30/4/11

UN UOMO VENUTO DA MOLTO LONTANO


José Rafael Revenga                              Mayo 01, 2011  



Con sus primeras palabras pronunciadas en su aparición inicial desde el balcón central de San Pedro minutos después de las 7pm aquel 16.10.78, JPII  inaugura una relación especial entre él y la gente a nivel mundial durante casi 27 años. La progresión  continúa.

El público, concentrado en la plaza y frente a las pantallas de TV instaladas por doquier, había presenciado la tradicional fumarola blanca un par de horas antes. Todos aguardaban, con la expectativa explicable, conocer al nuevo designado. Cuando el cardenal Pericle Felici menciona, en latín, el nombre al cual se refería el pronunciamiento formal del “habemus papam” el ofuscamiento reinó en el ánimo general. ¿Quién es?, ¿Cómo se pronuncia?, ¿De dónde viene?, ¿Será que entendimos mal?

CON SOLO 3 FRASES IMPACTA A TODOS

El recién electo con solo tres frases en su discurso de salutación de un par de minutos establece una conexión personal con millones de personas la cual reenciende la llama del enlace institucional malogrado durante demasiados años.

Frente a las primeras interrogantes aclara: “Gli emendissimi cardinali hanno chiamato un nuovo vescovo di Roma”. Se presenta como un romano entre los romanos y así borra con solo un trazo una distancia aparente.

De inmediato, señala “lo hanno chiamato di un paese lontano” con lo cual reconoce que viene de afuera y  de lejos pero ahora ocupa el centro de todos. 

A continuación señala una limitación adicional: “anche non só se potrei bene spiegarmi nella vostra…nella nostra lingua” con lo cual reafirma su condición de romano que “parla italiano” porque la ha hecho suya con las imperfecciones de quien viene desde lejos.

Por último, con una expresión que se ha hecho célebre “spalanca” las puertas del desconocimiento colectivo y de las reticencias burocráticas internas con la frase casi no creíble que lo encariña con todos: “se mi sbaglio…(aplausos) se mi sbaglio, mi corriggerete…(más aplausos)”.

PRIMERAS PALABRAS (16.10.78)


¿DA LONTANO O DA VICINO?

El hombre “venido desde lejos” conocía a Roma desde el 22 de noviembre de 1946 cuando se inscribe en el instituto de educación superior en aquel entonces llamado el “Angelicum” –hoy “Pontificia Università San Tommaso- como cursante en el doctorado de teología. Tenía 26 años y había sido ordenado tres semanas antes en Cracovia por el Arzobispo. 

KW va a Roma por primera vez en noviembre de 1946 como estudiante en el Angelicum

KW presenta su tesis Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce el 14 de junio de 1948. Su director fue el conocido teólogo Réginald Garrigou-Lagrange, feroz defensor de la ortodoxia escolástica y en esos años enfrentado a lo que él bautizó como “la nueva teología” en ardiente confrontación con los franceses jesuitas Teilhard de Chardin y Henri de Lubac.

Paradójicamente, KW en sus reflexiones posteriores, se inclina –en una lectura crítica- hacia el personalismo ético de Max Scheler y Jean Mouroux. Obtiene en 1954 un segundo doctorado en teología en la Universidad Jagiellona de Cracovia. El jurado fue presidido por Roman Ingarden, significativo discípulo de Edmundo Husserl.

Durante esos años KW nunca abandona sus responsabilidades en una de las más importantes parroquias de Cracovia, mantiene su afición por el teatro y acompaña a los jóvenes en múltiples actividades deportivas en las cuales destacó especialmente en el fútbol como arquero, en el esquí y en recorridos en kayak. Dedica gran parte de su tiempo a reuniones informales con grupos de jóvenes a pesar del tenso ambiente político generado por el régimen comunista polaco.

Es profesor de ética en la Universidad Católica de Lublin a partir de 1954 y años después, en base a sus lecciones, publica en 1969 el libro Persona e atto (traducción al italiano) en el cual desarrolla su visión antropológica al insistir que el hombre es más que un animal social y racional “sino una entidad soberana y perdurable…capaz de ejecutar  actos humanos a través de su auto-determinación en referencia a una verdad objetiva…” El 4 de julio de 1958 es designado uno de los ochenta obispos de Polonia.


