José Rafael Revenga Diciembre 01, 2013
¿Irán: el nuevo socio preferencial de los EE.UU.?
¿Se debilita la "relación especial" de EE.UU. con Arabia Saudí?
Israel y Arabia Saudí amenazados, coinciden en una alianza táctica
La ecuación de poder en el Medio Oriente no será la misma
¿Engaño Irán al Consejo de Seguridad de las NN.UU.?
¿Sedujo Irán al presidente Obama a pactar aprovechando su debilidad política?
El primer ministro Binyamin Netanyahu de Israel : "Es un error histórico", "El mundo se ha vuelto un lugar más peligroso"
El Acuerdo entre el P5+1 (los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las NN.UU. más Alemania) y la Repúnlica Islámica de Irán, firmado en la madrugada del domingo 24.11.2013 en Ginebra después de tres maratónicas reuniones durante cuatro días, sobre las armas nucleares potenciales de la nación persa, más que resolver un conflicto real basado en la escalada del potencial bélico iraní y la amenaza pública de destruir a Israel, ha resultado en una tregua con una duración de seis meses que solo conduce -si no se irrespeta- a un nuevo proceso de negociación de nunca acabar hasta que algún país amenazado considere que la rendija preventiva esté por cerrarse y proceda a actuar militarmente.
El Acuerdo dice que su período de validez por seis meses puede ser renovado "por mutuo consentimiento" y "las partes pueden concluir la negociación y comenzar a implementar los particulares hasta dentro de un año".
Se trata en realidad es un "pre-acuerdo" para dar tiempo y establecer procedimientos para la redacción y aprobación de un "acuerdo global" (comprehensive agreement) el cual tendrá una duración a largo plazo.
EL DESACUERDO EN TORNO AL ACUERDO
A las horas de firmar el Acuerdo, las dos partes hacían pública sus profundas discrepancias. Por una parte, el secretario de Estado John Kerry declaraba tajantemente:
"Quiero ser claro, el primer paso no dice que Irán tiene el derecho para enriquecer el uranio".De inmediato, el presidente iraní, apoyado por el canciller ruso, afirmó que las potencias firmantes habían reconocido los "derechos nucleares" de Irán lo cual incluía proseguir con el enriquecimiento.
El núcleo del acuerdo es una reducción de las sanciones impuestas internacionalmente a Irán a cambio de una suspensión del esfuerzo iraní de enriquecimiento de uranio a fin de prevenir que alcance un nivel letal.
Como incentivo o "caramelito", el gobierno de los EE.UU desbloqueó unos 8 millardos de activos iraníes congelados de un total de $45 millardos afectados.
CONTRA Y PRO
El abanico de reacciones se extiende desde el extremo de comparar al acuerdo con aquel firmado en 1938 por Adolfo Hitler y el primer ministro británico Neville Chamberlain en Munich mediante el cual se cedió gran parte del territorio de Checoslovaquia a los alemanes. Por ejemplo, el influyente opinador David Horowitz delcaró: "Es catastrófico. Es peor que Munich".
Otras voces en los EE.UU resaltan la falta de proporcionalidad en el Acuerdo. Así, el senador demócrata Charles Schumer:
"Irán simplemente congela sus capacidades nucleares mientras nosotros reducimos las sanciones... Un acuerdo más justo hubiera acoplado una reducción en las sanciones con una reducción proporcional en la capacidad nuclear iraní"Más que la resolución de la amenaza de Irán sobre Israel y de la creciente probabilidad de un ataque preventivo "defensivo/ofensivo" por parte de la nación hebrea con su impredecible cascada de consecuencias, está en juego la recuperación urgente de la credibilidad del presidente Obama.
A causa de múltiples acontecimientos, entre ellos el "affaire Snowden", la pasividad en Siria causante de que Al-Qaeda se ha apoderado de toda su franja norte, el "abismo fiscal" y la debacle doméstica generada por el improvisado lanzamiento de la reforma de los seguros médicos han generado una situación de extrema fragilidad política que encubre el liderazgo internacional de los EE.UU.
