14/2/11

EL DESEQUILIBRIO PERFECTO



José Rafael Revenga                                            Febrero 14, 2011

El Medio Oriente  no conoce volcanes físicos pero desde hace 2 meses se encuentra sometido a una cadena de erupciones humanas y políticas. 

LA PIRÁMIDE INVERTIDA

Túnez y Egipto son los casos que ya explotaron pero no hay que omitir la alta probabilidad de que ya entrados en acción, sufran nuevas erupciones al menos de carácter secundario. En verdad, en esas dos naciones la frágil  arquitectura democrática todavía por edificar está amenazada por ríos de magma.

Las condiciones de inestabilidad se aplican además a varios países que presentan un perfil muy vulnerable dada su simetría  significativa en relación a los dos volcanes que ya hicieron erupción: Marruecos, Argelia, Jordania y Yemen ... y estos no son los únicos.

Descifrar cómo toda esta dinámica puede impactar cual tempestad de arena -para utilizar una metáfora más adecuada- a Irán, Iraq, Arabia Saudí, Siria y Turquía es tarea imposible dada la complejidad que presenta la interacción entre los movimientos ideológicos/religiosos radicales, las acciones de grupos de terroristas y la marcada enemistad de varios factores con el estado de Israel.

De hecho, confrontamos una de las más graves desestabilizaciones regionales que ha conocido la historia. Sus repercusiones pudieran extenderse a todo el planeta. 

En términos figurativos se trata de enderezar una pirámide que se encontraba en estado de "desequilibrio perfecto", es decir apoyada sobre su ápice.

La plaza Tahrir en el centro de El Cairo durante el rezo  el día de la renuncia de Mubarak 
(11/02/2011)     

UN EQUILIBRIO DIFICIL

El mariscal de campo Mohamad Hussain Tantawi, jefe del Alto Mando Militar

El sábado 12 las festividades de danza y canciones continuaron en la plaza central de El Cairo acompañadas por un gigantesco esfuerzo voluntario de limpieza y recolección de basura.

Mientras la alegría en la plaza se desborda hasta el domingo 13 de febrero, las actividades del primer día laboral en Egipto se normalizan progresivamente. Los militares tratan de desalojar a centenares de manifestantes todavía presentes a fin de restablecer el tránsito vehicular. La gente se resiste pero eventualmente cede con la promesa de retornar si sus sueños no se cumplen. 

En efecto, quedan muchas incógnitas por resolver. Entre ellas la recuperación de los bienes de la familia Mubarak estimados en más de 40 mil millones de dólares dentro y fuera de Egipto. Muchos egipcios consideran que es el resultado de un robo sistemático de la economía nacional por más  de seis mil millones de dólares anuales en época reciente debido a la gigantesca cleptocracia engendrada por el régimen de Mubarak.

Un factor adicional que complica el control tutorial por parte de los militares del proceso hacia una democracia multipartidista es el hecho de que en cuanto institución las FF. AA. son propietarias de miles de empresas que constituyen un gran  porcentaje de la economía egipcia. Es razonable suponer que los militares velaran por la protección de sus privilegios y activos.






Otra profunda reivindicación es el enjuiciamiento y desmontaje de la temible policía secreta  Mukhabarat responsable por miles de prisioneros y centenares de víctimas a partir del 25 de enero pasado y por varias décadas de represión.

LA NECESIDAD DE UN NUEVO DISEÑO INTELIGENTE

Existe un alto riesgo de divisiones tanto en el grupo de activistas pro-democracia como en las FF.AA.  Estas fragmentaciones pueden producirse si los militares no actúan con suficiente acierto y premura. 

En la tarjeta de resultados hasta la noche del domingo 13 de febrero el Alto Consejo Militar era responsable por las siguientes decisiones: la disolución de ambas cámaras del parlamento, la suspensión de la Constitución,  convocatoria de elecciones presidenciales y parlamentarias para dentro de 6 meses y la designación de un equipo de juristas para elaborar y luego someter a un referéndum popular un conjunto de reformas a la constitución. 

El Supremo Consejo Militar integrado por 14 altos oficiales manejan el inicio de la transición hacia una democracia civil

Del lado muy negativo se encuentra la decisión de dejar al mismo equipo de ministros que constituían el gabinete de Mubarak entre ellos el primer ministro Ahmed Shafiq, general retirado de la fuerza aérea  designado  hace dos semanas por Mubarak. 