KW Y EL CONCILIO VATICANO II

 El 6 de octubre de 1962 se encuentra de nuevo en Roma como miembro de la delegación eclesiástica polaca a la primera sesión del Concilio Vaticano II la cual se inicia el 11 de octubre y se prolonga hasta el 08 de diciembre de ese mismo año. KW Interviene dos veces y somete un par de escritos.

El próximo año, recién designado arzobispo de Cracovia,  KW viaja nuevamente a Roma para la segunda sesión del Concilio la cual se inaugura ese 29 de septiembre. KW llega solo el 7 de octubre debido a un ataque de mononucleosis. Interviene en los debates una vez pero participa activamente en la redacción de diversos aportes a la constitución dogmática Lumen Gentium sobre la Iglesia.  En especial, el ordenamiento interno del documento definitivo se debe principalmente  a KW. Establece relaciones con Jean Daniélou, Karl Rahner e Yves Congar, todos periti del Concilio. La sesión finaliza el 4 de diciembre.

Asiste a la tercera sesión iniciada el 14 de setiembre de 1964 y se involucra en el debate sobre el contenido del documento fundamental “Sobre la Iglesia en el mundo actual” (De Ecclesia in mundo huius temporis) conocida como Gaudium et Spes. Lo hace como representante del episcopado polaco hasta su clausura el 21 de noviembre. 

Después de ausentarse varios días de Italia, KW regresa a Roma el 30 de noviembre de 1964 para la primera de lo que serían  once audiencias privadas con Pablo VI quien lo designa como miembro de la comisión encargada de la redacción final del debatido y conflictivo contenido de Gaudium et Spes. Esta responsabilidad lo obliga a viajar numerosas veces a Roma durante los primeros meses de 1965 y a compartir su trabajo pastoral en Cracovia con interminables intercambios con sus colegas teólogos.

El documento fue finalmente  aprobado el 07 de diciembre de 1965, último día de la cuarta ronda del CVII la cual sesionaba desde el 14 de setiembre de 1965. KW permaneció casi 3 meses en Roma.


KW DE NUEVO EN ROMA

Su próxima visita a Roma tiene lugar en 1967 como miembro de la Comisión Pontificia para el Laicado. Por segunda vez Pablo VI lo recibe en audiencia privada el 20 de abril. El 29 de mayo, de regreso a Polonia, recibe una comunicación designándolo como Cardenal. Había cumplido 47 años. La investidura tuvo lugar en San Pedro el 26 de junio siguiente.El 3 de julio Paolo VI lo recibe en función de una conversación personal.

Llega 1968 y en febrero KW asume en Roma su sede titular correspondiente a una iglesia parroquial en un suburbio romano. Aprovecha la oportunidad para un nuevo encuentro con Pablo VI. A mediados de marzo del año siguiente vuelve a conversar con el Obispo de Roma.

En 1969 otra vez viaja a Roma a fin de participar en la Asamblea General Extraordinaria del Sínodo sobre la colegialidad episcopal. En septiembre de 1971 y en el otoño de 1974 vuelve a Roma en ocasión de la convocatoria de nuevos sínodos.

Su aceptación por parte del Vaticano es tal que es invitado a dar las conferencias del tradicional retiro de Cuaresma en el Vaticano en presencia de Pablo VI en febrero de 1976. Al finalizarlas, Pablo VI lo invita otra vez a una audiencia privada. Las meditaciones fueron publicadas de inmediato con el título Un signo de contradicción.

A lo largo de un mes a partir del 30 de septiembre de 1977 asiste a un nuevo sínodo. En junio de 1978 es invitado a la “ciudad eterna” a presentar una ponencia  en un congreso internacional dedicado al décimo aniversario de Humanae vitae. Previamente, se había reunido a título personal por última vez con Pablo VI el 19 de mayo.

Inesperadamente, en agosto de ese año participa por primera vez en un cónclave como cardinal elector y luego lo hace en octubre. 