El muy influyente opinador del Washington Post George Will en un artículo reciente ("How a presidency unravels") describe las peripecias en las que ha caído el presidente Obama sin saber como superarlas. Entre los comentarios cita a una feliz metáfora formulada por un diputado republicano:
"Obama es como alguien quien incendia tu casa. Y de inmediato se presenta con un tobo sin agua para después darte clases sobre cuan defectuosa era tu casa".El uso de una hipérbole vacía de casi todo significado realizable, por parte del Presidente estadounidense (hacer clic) el pasado 25.11 para celebrar el "logro" del Acuerdo denota la profundidad del desarreglo de una gestión: “un nuevo camino hacia adelante hacia un mundo más seguro".
¿POR CUÁNTO TIEMPO?
¿Qué puede ocurrir a los seis meses cuando expire el acuerdo? La astucia iraní seguramente colocará sobre la mesa el cumplimiento por parte suya de una "congelación" no verificada sino en palabras y una disposición aparente de iniciar una nueva etapa indefinida de negociación.
Obama tendrá la opción de cancelar la dinámica negociatoria o de aparentar un continuismo para lo cual deberá seguir reduciendo las sanciones económicas a Irán. Optar por lo primero haría patente la profunda equivocación. Por lo tanto, es elevada la probabilidad que no proceda a desinflar la burbuja ilusoria de su "nuevo camino".
A UN PASO DEL DESACUERDO
Obama está consciente que a más tardar en seis meses deberá enfrentar "el momento de la verdad". Horas después del anuncio del Acuerdo, el mandatario pareció querer protegerse de un fracaso de la formula acordada:
"Si Irán no cumple plenamente con sus compromisos durante esta fase de seis meses, nosotros cerraremos la ayuda y aumentaremos la presión".El pronunciamiento se parece más a "un canto de sirenas" que a una firme resolución para actuar punitivamente si se tiene en cuenta que concluida la firma del acuerdo, Obama se dirigió de inmediato al Congreso para solicitar que no se procediera a aprobar nuevas sanciones.
Para colmo, el presidente de Irán, Hassan Rohaní (sucesor de Mahmoud Ahmadinejad), se pronunció el miércoles 27.11, a solo cuatro días después de la firma del Acuerdo, al declarar: "Irán tiene derecho a enriquecer el uranio y nunca cesará de hacerlo". El texto completo a continuación:
"Quiero asegurarle a nuestro pueblo que los principios ordenados por la gente, los derechos que pertenecen al pueblo, el marco referencial establecido por nuestro Supremo Líder, todos ellos serán aplicados gasta el final de las negociaciones. Esto significa que en nuestra nación, nuestro derecho nuclear será operacional con mayor fuerza y claridad. Aún el derecho al enriquecimiento es parte de nuestros derechos nucleares y continuará. Si el enriquecimiento tiene lugar hoy, él continuará mañana y nuestro enriquecimiento [del uranio] nunca cesará. Esa es nuestra línea roja".El Acuerdo prevé que Irán puede continuar con su proceso industrial de enriquecimiento del uranio hasta un nivel del 5% adecuado para la producción de energía eléctrica pero lejos del mínimo nivel del 20% para transformarlo en ingrediente nuclearmente explosivo. Además, debe neutralizar su inventario actual del material ya procesado a nivel del 20% hasta ahora justificado como insumo para "investigaciones médicas".
El detalle del documento señala que Irán está obligado a reducir a nivel del 5% de enriquecimiento a solo 100 de los 200 kilos del material enriquecido actualmente al 20%. Los otros 100 kilos no son suficientes para armar un dispositivo nuclear pero es importante resaltar que Irán conserva una base inicial de 100 kilos (al 20%) para un proyecto que muchos no consideran tan hipotético.
No hay que olvidar que Irán tiene un inventario de 6.000 kilos de uranio al 5% lo cual es una cantidad asombrosa en cuanto a la capacidad de generación eléctrica pues un kilo de uranio 235 es equivalente a la energía generada por 14.000 kilos de carbón o 45.000 kWh de electricidad.
