detrás de bastidores y sin que se asome en los comunicados oficiales, todos están convencidos que Grecia no podrá cumplir con la cancelación a tiempo de semejante “paquete” de $140 millardos o unos 110 millardos de euros a tres años plazo a una tasa de interés algo superior al 10% para el repago de 80 millardos de euros a los países colaboradores y del 5% anual en relación a la contribución de 30 millones de euros que aportará el FMI.


Ni la economía griega –con un desempleo superior al 11% y con una arraigada tradición de no cancelar impuestos- da para eso ni mucho menos su sistema político y su población ya mal acostumbrada a gastar varias veces lo que no tiene.


La primera baja será la inevitable caída del gobierno de Papandreou. La segunda, una crisis varias veces la actual, pero que ofrece como única ventaja el que la soberana bomba de la deuda nacional soberana no explota mañana. Además, entre los expertos ya circulan estudios que señalan que el monto aprobado será insuficiente y que el “paquete salvavidas” alcanzará los 200 millardos de dólares para mantener a flote la ilusión de la solvencia y la responsabilidad del país de cancelar sus deudas en el momento de su vencimiento.


Y valga la pregunta: ¿Por qué los miembros de la Eurozona aprueban semejante disparate financiero a sabiendas que Grecia no tiene la capacidad de cumplir con sus términos? Por la no despreciable aprehensión de lo que se ha bautizado como “contagio”, es decir el virus cuyos efectos mortíferos puede llevarse en los cachos a las economías de España, Portugal, Italia, Irlanda y Gran Bretaña. En el fondo, sus padeceres fiscales e involución económica son diferentes pero el factor de la amenaza que puede empujarlas en dos trancos al precipicio de la insolvencia soberana es el mismo virus griego. La debilidad interdependiente de las economías europeas es tal que sólo permanecerían inoculadas la alemana y la francesa.


El martes 27 de abril las bolsas mundiales se desploman y cierran con fuertes pérdidas, incluyendo la de Atenas (-6,68%) y la de Madrid (-5,41%). Al mismo tiempo, el euro alcanza su nivel más bajo frente al dólar en un año al bajar la barra de 1,30 dólares. La Bolsa de Nueva York registró su mayor caída en tres meses: el Dow Jones perdió 2,02% y el Nasdaq 2,98%. De igual manera se comportaron los precios marcadores de los diferentes crudos petroleros.

GRECIA: UN PIPOTE LLENO DE “BONOS BASURA”



No era de extrañar pues unos días antes una agencia calificadora mundial tuvo el atrevimiento de decir “el rey está desnudo” y los bonos de la deuda griega pertenecen al rango de “basura.”
Y ¿Quién generó esta nueva versión de una tragedia de Eurípides? Por alguna extraña razón, el 24 de septiembre del 2009, los banqueros y los acreedores de los papeles de la deuda oficial griega decidieron quitarle el torniquete a la hemorragia de gasto público sin fondos. De inmediato los bonos de respaldo de la deuda griega empezaron a perder su valor y sus rendimientos empezaron a aumentar. Los responsables más inmediatos, entes financieros internacionales como Goldman Sachs muy dados a la especulación fuera de los mecanismos regulatorios, empezaron a liquidar sus posiciones en papeles griegos y en euros.


En la práctica la única alternativa realista es que los acreedores y tenedores de papeles griegos estén dispuestos a perder más del 50% del valor de sus tenencias, y en palabras de la jerga financiera internacional, se corten el cabello al rape. No obstante, Dionisos no podrá seguir su festín a costa de otros que cancelan sus facturas. Tendrá que entrar en un período de abstinencia , casi en sesiones de rehabilitación, que los economistas –siempre cuidadosos de no alarmar- llaman “deflación”. ¡Se acabó el festín!