REPORTAJE RAI "LA GRAN STORIA"



A las dos semanas de su elección visita el Santuario della Mentorella en el Lazio. Seguramente habrá recordado su primera visita a fines de 1946. El santuario está ubicado a menos de 50 km al este de Roma. En otras palabras, “molto vicino”.


Santuario della Mentorella

A LOS 25 AÑOS

El sucesor actual de KW, en un congreso conmemorativo de los 25 años de la elección de su antecesor -del 8 al 10 de mayo del 2003- hace una referencia al gran científico y pensador francés llena de desarrollos potenciales la cual ha pasado curiosa y  lamentablemente desapercibida:

“Para el Papa, el antropocentrismo es al mismo tiempo cristocentrismo, y viceversa. Contra la opinión según la cual sólo a través de las formas primitivas del ser humano (partiendo de abajo, por decirlo así) se puede explicar qué es el hombre, el Papa sostiene que solamente partiendo del hombre perfecto se puede comprender lo que es el hombre, y que desde este punto de vista se puede vislumbrar el camino del ser humano. A este respecto, habría podido referirse a Teilhard de Chardin, que decía:

 ´La solución científica del problema humano no deriva exclusivamente del estudio de los fósiles, sino de una atenta observación de las características y de las posibilidades del hombre de hoy, que determinarán al hombre de mañana´.
Dicha reflexión se ubica en un vector  cuyo punto de partida es Henri Bergson seguido por Teilhard de Chardin, Jean  Mouroux, Henri de Lubac y  Jean Guitton. La cuestión central es el “tiempo”. Obviamente la enumeración de los hitos intelectuales individuales es limitativa y la secuencia es algo artificial  pero en todo caso sin el concurso de aquellos  mencionados, el fluir del pensamiento no hubiera desembocado en el contenido inscrito en la cita precedente.

En la elaboración del documento bajo estudio, KW intervino en una de las sesiones conciliares para aclarar que era “más el resultado de una meditación que un pronunciamiento doctrinario”. El documento es la más fiel representación del espíritu y letra del CVII. No pocos intentaron que se descartara en su totalidad y que no se sometiera a la aprobación del CVII en su última sesión.

EL GIRO COPERNICANO NECESARIO

El debate sigue vivo e inconcluso hasta el día de hoy: unos se aferran a su letra, otros comulgan solo con su  espíritu. Otros escogen selectivamente de ambas dimensiones. 

No obstante, más que las discrepancias sostenidas durante casi medio siglo, una “meditación” podría concluir que esta por plantearse una llamada revolución copernicana: la persona y su accionar no giran predominantemente en torno al pasado pues la persona –todas y cada una de ellas- es el ser “futurible” por excelencia del mundo por crear.

Yves Congar en un resumen interpretativo sobre el documento central del CVII Sobre la Iglesia en el mundo actual,  publicado pocos meses después de su cierre, anota  una consideración fundamental:


"Lo temporal es ahora para nosotros la totalidad de la historia, es decir, de lo que la humanidad vinculada al cosmos natural hace para realizar un mundo más humano y para realizarse ella misma. Eso no conlleva solamente el inmenso movimiento social, un ascenso humano de las masas, sino también el grandioso proyecto de la dominación de las cosas por la ciencia y la técnica".
Un eminente filósofo ancla lo antedicho en la realidad de la persona la cual es un tema débilmente desarrollado en las categorías tradicionales:
“El hombre es responsable de sí mismo como ser egológico [sic], él es responsable delante sí mismo. El yo presente tiene que responder, a cada instante, de lo que él es en tanto presente, delante del yo futuro, el cual es a la vez su propio porvenir todavía inexistente y su juez, siempre presente con él en su andar peligroso. Más allá de la norma, por lo tanto, hay la invención del ego, del yo por su propia cuenta, es decir el lento ascenso de la afirmación de lo humano en el hombre”. (Jean Ladriére, L´articulation de sens, 1984)


¿ADECUACIÓN AL PRESENTE O PREPARACIÓN DEL FUTURO?

De allí, que el meta-pensamiento subyacente a la redacción final consensuada de Sobre la Iglesia...exhibe dos inconvenientes los cuales según la máxima "error parvus in principio, magnus in fine" son dignos de acotar.