Adicionalmente, el Acuerdo requiere que Irán no proceda a incrementar el número actual (19.000) de centrífugadoras o mejorar el tipo de centrifugadoras ya instaladas en Natanz y Fordo. Sin embargo, sí está autorizada para reparar las averiadas. En el mismo sentido, Irán debería suspender la construcción del reactor de agua pesada en Arak con una capacidad de 40 megawatts destinado a producir plutonio, componente que puede sustituir al uranio en armar una bomba nuclear.
El canciller iraní, Javad Zarif, dijo el miércoles 27.11 que su país continuará la construccción del reactor de agua pesada en Arak a pesar del supuesto compromiso de archivar todo proyecto capaz de brindar plutonio para usos militares. Francia, uno de los firmantes más renuentes del Acuerdo, declaró que eso sería una violación del acuerdo. El Departamento de Estado intentó interceder en el diferendo argumentando que los trabajos de construcción no estaban prohibídos.
En mi opinión entre tantos análisis y comentarios que ha suscitado el Acuerdo, uno de los más clarividentes es el de Jesús A. Núñez Villaverde en elpais.com:
"...en esencia, lo único que se ha logrado es comprar seis meses que pueden ser prorrogados si lo desean para negociar un verdadero acuerdo".El Acuerdo, habilidosamente logrado por Irán frente a un Obama claramente debilitado interna y externamente, de hecho incumple o manda al cesto de la basura, al acuerdo más formal y vigente del Consejo de Seguridad que estipula sin condiciones la parálisis de su programa de desarrollo nuclear.
Hay voces que disienten de la asimetría a favor de Irán como la del diplomático Javier Solana, ex-secretario general de la OTAN quien considera que la asimetría favorece al Occidente:
"las concesiones de Occidente son escasas y a cambio los aliados logran mucho". No he podido informarme acerca de cual tabla de suma/resta utiliza Solana.
Otros opinan que de manera muy importante se ha logrado dar a la Agencia Internacional de Energía Atómica un acceso diario sin precedente a las instalaciones claves en Irán lo cual de practicarse representa una vigilancia intensa sobre el respeto por parte de Irán a los compromisos asumidos durante seis meses.
EL TRASTORNO DEL MAPA ESTRATÉGICO DEL MEDIO ORIENTE
Lo que los miembros del P5+1 no previeron fue que el acuerdo de las potencias occidentales por más artificial y efímero sea, sí manda una intensa señal en cuanto al duradero y estratégico pacto de los EE.UU con Arabia Saudí. A pesar de la conflictividad, a punto de incandescencia, que caracteriza al Medio Oriente durante más de medio siglo, el equilibrio -inestable- logrado hasta la fecha se basa en los acuerdos, a veces temporalmente contradictorios, entre los EE.UU y Arabia Saudí, Egipto e Israel. Este andamiaje se encontraba palanqueado sobre el fulcro de las relaciónes antagónicas entre las cuatro naciones e Irán.
Hoy en día, el Acuerdo en cuestión y la presencia pública de los cancilleres de EE.UU. e Irán en la firma del documento, ha trastocado totalmente la armazón estratégica de la región. El frágil rompecabezas se ha desarmado. Arabia Saudí se encuentra desprotegida frente a nuevas vulnerabilidades y parece no contar con otro recurso que una alianza táctica político-militar con Israel por más impensable que fuera hasta hace dos semanas.
Desde el punto de vista de Israel, no hay duda que le convendría enfrentarse a un Irán sin capacidad militar nuclear pero dadas las declaraciones que emergen regularmente de la máxima dirigencia iraní en torno a la "aniquilación" de Israel, es comprensible que las sospechas en cuanto a la verificabilidad del Acuerdo seismesino estén a la orden del día.
No es fantasioso pensar que si Israel considera que Irán utilizará el Acuerdo para desarrollar de manera encubierta sus armas nucleares, entonces no dudará en preparar un ataque preventivo. !En combinación con Arabia Saudi¡
El pasado jueves 14.11 Israel entregó un documento confidencial a Susan Rice, jefe del Consejo Nacional de Seguridad en Washington, describiendo paso a paso el cronograma de subterfugios que Irán hará uso durante los próximos meses para reducir el tiempo requerido para activar su potencial militar.
