José Rafael
Revenga Julio
13, 2015
jrrevenga@gmail.com
@revengajr
El nivel de los
precios de petróleo es un condicionante de primer orden tanto para el desarrollo
de los pueblos de los países exportadores e importadores como lo es para la
salud financiera de acreedores y deudores. Ya a mediados de año es conveniente
lanzar una atarraya prospectiva en torno al probable comportamiento de dichos
indicadores por mas aventurada sea la prospección.
La combinación
de una oferta que lejos de disminuir aumenta en centenares de miles de b/d con
una demanda en decadencia por los desajustes en el crecimiento económico tanto
de la Eurozona –haya o no un nuevo fondo de rescate para Grecia- como, de
manera inesperada, en China generan una indudable presión deflacionista sobre
los precios del crudo.
Una demanda deprimida
Entre el abanico
de factores de irrupción que parecen neutralizar una progresiva recuperación de
los precios promedios del hidrocarburo desde los niveles deprimidos a partir de
junio del 2014 encontramos los siguientes factores sin poder señalar su valor
de incidencia comparativa:
1)
La
caída en picada durante la primera semana de julio de los valores bursátiles
en las dos principales bolsas chinas
–Shanghai Composite y Shenzhsen Composite- las cuales en solo un mes pierden una
tercera parte del valor de capitalización de los títulos transados en ellas,
unos $3 billones. La magnitud de los valores erosionados representa
porcentualmente el mayor desplome acaecido
en los últimos veinte años.
Aun
más que el descenso prolongado, ha sembrado mayor desconfianza el abrupto y dramático
rescate por parte del Banco Central de la Republica Popular China. Entre otras
medidas para aumentar la liquidez y al mismo tiempo frenar la especulación
bursátil el BCC dicto la reducción del porcentaje de sus fondos que los bancos
están obligados a mantener en reserva, un estimulo en forma de préstamos del
Banco Central a los bancos estatales por seis meses por un total de $40
millardos para que puedan auxiliar a los prestatarios más vulnerables y la
prohibición a los accionistas que detengan más del 5% de una empresa de vender
sus títulos durante los próximos seis
meses,
El
conjunto de dichas acciones dejan traslucir un desacomodo mucho más profundo y
sostenido que afecta una deuda contraída con los bancos locales para especular
con la burbuja de los valores de acciones y títulos que alcanza unos $30
billones. En la Bolsa de Shanghai más de la mitad de las empresas registradas
suspendieron sus actividades.
2)
La
indomable dinámica del rescate financiero de Grecia, a cambio de un plan de
austeridad el cual el gobierno de Alexis Tsipras se apresura a transformar en
guarismos que recorten las pensiones y aumenten los impuestos para ser
merecedor de la ayuda, obviamente incide de manera recesiva sobre la atmosfera
de inversión presente en los 19 miembros de la Eurozona.
El
ir y venir, la marcha y la contramarcha, un “no” que en menos de una semana se
transforma en un “si” para evitar una crisis humanitaria de millones de
ciudadanos griegos, todo esto termina en un no poder encontrar una solución a
la recuperación de la solvencia de Grecia y a disminuir su tasa de desempleo
superior al 25%. Cualquier desenlace final es espurio frente a las exigencias
griegas y al descredito de la Eurozona. La resonancia sobre la demanda
petrolera no puede ser sino regresiva.
3)
El
lunes 10.07 se convierte coincidentemente en la fecha límite tanto para Grecia
como para el desarme nuclear bélico de Irán. Es muy probable que en relación a Irán
la fecha para el cierre de la negociación se posponga algunos días. No así para
Grecia.
Estimo
que independiente del logro de un acuerdo formal con la nación iraní las
sanciones aplicadas hasta ahora se flexibilizarán permitiendo un aumento de la producción
de petróleo. Si el acuerdo llegara a una solución integral, no hay duda que el régimen
iraní aumentaría tan rápido como posible la producción y la colocación internacional
del producto. Los expertos estiman que Irán programa duplicar su nivel actual
de exportación para alcanzar los 2,3 millones de b/d.
La cotización (semana del 06.07 al
10.07) para el crudo liviano y “dulce” (WTI) para entrega en agosto próximo
declina a $52,74 a pesar de un leve aumento ocurrido el 09.07 en el New York
Mercantile Exchange reflejando una caída del 7,4% equivalente a la mayor caída semanal
desde marzo pasado
Un fiel indicador de la intensidad de la
explotación petrolera estadounidense es el número de taladros activos. [Ver aquí: http://goo.gl/U0QYnZ]
Para sorpresa de muchos la semana pasada represento la segunda semana en el
cual se registra un aumento de las unidades después de 29 semanas de declinación.