El primero radica en contraponer "Iglesia" y "Mundo" como dos realidades separadas y enfrentadas entre las cuales hay que tender un puente (coniunctione) dialogal. 

Es el terreno abonado para cometer dos enfoques errados: la conversión del "Mundo" a la "Iglesia" o viceversa.  El segundo caso tiende a reducir a la Iglesia a una mega-ONG la cual debe adaptarse a las necesidades y exigencias de su realidad circundante. El primero plantea un proyecto útopico proclive a  deformaciones históricas.

Al contrario, se trata de cambiar, de transformar al mundo en base a la liberación innovadora por parte de la persona quien recurre como "resourcessement" a un evento pretérito excepcional para colaborar en la creación progresiva de su plenitud final como otra excepcionalidad.

Si "es deber permanente...  ...escrutar a fondo los signos de la época" ( per omne tempus Ecclesiae officium incumbit signa temporum perscrutandi), la institución permanecerá a la zaga de los tiempos. Sería víctima de la paradoja de Zenón en relación a Aquiles y la tortuga salvo que el "mundo" no corre a paso de tortuga sino al ritmo de un cohete en búsqueda de las estrellas. 


El segundo inconveniente radica en que el texto oficial deja traslucir una extrema pasividad o subsidariedad de la institución en relación a su entorno, en la frase "acomodándose a cada generación" (modo unicuique generationi accommodato). 

La asignación prioritaria concedida al descifraje de los "actuales signos de los tiempos" a fin de interpretarlos y adecuarse a ellos, resulta en una abdicación de la metanoia entendida literalmente como transformación mental prospectiva.

En otras palabras, si en el presente recurrimos al pasado (la "tradición") es para proyectarlo en sucesivas transformaciones innovadoras premonitorias y preparatorias de los signos de los tiempos por venir hasta la plenitud de su culminación.

D´ essere cosí, il "uomo venuto da lontano" sarebbe molto piú vicino da tutti.


UN UOMO VENUTO DA MOLTO LONTANO



1 comentario:

  1. LUIS ENRIQUE ALCALÁ
    LEALCALA@GMAIL.COM

    Estupenda, profesor, esta presentación de Karol Wojtyla el mismo día de su beatificación en Roma. Es la paradoja de un papa que vino de lejos y fue el más cercano de todos.


    Has podido escoger el camino fácil de considerar su influencia política en Polonia—en el apoyo al movimiento Solidaridad—, o destacar su obvia ubicuidad como el papa que más viajó por el mundo; pero elegiste definirlo por una definición, la que contribuyó a establecer: que la historia es el futuro. La solidez del papado de Juan Pablo II resalta mucho más con esa elección.


    Él fue, ciertamente, un uomo venuto da lontano, a spy who came in from the cold, el frío de la Polonia soviética, pero trajo el calor de su inmensa humanidad, que tuvo la valerosa modestia de pedir corrección si llegaba a equivocarse. Ni Juan Pablo II—espía del Mundo (Papini) contratado por Dios—con su pontificado, ni tú con tu nota sobre él, han sbagliato.


    En cambio, quien hoy preside los actos de beatificación de Wojtyla, ha sbagliato molto. No han cesado, en absoluto, las réplicas sísmicas de la extensa pederastia del clero internacional y Ratzinger, como el jefe de la congregación que manejó los casos conocidos, ha emergido como cómplice. También en el caso Maciel—Legionarios de Cristo—parece haber actuado como encubridor, permitiendo la marcada preferencia de Juan Pablo II por esa congregación, clasista como pocas en un continente de aguda disparidad en la distribución de la riqueza.


    Ya Wojtyla no está entre los vivos, pero la pústula terrible que ha atribulado grandemente a la Iglesia Católica al inicio del tercer milenio cristiano pudiera requerir, en su cauterización definitiva, la renuncia de Karl Ratzinger a la dignidad de Papa.


    El beato Wojtyla trató de impedir, con su guía viril y comprometida, que la Iglesia fuera asolada por el efecto del ala de mariposa— error parvus in principio, magnus in fine—; pero, como el mismo sabía, la historia es el futuro. La historia de la Iglesia es hoy más Benedicto XVI que Juan Pablo II.

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