Dionisos no anduvo de parranda solo. En la “marcha” lo acompañaron numerosos bancos internacionales, por ejemplo, un conocido banco francés tiene una exposición por unos $5 millardos de dólares. Además, hicieron “su agosto” los agentes financieros internacionales cuyos negocios son el cobro de comisiones y la especuladores que apuestan al alza de las primas requeridas para asegurar los bonos de alto riesgo.. A todo esto, se suma la falta de marcos regulatorios para los países de la Eurozona y una falta de supervisión por parte del Banco Central Europeo. En fin de cuentas, un perfecto menú para pasarla soberanamente bien y ocultar que no se sabía quién cancelaria la cuenta.


A LA ESPERA DE RESPUESTAS


¿Se salvará la Eurozona?


De aquí a dos o tres años es poco probable por lo menos en la forma actual.




¿Se salvará el euro?


Como moneda común también es poco probable que se mantenga pues el plan de “rescate” de cualquier Junta Médica profesional dictaminaría que el paciente tiene que tragar duro y devaluar. Mientras tanto, se vaticina que ya el Banco Central Europeo adoptó como oficial la política conducente a la devaluación del euro para preservarlo como moneda común. Alemania dará su consentimiento a esta medida pues su sistema bancario posee unos $668 millardos de papeles de la deuda soberana de los conocidos como los PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España). Si se hunde Grecia se hunde el resto de ese selecto club de altos déficits, populismo sin frenos y moneda sobrevaluadas. Por consiguiente, los bancos alemanes naufragarían. Por eso Alemania estuvo de acuerdo en inyectar a Grecia otros $30 millardos la semana pasada.


¿Y ESPAÑA?


En la cola hay por lo menos tres países que en el mejor de los casos tendrían que ingresa a la terapia de cuidos intensivos: España, Portugal e Irlanda. España ha acumulado una deuda soberana por 280 mil millones de euros y su déficit fiscal para el 2009 fue del 15%.


¿Perderá valor el euro frente al dólar?


Como dice un amigo: “¡No hay otra!” Por lo menos hasta que el dólar sucumba a su propio festín, pero eso está a dos o tres años vista.


¿Cuál será el radio de alcance y la velocidad de propagación del “virus Dionisos”?


LA SEMANA LOCA


Todos los entes financieros internacionales hacen esfuerzos desesperados por practicarle una traqueotomía a las cuentas públicas griegas a fin de contener su efecto de contagio a otras economías nacionales. Sin embargo en la semana pasada del 3 de mayo:


