26/6/10
EL PLEBISCITO PRESIDENCIAL
José Rafael Revenga Junio 28, 2010
Los colegas profesionales, siempre respetados, de la Sala Situacional Presidencial (SSP), recientemente reestructurada, encaran estos días un nudo gordiano en cuanto a la estrategia fundamental que ha de guiar la conducta de su Único Cliente durante los próximos meses.
OTRA PIEDRA EN EL CAMINO: 26/09
Desde su observatorio científico, ellos monitorean el despegue del proceso electoral “26/09” el cual, si bien se limita a la renovación parlamentaria, se desenvolverá sobre el trasfondo de las elecciones presidenciales previstas para fines del 2012. A éstas puede concurrir el actual Jefe de Estado validado por su triunfo en el referéndum del 15/02/2009.
Si bien la aceptación popular y la evaluación de la gestión del Cliente Único se encuentran en niveles históricamente aceptables, no es ese el caso en cuanto al acopio de críticas de sus seguidores en relación a lo que ellos denominan la “burocracia” paralizada y paralizante del aparato gubernamental.
La ineficiencia en la gestión gubernamental a todo nivel, el incumplimiento en cuanto a la ejecución y entrega de obras, la ausencia de inversiones renovadoras y un innegable ritualismo mediático se combinan con una lista de candidatos en su mayoría desconocidos en sus circuitos, con reducida experiencia política y con escasa capacidad para generar adhesiones entusiastas.
EL RADAR DE LA SSP
El haz de radar de la SSP, el cual opera en la banda Ku, barre sin cesar una red de sensores ubicados por doquier que habilitan un sinnúmero de indicadores de alerta y alarma. Las señales recogidas de vuelta, una vez archivadas, cotejadas e interpretadas según marcos de referencia predefinidos apuntan actualmente al aumento, en el electorado pro-oficialista, de una desgana anímica, de un deslave psicoemocional, y a un creciente sentimiento de abandono generado por innumerables promesas incumplidas.
Leyes urgidas de aprobación, como las referentes a la contraloría social y a la creación de comunas, lejos de favorecer el control centralizador por parte de la jefatura del Estado, paradójicamente contribuirán a la atomización de la gobernabilidad centrípeta y a la multiplicación de quejas, reclamos y protestas de un pueblo en estado de desasosiego.
¿Cuáles pueden ser las opciones diseñadas por la SSP? Si bien el abanico es amplio, el Cliente Único impone sus criterios personales. Ya él se ha pronunciado en torno a que la campaña por los curules ha de emular la “Campaña Admirable” inclusive con el decreto de “guerra a muerte.”
CAMPAÑA CLIENTE-CENTRICA
Por lo tanto, una vez más, entran en juego la conducción por parte de la máxima jefatura y la simbolización personalista, y por consiguiente plebiscitaria, de una contienda electoral relacionada con otro poder constitucional. Centrar la campaña en una aprobación plebiscitaria de facto es recurrir a una opción extrema pero no hay otra para evitar una temida debacle en cuanto a la composición de la futura Asamblea la cual haga de ella una plataforma equilibrada, pluralista y, de contar con la mayoría de votos requeridos, con la capacidad de convocar referendos en detrimento de posicionamientos oficialistas.
EL PLAN DE BATALLA
De ser así, se deriva una serie de acciones políticas que están siendo instrumentadas y las cuales serán intensificadas de inmediato:
i) copar, desde ya, con la presencia personal todos los medios de comunicación a su disposición;
ii) desarrollar el libreto de la “guerra económica” en contra de instituciones, grupos corporativos, sectores económicos y personas;
iii) fabricar “enemigos” como supuestos responsables del desbarajuste económico;
iv) ocultar aunque sea por 3 o 4 meses la inflación y la casi inexistencia de divisas extranjeras;
v) evitar una “corrida” de desconfianza en el sector financiero y al mismo tiempo tomar medidas para el control del mismo;
vi) radicalización del discurso en términos dicotómicos ;
vii) multiplicar eventos mediatizables tales como expropiaciones, inhabilitaciones y enjuiciamientos;
viii) advertir sobre mega-amenazas personales y las consecuencias de la pérdida de control de la AN para el proyecto “revolucionario”,
ix) desinformar vía canales incautos de la parcialización del CNE a fin de contribuir al abstencionismo de los no-comprometidos cuyos votos pueden ser la bisagra del desenlace electoral;
x) neutralizar cualquier centro de poder que pueda activarse;
xi) centralizar la gestión gubernamental alrededor de la vice-presidencia ejecutiva y así liberar al Jefe de Estado para conducir en primera persona la estrategia acordada.
Toda esta lista, la cual dista mucho de ser exhaustiva, admite múltiples variantes en cuanto al ordenamiento de su ejecución la cual tendrá que sortear factores variables adversos de diversos tipos.
CONDICIONES OBJETIVAS AMENAZANTES
En primer lugar, la aparición de acontecimientos “sorpresa” tales como el destape de los contenedores abandonados a su peor suerte. Ninguno de los sensores detectores de la SSP señalaron la gravedad del tema el cual tiene unos dos años incubándose.
Probablemente, dicho incontenible tema constituye el impacto negativo de mayor envergadura que ha tenido que enfrentar el Ejecutivo en los dos últimos años. En adición al justificado escándalo, las acciones gubernamentales no han acertado durante unas seis semanas en dar ni con una estrategia comunicacional ni con una política para contener las consecuencias de descrédito salvo la tardía remoción de las facultades de PDVSA al respecto.
Los vaivenes caprichosos de la historia no permiten excluir el surgir de otras “sorpresas”. Todo practicante de análisis prospectivos incluye un amplio margen de incertidumbre en sus prefiguraciones. No se trata de un “error muestral” propio de los encuestologos sino del “error futuribile” con el cual nos entretiene el indeterminismo propio del quehacer humano.