Las oficinas de análisis económicos de varios de los
principales bancos mundiales, entre ellos el Commerzbank, han revisado su
cotización para fines del 2015 del Brent en menos $10/b en comparación con el
nivel estimado previamente. El nuevo cálculo se debe a una sobreoferta
estructural del mercado la cual no desaparecerá tan rápidamente como se
estimaba.
El descenso de los volúmenes generados por la nueva
tecnología de explotación -el fracking-
no ha seguido el plano inclinado como se suponía debido al desincentivo a la inversión
generado por la caída de los precios.
La consultora Wood McKenzie calcula que a niveles de
$60/b la producción del crudo no convencional [ahora conocido por la etiqueta
“light tight oil o LTO] en los EE.UU es viable y tenderá a aumentar debido a los
continuos progresos en la tecnología de extracción y a pesar de una disminución
del margen de efectivo (cash margin).
Una
oferta excedentaria
El más reciente informe mensual de la Agencia
Internacional de Energía, basada en Paris, expone con toda autoridad la
circunstancia dinámica actual y su proyección a los 12 y 15 meses que rige al
mercado global del petróleo:
El crecimiento de la demanda actual se
frenará en el 2016 a 1,2 millones b/d a
diferencia del 2015 en el cual promediara 1,4 millones b/d.
El volumen de producción global de
petróleo aumentó en 550.000 b/d en junio del 2015 para totalizar 96,6 millones
de b/d lo cual representa un aumento de 3,1 millones b/d. Esta realidad contradice
toda una estrategia de dominar el mercado global y contrarrestar la caída de
los precios mediante la apelación a establecer cuotas nacionales de producción
por parte de algunos productores OPEP y otros no-OPEP.
Un 60% de dicho aumento se debe a
niveles records de producción por parte de Irak. Arabia Saudí y los Emiratos
Árabes Unidos. La suma del aumento de los tres miembros de la OPEP fue de
340.000 b/d en junio 2015 o sea 1,5 millones de b/d más que en junio 2014.
Los precios a la búsqueda de un nuevo
equilibrio cuesta abajo
El reporte de la IEA
concluye que el precio del WTI futures
ha caído en un 14% en el último mes lo cual: “es un testimonio de los vientos
de frente continuados que enfrenta la industria petrolera: El rebalanceo que
comenzó cuando los mercados petroleros emprendieron una caída del 60% hace una
año aun no ha concluido su trayectoria. Los acontecimientos recientes sugieren
que este proceso se extenderá bien adentro del 2016…El mercado no ha pisado
fondo”.
¿Y Venezuela?
La situación global
de la industria se refleja de manera directa e inmediata sobre el nivel de
precios de la canasta petrolera venezolana la cual bajo en $4/b en la semana
del 06.10 para situarse en el promedio de $50.70/b. Si comparamos este promedio
semanal con el promedio mensual correspondiente al reciente mes de junio el
deslizamiento es de $56,35/b al nivel actual.
Todo lo cual señala
la tendencia que privara durante el segundo semestre ya iniciado. El promedio
actual hasta la semana finaliza el 10.07 es de $49,84 lo cual tiende a
confirmar la hipótesis que el promedio final del 2015 girara alrededor, o más o
menos, uno o dos dólares por barril alrededor de la cota de $50/b. Esto
representa una difícil situación al referirla al promedio de $88,42/b del 2014.
Parecería que el
“efecto delfín” se manifiesta durante el segundo semestre y la mejor parte del
2016 con un zambullido progresivo. Muchos expertos y operadores del primer
nivel de los grandes consorcios petroleros se entusiasmaron con la recuperación
durante la primavera la cual evidencio un repunte del 40% a partir de los
niveles de $43/b.
Esta complacencia
empieza a desvanecerse al situarse el WTI a por lo menos $5/b inferior al escenario
pronosticado para el cierre del 2015. La nueva interrogante que surge en el
horizonte inmediato es si el promedio de los últimos seis meses pudiera llegar
a una franja entre $40/b y $45/b de nuevo –como lo adelanta Goldman Sachs- lo
cual desencadenaría calamidades de todo tipo en varios de los países exportadores.
Específicamente
para Venezuela se hace urgente diseñar un modelo de asignación de la renta
fiscal fuertemente diferenciado del actual. El tiempo para formularlo se
extingue al pasar las horas. El 2015 ya no presenta oportunidades para
formularlo debido a consideraciones electorales pero sería aconsejable alistarnos
desde ya para evitar que en el 2016 no se nos prenda todo el tablero con luces rojas.
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