• La clasificación de los bonos de España y Portugal fue rebajada de AA+ a AA.
• El 4 de mayo, el valor del euro descendió a $1,3038, su índice más bajo desde abril 2009 y una caída de los $1,51 en noviembre último. Cerró la semana en $1,2715
• Durante el miércoles 5 de mayo se escenificaron violentas marchas en Atenas y Tesalónica. Las imágenes dieron la vuelta al mundo y fueron vistas en vivo en las principales bolsas de transacción de valores.
• El jueves 6 de mayo hizo su aparición un “cisne negro” –una ocurrencia de bajísima e inexplicable probabilidad- cuando en horas de la tarde en 20 minutos el mercado de acciones y bonos de Wall Street entró en picada vertical al perder un 10% de su valor o sea un billón de dólares se evaporó sin causa aparente. Para aplacar los nervios a alguien se le ocurrió lanzar la especie que se había debido al error de un trader de un banco internacional al presionar la tecla “B” (de billones) en vez de la tecla “M” (de millones) en su PC. Explicación más que peregrina que asustó a más de uno con razón al pensar que el sistema de transacciones financieras a nivel mundial exhibía semejante vulnerabilidad. En la actualidad las investigaciones se orientan a programas computarizados de venta y compra los cuales disparan millares de transacciones por minutos sin hablar entre ellos. Ese mismo día la cotización del euro frente al dólar descendió a 1,2619.
• Ese día, el senado francés aprobó una colaboración de $22,5 millardos para el plan de rescate.
• Al mismo tiempo, la canciller Merkel y el presidente Sarkozy consideran que España es “un terreno resbaladizo.” España si logra colocar una emisión de dos mil trescientos millones de euros a cinco años sin dificultad pero al precio más alto desde mayo 2008.
• El presidente del Banco Central Europeo reunido de emergencia en Lisboa con los ministros de finanzas de la Eurozona afirma elípticamente: “España y Portugal no son Grecia.” Rodríguez Zapatero comenta, a su vez, que es una “locura total” y “totalmente sin fundamentos e irresponsable” incluir a España en el grupo de economías proclives a ser infectadas por el virus griego. La hipérbole delata la gravedad de la situación más que negarla. En realidad la mayor parte de la deuda externa española es privada y se utilizó para financiar la gigantesca burbuja inmobiliaria durante los últimos años. La realidad es que los principales bancos europeos están sobreexpuestos y debilitados por sus inversiones fallidas en USA.
• Casi en deliberada sincronía, el director del FMI insta a los países de la Eurozona a aplicar “rápidamente” planes de ajuste fiscal.
• El viernes 7 de mayo Wall Street, a pesar de haber recuperado dos terceras partes de su cotización al término de la jornada del día anterior, sufre una nueva baja.
• Por un voto mayoritario la cámara baja del parlamento alemán aprueba la parte alícuota del rescate de la deuda griega que Alemania hace suya. Esta decisión contraría el sentir mayoritario de la opinión pública alemana pero el desafío es salvar al euro. La canciller Merkel intentó posponer la decisión hasta después de las elecciones regionales alemanas del 9 de mayo pero la aceleración de la crisis impuso la necesidad del voto.
• Horas antes, el parlamento griego a pesar de las manifestaciones y las críticas del pueblo griego aprueba las condiciones del plan de “rescate” impuesto por el Banco Central Europeo y el FMI.
• Horas después en Bruselas, la reunión cumbre de las 27 naciones de la Unión Europea acordó invocar un artículo de excepción que permite la ayuda de emergencia a cualquiera de sus naciones miembros que confronten dificultades excepcionales.
• El sábado 8 de mayo se conoció que los 27 miembros de la Unión Europea acordaron establecer un cordón sanitario para que el contagio griego no traspasará sus fronteras financieras. Igualmente, aprobaron un “mecanismo de intervención” para enfrentar cualquier corrida bancaria.
• El mismo sábado el presidente Obama declaró estar “muy preocupado por lo que pasa en Europa”. En los días previos habló dos veces por teléfono con Merkel.
• El presidente Sarkozy dijo: "La Eurozona está atravesando la peor crisis desde su creación” a la salida de la Cumbre en Bruselas.
• El comunicado oficial de la cumbre fue dado a conocer el sábado 8 de mayo a primera hora: “Cada uno de nosotros está preparado, dependiendo de la situación de su país, para tomar las medidas necesarias para acelerar la consolidación y asegurar la sustentabilidad de las finanzas públicas.” En palabras más directas: No podemos dejar que nadie caiga en la bancarrota soberana porque todos tendríamos que acompañarlo en el precipicio.”
• El 8 de mayo siguieron las declaraciones para llegar con el mejor pie posible al lunes 10 de mayo y tratar de impedir que los mercados salten el carril y desencadenen una nueva recesión:

La canciller Merkel advirtió: “Es una situación seria… …estamos viendo un desarrollo que no es positivo en varios países, no solamente en uno.”

La vicepresidenta del Gobierno español, Elena Salgado, declaró: “Vamos a defender al euro… tenemos que darle mayor estabilidad a nuestra garantía.”


Al mismo tiempo, el primer ministro Rodríguez Zapatero anunció un recorte del déficit para el 2010 y el 2011 y reveló una nueva versión de la cuadratura del círculo: "Nuestro proceso de reducción del déficit, necesario e imprescindible, tiene que ir acompañado de crecimiento económico"… "No podemos poner en peligro, por buscar la reducción del déficit, el crecimiento"…"Hay que buscar un equilibrio entre apoyo al crecimiento y reducción del déficit".
RZ recibe la visita del vicepresidente de USA en Madrid. Biden expresa la preocupación de que los líderes europeos no han actuado con la agresividad necesaria y urge una “acción decidida”
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El primer ministro de Portugal, José Sócrates, canceló el inicio de dos proyectos emblemáticos para su gobierno: el nuevo aeropuerto de Lisboa y el tercer puente sobre el Tajo en la capital. La meta anunciada es reducir el déficit fiscal del 9,4% del PIB en el 2009 al 7,3% este año.

