La diminuta isla-nación de
Chipre estuvo, casi inexplicablemente, a punto de asestarle un puntillazo definitivo
a la Eurozona. Hasta ahora los “paquetes de rescate”, acoplados a los obligatorios
“programas de austeridad” fiscal, han salvado a los gobiernos de Portugal,
Irlanda, Grecia y España de caer en la insolvencia soberana y en su salida de
la zona económica y monetaria.
El costo ha sido gigantesco:
500 millardos de euros en forma de desembolsos directos y varios billones de euros en compra de
“papeles” especiales, emitidos por los países en riesgo de un colapso fiscal, por
parte del Banco Central Europeo.
En toda esta maroma
financiera, siempre al último minuto y después de incontables reuniones multilaterales que se han extendido a lo largo de más de 3 años, han sido los gobiernos los responsables de acometer unos implacables
recortes fiscales y recaudar fondos adicionales por medio de nuevos impuestos.
EL CAMBIO DE LAS REGLAS DE JUEGO
EL CAMBIO DE LAS REGLAS DE JUEGO
En el caso de Chipre, la
directiva del Eurogrupo convoyada con el Banco Central Europeo y el FMI, ha
decidido cambiar drásticamente las reglas de juego. En una de las decisiones de
mayor proyección en relación a cómo superar la crisis generada por la amenaza de incumplimientos
gubernamentales para enfrentar los pagos de su “deuda soberana”, son los
depositantes bancarios quienes deben sufrir las perdidas al verse obligados a
cancelar un impuesto confiscatorio sobre sus tenencias.
Chipre, cuya insolvencia
fiscal se conoce desde hace meses, había escapado la atención de la “troika”
integrada por el FMI, el BCE y el Eurogrupo.
Seguramente la atención de las autoridades centrales de la UE fijaban su
atención en el apetito insaciable de Grecia de requerir ayuda tras ayuda, en la
crisis bancaria y fiscal de España, en el “imbroglio” permanente de una Italia
sin gobierno y potencialmente ingobernable y en la incierta situación económica
de Francia en la cual la gestión del presidente Hollande parece acercarla al borde del precipicio de
la debacle.
La "troika", integrada por el FMI, el BCE y el Eurogrupo, impone una nueva formula de rescate |
Los chipriotas protestaron contra la quita y el corralito aplicados a sus depósitos bancarios |
El “hueco fiscal” de Chipre
que dispara la necesidad de un “rescate” es de solo 10 millardos de euros. Una
magnitud minúscula en relación con los más de 300 millardos de euros ya
aprobados para Grecia o con los dos billones de papeles a corto plazo de España
redimidos por el BCE. ¿Cómo explicarlo?
La población chipriota se
acerca al millón de habitantes, una cantidad minúscula en comparación con el
total de 332 millones de habitantes de la Eurozona. El valor de su actividad
económica es equivalente al 0,20 del total del PIB de la zona. Otras
comparaciones ilustran lo paradójico que resulta el hecho de que el
endeudamiento de la banca chipriota haya convulsionado a todo el sistema
financiero europeo. La economía de Grecia, cuantitativamente, es unas 13 veces
superior a la de la isla. La alemana unas 130 veces mayor. Y la española unas
60 veces.
En la práctica, el sistema
bancario chipriota funcionaba como un “paraíso fiscal” y sus depósitos bancarios
totales equivalían a unas 13 veces los 17 millardos de euros representados por su actividad económica. Son notables las
grandes cantidades de depósitos provenientes de Rusia.
Para resolver la crisis
financiera, equivalente a un déficit -casi marginal en comparación con los
requeridos por otras naciones de la UE- de unos 10 millardos de euros (unos $13
millardos), el pasado 16 de marzo, la República de Chipre llega a un acuerdo
inédito con el Eurogrupo, el ente gobernante de la Eurozona, con consecuencias
tanto imprevistas como espeluznantes.
