José Rafael Revenga Julio 17, 2016
Inmerso en la abundancia inmanejable de informaciones digitalizadas que recibo minuto a minuto me impactó
especialmente una nota sobre el Encuentro Anual de los Nuevos Campeones en
Tianjin, Republica Popular de China, que tuvo lugar del 26 al 28 de junio pasado y cuyo tema central fue analizar
la “Disrupción del Futuro”. El término “disrupción” suscita conmociones
virtuales y reales más cataclísmicas e impredecibles que el ya trillado vocablo
“revolución”.
[Ver un amplio resumen de las deliberaciones
“rompe-paradigmas” en https://goo.gl/XptroJ y la
sesión de clausura en https://goo.gl/lx63SO]
Al procesar el
fascinante contenido no pude evitar la consideración que tenemos que empezar a
pensar de otra manera si queremos evitar un fracaso nacional en cuanto al
distanciamiento de las naciones que liderizan el nuevo desplazamiento hacia un nuevo modelo para evitar hacer más
eficientes los modelos del fracaso.
La “Cuarta
Revolución Industrial” [Ver: https://goo.gl/qiCBsh y http://goo.gl/BlerQx] es
tan invasiva que ha sido necesario elaborar un indicador para medir la salud o
el bienestar de las naciones no solo por sus registros económicos y sociales
sino por su capacidad de interconectarse en un mundo cuya globalidad es en
primer lugar digital.
El Índice
de Capacidad de Interconexión 2016 es el primer esfuerzo dedicado
a medir cuán bien una sociedad está preparada para aprovechar las tecnologías
de información y comunicación para incrementar su competitividad y prosperidad
colectiva.
La “capacidad” depende de si la nación en cuestión posee los
“drivers” necesarios para poner en ejecución su interacción con los nuevos
sistemas digitales, biológicos y físicos que transforman su circunstancia. En
un caso extremo los novedosos impactos digitales pasan por alto el anclaje con
el resto de las dimensiones de la sociedad y se transforman en un nicho
aislado.
Los drivers se dividen en dos conjuntos que
interactúan en el entorno general: (i) la preparación la cual incluye la
infraestructura de conexión, la disponibilidad de recursos para costearla y las
destrezas en su utilización y (ii) su aprovechamiento operativo por parte de
las personas, las empresas y las organizaciones gubernamentales.
El World
Economic Forum recién dio a conocer un informe dedicado al tema “Innovando en
la Economía Digital” con el Global
Information Rechnology Report.
Sus principales
consideraciones son:
La revolución digital está gestando un nuevo tipo de
innovación basado en las tecnologías digitales las cuales permiten, y casi
obligan, el diseño de nuevos modelos de negocios que requieren una baja
inversión en contraposición a los costosos laboratorios de la clásica y
convencional R&D.
Un ejemplo saliente es la digitalización de procesos
(“uberizacion”) de servicios en el transporte urbano por taxi, la educación en
línea, el acceso instantáneo a facilidades bancarias globalizadas, el acceso
inimaginable a entretenimientos (por ejemplo, netflix y pokemon go),
la impresión 3D y los avances en realidad virtual.
El impacto de las
tecnologías de información y comunicación generan una transformación continua
con el riesgo que naciones indiferentes a ellas queden abandonadas en el
hombrillo de la interconectividad.
Sobre todo las empresas tendrán que hacerle frente a
la presión constante para innovar. El impacto global viral de un sencillo juego
de realidad virtual a escala global como el Pokemon Go incide directamente sobre el futuro de la
empresa creadora Nintendo y obliga a
sus competidores experimentar con otros aspectos de la realidad virtual la cual
proyecta frente a nuestros ojos una infinidad de panoramas “reales” que
sustituyen a las experiencias vivenciales primarias.
Al relacionar el aprovechamiento del ranking de la
Capacidad de Interconectividad para impulsar la innovación económica y los
servicios gubernamentales digitalizados los siguientes países figuran en los
primeros lugares: Finlandia, Suiza, Suecia, Singapur, Holanda y los EE.UU.