• El domingo 9 de mayo, la canciller Merkel afrontó el resultado poco favorable de las significativas elecciones regionales en el estado más poblado de Alemania: Renania del Norte- Westfalia. Los resultados indican que la coalición de los cristianos-demócratas con el FDP quedó sin la mayoría que ejercía desde el 2005. Por consiguiente, Merkel perderá su mayoría en la cámara alta –el Bundesrat- lo cual le hará muy difícil obtener el apoyo para sus políticas económicas. Los social-demócratas más el Partido Verde controlará esa importante región. La CDU ha perdido 10 puntos de apoyo.
En un mundo interdependiente, romper los platos en una boda en Grecia o bailando sirtaki puede acarrear la caída del gobierno de la economía más solida de Europa.

• Los 27 ministros de finanzas de la Unión Europea se reúnen ayer domingo, el Día de Europa, en Bruselas para diseñar un mecanismo accionable tan pronto como para hoy lunes 10 de mayo. Aprobaron un fondo de hasta 650 millardos de euros para tratar de neutralizar el “riesgo sistémico” como lo designó el presidente del Banco Central Europeo. Hacía 60 años que el ministro francés Robert Schuman en un famoso discurso lanzó la idea de la comunidad Europea alertando: “Europa no se hará de golpe”. Hoy quizás diría: “Europa se puede deshacer de golpe.”

• Hoy 10 de mayo, el directorio FMI, en su reunión de primavera, aprueba el plan de “rescate” al tener en cuenta que Grecia aceptó sus condiciones pero advierte hay que “ponerlo en marcha.” 

• El próximo miércoles 12, el primer ministro Rodríguez Zapatero desvelará varias medidas para alcanzar el 3% de déficit, reglamentario para los países de la Eurozona, en el 2013.


Como dicen en Madrid, los mercados, los bancos y los inversionistas están tan nerviosos como un flan. Toda esta volatilidad se genera por la insolvencia soberana de un país que representa el 3% del total de la economía de la Eurozona.


Si el contagio llegará a alcanzar al España, Portugal (cuyos bonos merecen sólo un A-) e Irlanda, lo cual bien puede suceder en los próximos días, la cuenta del festín de Dionisos llegaría a 500 millardos de euros.


¿Y AHORA…QUÉ HACER?


Joseph Stiglitz, Premio Nóbel de Economía en el 2001, advierte que una reducción drástica del gasto fiscal debilita la economía y termina por erosionar la base impositiva y disminuir la recaudación. El dilema es que 75% del gasto público griego se asigna para cubrir salarios y pensiones de funcionarios del gobierno mientras que la evasión de impuestos sigue siendo el deporte nacional.


El elenco de la actual tragedia griega incluye a tres actores adicionales: el Banco Central Europeo el cual a comienzos del año se resistía a la recompra o monetización de los bonos griegos; el recelo por preservar la autonomía europea de cara al FMI y tercero, el criterio beligerante –y más comprensible- de Alemania en rechazar un compromiso de ayuda a un socio malbaratador.


La lección por aprender no puede ser sino la siguiente: cuando el capitalismo especulativo se junta con el socialismo derrochador y aniquilador de la capacidad productiva privada, el pueblo paga la cuenta del festín de Dionisos. En el caso de Grecia la cancelación de la cuenta – 300 mil millones euros equivalente a 125% de su PDB- incluye un aumento del IVA y de la base impositiva y el 50% de reducción del gasto público en inversiones, salarios, pensiones y extravagancias. Pasará mucho tiempo antes que Dionisos regrese a la fiesta y mientras tanto, tendrá que cumplir su penitencia fuera del Euroclub.


Tarde descubrieron las máximas autoridades de la Eurozona que estaban luchando “contra las crisis y choques asimétricos inesperados" como lo advirtió Felipe González en su informe “Proyecto Europa 2030”.

Los mercados tienen la palabra a partir de hoy lunes. Mientras tanto, todos recordamos al inimitable Anthony Quinn en la danza de Zorba.





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