Lejos de recurrir a un
programa de “rescate” vía el Banco Central Europeo o por un consorcio oficial
multilateral de la UE como los que se han aplicado en los casos de Irlanda,
Portugal, Grecia y España, el dictamen impuesto por la “troika” institucional al
gobierno de Chipre representa un giro
total en la formula de salvamento aplicada. Los consecuencias son tan
imprevistas como potencialmente cataclísmicas sobre el manejo futuro de la
Eurozona y la evaporación de la confianza de los pequeños depositantes y
ahorristas en el sistema bancario.
De hecho, los depositantes en el Cyprus Popular Bank, los ahorradores perderán alrededor del 80% de sus depósitos ya que no solo tienen que cancelar un impuesto de 9,9% sino que además el banco ha sido forzado por el gobierno a acometer una “reestructuración” al fusionarlo con el Bank of Cyprus.
Las tibias declaraciones oficiales no logran esconder un acontecimiento dramáticamente
superior al hundimiento de la legendaria Atlántida, naufragio que tuvo lugar en
el mismo mar Mediterráneo.
DEL “BAIL OUT” AL “BAIL IN”
En vez de un “bail out”
(rescate por medios de nuevos préstamos provenientes de fondos externos tal
como una bomba de achique prestada al dueño de una embarcación en riesgo de
naufragio) los “sabios” en Bruselas deciden aplicar una formula inédita: un
“bail in”. La novedad es absoluta y las
consecuencias desconocidas. En los casos del “bail out” aplicados hasta la fecha, los gobiernos han asumido el compromiso de la
contrapartida en la forma de un programa de austeridad a escala nacional a fin
de reducir el peso del déficit fiscal e impedir el alza de la prima de riesgo a
niveles imposibles de aborda
De hecho, los depositantes en el Cyprus Popular Bank, los ahorradores perderán alrededor del 80% de sus depósitos ya que no solo tienen que cancelar un impuesto de 9,9% sino que además el banco ha sido forzado por el gobierno a acometer una “reestructuración” al fusionarlo con el Bank of Cyprus.
El CPB fue declarado en bancarrota por las agencias calificadoras.
El escándalo inicial y el
pánico consiguiente, se originaron en base a la primera resolución de la
“troika” el 16.03.2013 que incurrió en el pecado mortal de pechar en un 6,75% los
depósitos inferiores a 100.000 euros los cuales están garantizados por todas
las autoridades financieras europeas. De inmediato, los chipriotas acudieron a
sus "cajeros automáticos" (ATM) a retirar cuanto les fuera posible. La ola de incertidumbre se extendió
a todos los depositantes en bancos de la UE quienes se dieron cuenta que a
causa de una decisión extra-nacional, sus activos bancarios ya no estarían
garantizados. Afortunadamente, al par de días la “troika” eliminó el impuesto
sobre los depósitos inferiores a 100.000 euros pero mantuvo la quita sobre aquellos superiores a ese nivel.
VLADIMIR PUTIN CRITICA LA NUEVA FORMULA DEL EUROGRUPO
VLADIMIR PUTIN CRITICA LA NUEVA FORMULA DEL EUROGRUPO
Los verdaderos damnificados
han sido los numerosos depositantes rusos quienes habían transformado a la isla
en su propio “paraíso fiscal”. La perdida que han tenido que aceptar los depositantes es de unos
5,8 millardos de euros. Chipre, en verdad, es un caso algo excepcional ya que
las obligaciones de su sistema bancario equivalen a unas 8 veces su PIB en
comparación el promedio del 3,5 del resto de la UE.
En palabras claras, el
gobierno recibe un rescate equivalente de 10 millardos de euros y aporta nuevos fondos por unos 5,8 millardos provenientes de los depósitos bancarios privados. Adicionalmente, el sistema bancario
chipriota queda desmontado y la economía de la isla venida a menos. En toda
esta atmósfera de nuevas políticas, se respira un tufo de castigo a los
depositantes rusos quienes se hicieron presente en la UE a través de la puerta
trasera entreabierta con la complicidad del gobierno de la isla. Es una
política basada en el “castigo” y en la eliminación de un enclave financiero
paradisíaco en el seno de Europa.