Un análisis exhaustivo de 139 economías nacionales realizado
en el 2016 revela que el ranking a nivel mundial no corresponde necesariamente
a la fortaleza ni a la magnitud de la actividad económica. Por ejemplo, el
primer lugar lo ocupa Singapur mientras que Japón, Hong Kong y Corea del Sur se
sitúan en los lugares 10, 12 y 13,
Sorpresivamente la Republica Popular de
China se encuentra en la posición #59 a nivel global en cuanto a su capacidad
actual de aprovechar las TICs en nuevos modelos de negocios y de
servicios.
Los restantes lugares en la lista de las primeras 10
naciones los ocupan las siguientes naciones:
#2 Finlandia, #3 Suecia, #4 Noruega, #5 Estados
Unidos, #6 Holanda, #7 Suiza, #8 Reino Unido y #9 Luxemburgo.
¿Y Venezuela?
Nos encontramos en la casilla #108 inmediatamente después,
de mayor a menor rango, de Namibia, Guyana, Botsuana, Ghana, Guatemala, Laos,
Costa de Marfil y Senegal lo cual resalta nuestro atraso no fácilmente
recuperable.
Si comparamos el ranking de Venezuela en relación a
otros países latinoamericanos y caribeños, el Índice de Interconectividad nos
revela que las siguientes naciones nos llevan la delantera: Chile (#38),
Uruguay (#43), Costa Rica (#44), Panamá (#55), Trinidad y Tobago (#67),
Colombia (#68), Brasil (#72), México (#76), Ecuador (#82), Jamaica (#83), Argentina (#89) y Perú (#90).
Las empresas y gobiernos que no aceleren su marcha
de innovación digitalizada se encontrarán cada vez más rezagados en el tablero
mundial y sus amplias bases de usuarios en expansión se conectaran en
porcentajes crecientes con un número reducido de empresas globalizadas
predominantes.
NOTA
El informe completo se encuentra en:
Gracias por esta aleccionadora entrada. ¿Le harán algún caso los tomadores de decisiones en Venezuela? En enero de 1995 (hace veintiún años) escribía en la publicación que llamé "referéndum": "...pareciera auspicioso el tono audaz de los veinte años de horizonte, la intención de insertarse en una sociedad planetaria del futuro, la importancia especial que se le concede a la educación y el reconocimiento implícito a la insuficiencia de nuestro Estado de hoy.
ResponderEliminarEsa audacia es necesaria; esa audacia será bienvenida por los venezolanos, que queremos reto y acicate. Nada hay en nuestra composición de pueblo que nos prohíba entender el mundo del futuro. Venezuela tiene las posibilidades, por poner un caso, de convertirse, a la vuelta de no demasiados años, en una de las primeras democracias electrónicamente comunicadas del planeta, en una de las democracias de la Internet. En una sociedad en la que prácticamente esté conectado cada uno de sus hogares con los restantes, con las instituciones del Estado, con los aparatos de procesamiento electoral, con centros de diseminación de conocimiento". Dos años más tarde insistía en el punto: "Venezuela puede ser, respetables Electores, la primera democracia electrónica del planeta si se lo propone. Si un gobierno decidiera tender por todo el país una red de fibra óptica que llegara hasta todos los hogares, tendría que gastar mucho menos que lo que se empleó en los auxilios extraordinarios al sistema financiero venezolano, y mucho menos aún de lo que se consume en los planes de Petróleos de Venezuela. Y esto compraría una capacidad de crecimiento de la sociedad cuyos límites no somos capaces de vislumbrar: todo el país conectado interactivamente, como en un inmenso instituto de investigación, de comercio, de tramitación, de estimulación social. Como en una inmensa asamblea ateniense que pueda entonces dar existencia a una verdadera democracia participativa". (http://doctorpolitico.com/?p=2068)