El segundo vector cuya trayectoria dinámica varía de día en día en un equilibrio inestable es la inoperancia del recién instrumentado régimen cambiario. Sólo aquellos adentrados en el secreto mundo de las finanzas públicas pueden dar fe de su precaria sostenibilidad hasta después de la contienda electoral, fecha más oportuna para tomar decisiones fundamentales. Mientras tanto, no hay otra alternativa que la de micro-gerenciar el proceso actual y esperar que no se salga del carril dado sus desequilibrios originarios.
EL “CONTRAGOLPE”
Pero el factor más letal, el cual puede generar, en lenguaje futbolístico, un “contragolpe” exitoso es el hecho que en las próximas elecciones parlamentarias, el 67% del electorado se concentra en 9 estados con una fuerte densidad urbana en los cuales las tendencias actuales favorecen a los electores contrarios al oficialismo.
Es decir, el oficialismo pudiera obtener un triunfo mayoritario en el número de escaños conquistados pero la votación total a favor de sus candidatos puede ser inferior a la suma obtenida al agregar los votos por los candidatos rivales. Obviamente, este desenlace no es automático pero si presenta un escenario de alta probabilidad y de elevado impacto negativo.
Durante los próximos noventa días la conciencia de que la elección parlamentaria de hecho cabalga sobre un proceso más de fondo como lo es la aprobación o rechazo del Jefe de Estado, aumentará como la temperatura fijada por un reóstato desbocado.
UN PLEBISCITO DE FACTO
La estrategia asumida por el oficialismo contribuirá directamente a intensificar la intensidad de la corriente plebiscitaria circulante en la atmósfera electoral y es de esperar, que los electores que apoyan a los candidatos alternos a los oficiales progresivamente se den cuenta de dicho tema subyacente a sus decisiones pero primordial en cuanto al significado de la simbología política. No sería de extrañar que dicha dinámica aliente a muchos abstencionistas escépticos a comparecer en las mesas de votación y de tal manera aumentar el caudal de votos no oficialistas.
En la SSP hay colegas que se preguntan si la estrategia asumida por su Cliente Único es la más indicada. La conclusión tentativa es que sí lo es pues si se apuesta a una presencia moderada del Primer Interesado se corre el riesgo cierto de una apatía abstencionista por parte de los adeptos al oficialismo lo cual desembocaría en la formación de un impresionante bloque opositor en la AN.
UN REFERENDO PLEBISCITARIO
Sin embargo, se nota cierta intranquilidad e inseguridad en los profesionales de la SSP debido a las incertidumbres ocultas en la ruta seleccionada. El Jefe de Estado afirmó públicamente el pasado 2 de junio que evaluaba proponer -y retó a la oposición a que recogiera el guante- un referendo revocatorio en torno a su persona y a su mando con la certeza de que el CNE contaba con la capacidad de organizar dicha consulta con la celeridad requerida. La misma propuesta fue expuesta en el canal de televisión VTV el pasado 22 de junio.
Obviamente, se trata de globos de ensayo de una opción aún no cristalizada pero cargada de implicaciones premonitorias.
En otras palabras, ya el Cliente Único tomó la decisión de centrar la campaña para las diputaciones de la AN en torno a su persona y a su gestión. Por consiguiente, él transforma la votación programada para el 26/09 en un plebiscito de facto. Queda por decidir, por parte del Cliente Único, si es conveniente añadir, en el mismo acto de votación, una consulta referendaria en torno a su persona y a su gestión al hacer uso de una prerrogativa constitucional y así elevar el quid de lo que está en juego a un nivel formal.
Preventivamente, la SSP ya ha redactado los borradores de varias preguntas pertinentes para someterlas a una redacción, evaluación y escogencia final en el caso de recibir la instrucción de operacionalizar dicha opción formal.
UNA ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA
Si de hecho se activa la facultad presidencial de ordenar un referéndum consultivo para el 26/09, los partidarios de la alternativa democrática parlamentaria deberían evaluar, en santa ley, una estrategia simétrica para incorporar una pregunta relacionada con alguno de los temas rechazados en el referendo del 02/12/2007.
En la actualidad, dado los constantes pronunciamientos “ideológicos” que sirven de ropaje verbal para los acosos de todo tipo en ejecución acelerada en contra de la empresa privada, luce eficaz someter al CNE la aprobación de una pregunta referendaria que verse sobre la estatización de la economía y la devaluación de la propiedad privada a un papel marginal apenas tolerado en “convivencia” con una “economía comunal” (¿?) y con un Estado “omnidueño” de todo factor económico.
Por fortuna, una propuesta similar comienza a ser elaborada y promovida. Ver: “El extravío del Unicornio rojo” y “Doctrina sobre el referendo socialista” en www.doctorpolitico.com (el blog de Luis Enrique Alcalá).
LAS CONSECUENCIAS DEL REFERENDO PROPUESTO
Si bien el referendo propuesto como alternativa al “plebiscitario” oficialista, en su modalidad informal o en aquella constitucional, no tendría fuerza legal alguna dado su carácter consultivo, sus resultados, de ser positivos, seguramente significarían un volcamiento de las percepciones políticas lo cual transformaría el camino hacia la encrucijada presidencial del 2012 en una espinosa trocha sabanera para el único precandidato que se ha postulado.
Por añadidura, un esfuerzo medianamente exitoso, por parte de la alternativa democrática, en contrarrestar los inteligentes designios de la SSP, pudiera servir como otra piedra en el camino hacia la convocatoria de una nueva Asamblea Constituyente por el Jefe de Estado si se confirman los resultados favorables esperados y preparados por la SSP para el 26/09.
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