Proyección de la evolución de la deuda oficial de Chipre como % del PIB. El impuesto sobre los depósitos bancarios permite reducir el % de 145% a 110% para el 2015. |
Para los entendidos, las
señales de un colapso bancario y gubernamental estaban claros. El mismo
gobierno chipriota tuvo que recapitalizar los bancos de la isla por un monto de
$2,5 millardos en julio del 2012. Se comenta que los inversionistas rusos
procedieron a retirar buena parte de sus fondos en los últimos 6 meses o sea
que pudieron evadir la quita y la bancarrota que se hizo presente en los
últimos días.
Desde el punto de vista del
saldo negativo, Chipre como nación queda endeudada por más del 150% de su
economía anual la cual de por sí sufrirá una grave recesión por lo menos
durante los próximos 3 años. Adicionalmente, su sistema bancario ha perdido más
del 30% de sus depósitos.
Además, para el resto de la
UE permanecerá flotando, por largo tiempo, en la mente de sus ciudadanos que la
formula “quita sobre los depósitos, corralito y control sobre el flujo de
capitales” puedo activarse por decisión imprevista de la “troika”. El peligro
del contagio no desaparecerá prontamente. Se ha introducido un significativo
factor de desconfianza lo cual puede activar una corrida bancaria por sucesos
y/o decisiones imprevistas.
EL DESACIERTO ES TAL QUE MUY PROBABLEMENTE SERÁ NECESARIO UN SEGUNDO RESCATE
EL DESACIERTO ES TAL QUE MUY PROBABLEMENTE SERÁ NECESARIO UN SEGUNDO RESCATE
The economist considera que la “troika” ha incurrido en tres errores al acudir a los depositantes bancarios para solucionar una crisis de deuda soberana. El primero, sin duda, es haber generado la sospecha sobre la seguridad de los depósitos. Esto ha contaminado a toda la Eurozona. No hay sino que imaginar la intranquilidad que debe agitar a los depositantes en Grecia, España e Italia. El precedente establecido es nefasto, en especial, para otras dos pequeñas naciones inscritas en la Eurozona: Eslovenia y, a partir del 2014, Latvia.
El segundo es haber
irrespetado el principio de equidad. Se ha protegido a los propietarios de los
bonos bancarios y se ha golpeado a los pequeños depositantes.
Por
último, la decisión en el caso de Chipre debilita todo futuro programa de
rescate ya que seguramente ellos tratarán de involucrar a los depositantes
bancarios mediante la imposición de una quita lo cual incendiará el rechazo
general.
La única justificación de
semejante ex abrupto emanada de Bruselas ha sido una declaración del ministro
de finanzas de Holanda y presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, quien por toda explicación dijo:
“Los desafíos que enfrentábamos en Chipre eran de naturaleza excepcional. Por lo tanto, se determino que medidas únicas eran necesarias”.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y la directora general del FMI, Christine Lagarde, discuten la nueva formula para evitar el colapso de la deuda soberana de Chipre
Un
periodista inglés opinó:
“La gente se está preguntando: ¿Si un gobierno decide de repente ponerle la mano a mi dinero en el banco, por qué debo mantener mi colocación en él?".
En todo caso, los ciudadanos alemanes están complacidos que no han sido ellos quienes han tenido que ayudar a los bancos chipriotas mediante el pago de impuestos adicionales. En esta ocasión, les ha tocado a los chipriotas la cuestionable obligación de hacerlo debido a la ineptitud y al manirrotismo de su gobierno.
RECURSOS
1) Chipre: Just the Facts (Institute of International Finance, March 16, 2013)
1) Chipre: Just the Facts (Institute of International Finance, March 16, 2013)
@revengajr
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