En el vacio estratégico creado a partir de la debilidad de los EE.UU. en la mesa de negociación, Israel ha manifestado su postura de no considerarse vinculada al Acuerdo y ratifica que procederá de manera autónoma. Tanto Israel como Arabia Saudí deben resentir haber sido dejados al margen por los EE.UU. en relación a las negociaciones secretas realizadas desde marzo pasado de manera sigilosa en Muscat, Omán, gracias a las facilidades brindadas por el Sultán Qaboos-bin-Said. Durante medio año, altos funcionarios iraníes y estadounidenses labraron la base del acuerdo firmado en Ginebra.
En realidad, la señal que ha dado Obama al promover un acuerdo vaporoso y abierto al incumplimiento sin penalidades con Irán, o por lo menos la interpretación fundada que de ella hacen Israel y Arabia Saudí, ha generado un movimiento de las placas téctonicas en el Medio Oriente.
EE.UU. necesita el concurso de Israel para promover un arreglo de la situación en Palestina y para mantener a Israel dentro del redil. El martes 26.11 el Pentágono comunicó que procedería de inmediato a dotar a la fuerza aérea de la IDF con mejores electrónicas y la última generación de misiles. Todavía no he dado con evidencias de semejante compensación para Arabia Saudí y las otras naciones árabes del Golfo Pérsico. En todo caso, la alianza preferencial entre EE.UU. y Arabia Saudí más Israel quedará gravemente fracturada por largo tiempo.
Las consecuencias son difíciles de imaginar pero, entre otras, cabe el escenario que Arabia Saudí desvincule su política de exportación petrolera de la conveniencia estadounidense. Así mismo, paradójicamente Israel puede sentirse más vulnerable y recurrir a la doctrina estratégica de lanzar el primer ataque ("first strike").
Los temores son fundados pues el Acuerdo no estipula la inspección de la base militar de Parchin en la cual Irán desarrolla más secretas ni hay previsión alguna para inspeccionar el avance de los misiles que transportarían por miles de kilómetros las ojivas con carga explosiva nuclear.
Más aún, los agujeros ("loopholes") del Acuerdo saltan a los ojos. Entre ellos, Irán acepta no añadir centrifugadoras al stock actual pero no se le prohibe manufacturarlas para que en un plazo de seis meses entren "en línea". Increíblemente, no se le prohibe seguir produciendo uranio enriquecido con las centrifugadoras actuales.
EL NUEVO ROMPECABEZAS
En una visión más amplia se puede anotar las siguientes nuevas tendencias que emergen del pacto promovida por los EE.UU:
- Irán adquiere un rol pre-eminente en la región y regresa al status de una gran potencia
- La atención de los EE.UU. se desplaza hacia el sureste de Asia
- El reciente aumento (2,5 millones de b/d) de la producción de petróleo y gas en los EE.UU. lo hace menos dependiente de la oferta generada por Arabia Saudí, Kuwait y los Emiratos.
- Israel queda más aislada
- Los chíitas pasan a dominar a los sunítas en Irán, Iraq, Siria y el Líbano
"También dependerá del resultado de las discusiones técnicas con irán en cuanto a los arreglos de implementación los cuales tendrán lugar pronto".El viernes 29.11 Irán comunicó que la fecha para poner en práctica el Acuerdo sería en los primeros días de enero próximo. Mientras tanto, Irán puede proceder con el enriquecimiento de alto nivel (superior al 20%) de su inventario de uranio. En teoría, la suspensión parcial de las sanciones no se activaría sino después de la verificación de las acciones de Irán. Sin embargo, las empresas automotrices francesas, Peugeot y Citroen, calculan que las sanciones relacionadas con los "kits" de ensamblaje pudieran removerse a fines de diciembre.
En palabras más directas, es probable que pasen hasta seis meses antes del inicio del período estipulado lo cual no debe preocuparnos seriamente porque de todas maneras seguirá siendo un "Acuerdo por incumplir" excepto en el levantamiento de las sanciones y el retorno de grandes empresas petroleras. El ministro de Petróleo de Irán, Bijam Namdar Zanganeh, ha iniciado conversaciones con Total, Statoil, ENI, Royal Dutch Shell y ha invitado a empresas estadounidenses.
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