Otro diseño, quizás a la larga más viable, es haber constituido un equipo de transición con representantes de las fuerzas democráticas para integrar un gobierno transicional de unidad nacional. Al no ser éstos partícipes en el  gobierno no sabrán con certeza a quienes someter sus pedimentos y exigencias: o es al Alto Consejo Militar o es al primer ministro y a los integrantes del gobierno. La ambigüedad y el sabotaje reinarán.

 Cualquier retraso bien sea en la aprobación o en la ejecución de medidas acordadas por ambas partes tenderá a impulsar a las fuerzas civiles quienes quieren negociar desde la plaza y la calle. Por más caótico que parezca, estas fuerzas están integradas por decenas de grupos de jóvenes activistas, bien sean internautas, defensores de los derechos humanos, integrantes del Movimiento 6 de Abril -formado por 70.000 jóvenes inscritos en un página de facebook- o miembros de la Hermandad Musulmana. 

Todos ellos exhibieron durante las últimas semanas una gran capacidad de movilización y organización en diferentes ciudades y ahora se les han unido decenas de grupos laborales que han iniciado protestas públicas para dar a conocer sus demandas salariales y condiciones de empleo.

Es necesario considerar que no hay líderes formales con una representación delegada por parte de los manifestantes. Si “la calle árabe” decide que el desempeño del gobierno autorizado por los militares y de éstos como tutores del equipo de Mubarak no es satisfactorio, de la noche a la mañana surgirán protestas similares a las que condujeron al derrocamiento del presidente las cuales fueron subestimadas de manera metódica por los interesados en mantener un orden y una estabilidad que solo servían a sus intereses. A esta nueva ruptura con el gobierno in situ se sumarían los líderes pro tempore de las protestas. 

En consecuencia, si se produce la ruptura de los líderes pro democracia, surgidos de manera espontánea durante las últimas semanas, con los militares a éstos  les quedarían dos alternativas: imponer el orden a la fuerza o entregar la conducción de la transición a un equipo civil. De escoger la primera, estarían fomentando la rebelión interna por parte de la oficialidad media y baja quienes han demostrado gran simpatía por los manifestantes. 

Así se define el juego por el poder en Egipto durante las próximas semanas.

Entre los líderes democráticos quienes han emergido recientemente se cuentan un Muhammad Al-Baradei –Premio Nobel de la Paz; un Amr Moussa –diplomático egipcio, secretario general de la Liga Árabe y probable candidato presidencial-; un Muhammad Badie –Guía General de los Hermanos- o una Asmaa Mahfouz –del Movimiento 6 de abril- quien a sus 26 años con una entrada (“pueblo, yo marcho a Tahrir”) en su blog en facebook se convirtió en promotora de las protestas en Egipto desencadenadas, una semana después de su escrito, a partir del 28 de enero.  Tres semanas más tarde  renunciaba Mubarak. 




Una joven egipcia de 26 años, Asmaa Mahfouz, activista pro derechos humanos y cofundadora del Movimiento Juvenil 6 de Abril colocó el video en su blog en facebook el 18/01/2011 desencadenando una erupción viral y la marcha de centenares de miles de manifestantes hacia la plaza Tahrir una semana más tarde. La explosión volcánica estuvo precedida por 10 años de acciones por parte de organizaciones cívicas.


Todos ellos representan una nueva manera de hacer política que los militares tienen que tener en cuenta y comprender. 

Durante las últimas 48 horas los militares han tomado decisiones acertadas en temas fundamentales. No obstante, el pecado original de ellos puede residir en haber escogido la fórmula de servir como tutores a un equipo de gobierno y a una burocracia oficial moldeada por un régimen autocrático durante 30 años.

Un documento hecho público por WikiLeaks el 29 de enero del presente años revela que funcionarios estadounidenses consideraban que el “Movimiento de 6 abril” se encontraba fuera de la corriente central de los políticos de oposición al gobierno de Mubarak y describió sus metas pro-democracia como no realistas. 

El 31 de enero del 2011 el “Movimiento” promovió la marcha de por lo menos un millón de personas hacia la plaza Tahrir el próximo día.



1 comentario:

  1. Como siempre excelente tu resumen. Ahora tenemos que estar pendiente de que el ejercito, dió un golpe de estado, la suspender la constitución y disolver el congreso. Dejó el gabinete anterior con lo cual puede ser una estrategia "gatopardiana" de sustitución de un dictador por otro.

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