José Rafael Revenga Enero 19, 2014
El Papa Francisco, más allá de sus pronunciamientos y de sus actuaciones y gestos que han comunicado su compromiso para renovar y actualizar la Iglesia, procede con tenacidad, y seguramente con cálculo, a domar a los centros de poder entronados en la Curia Romana.
La secuencia y la naturaleza de sus acciones revelan un diseño para tomar las riendas y transformar una organización vaticano-céntrica plagada de opacidad en una plataforma de apelación mundial.
En los escasos 10 meses desde su elección, Francisco ha tomado cuatro mega-iniciativas que encarnan su objetivo de transformar no solo la faz de la Iglesia sino también su mente y su querencia.
PRIMERA INNOVACIÓN: CONSEJO CARDENALICO G-8 "supra Curia"
Creo un nuevo Consejo Cardenalicio Internacional, integrado por ocho miembros. El nuevo ente supra Curia tiene por misión reorganizar la Curia, hasta ese momento convertida en una burocracia enclaustrada y casi omnipotente. Se instaló la primera semana de octubre pasado y sesionó durante tres días del 03 al 05. Pocos han comentado que Francisco de inmediato modificó su status inicial de un ente asesor y lo convirtió en un organo permanente para el manejo de la Iglesia.
El Consejo se reunió por segunda vez del tres al cinco de diciembre del 2013 y programó la revisión de todos los ministerios curiales y comisiones pontificias.
El 17 y 18.02 el Consejo Cardenalicio tendrá su tercera reunión. Sus integrantes son: Oscar Rodríguez Maradiaga (Tegucigalpa), Francisco Javier Errazuriz Ossa (Santiago, Chile), George Pell (Sidney), Giuseppe Bertello (Gobernador del estado Vaticano), Sean Patrick O´Malley (Boston), Reinhard Marx (Mónaco de Baviera), Oswald Graias (Mumbai) y Laurent Monsengwo Pasinya (Kinshasa).
SEGUNDA INNOVACIÓN: CONTROL DE LA CONGREGACIÓN PARA LOS OBISPOS
El pasado 18.12 Francisco renueva de manera importante la Congregación responsable de los 5.000 obispos y de proponer los nuevos nombramientos. Sustituye a 12 de los 30 miembros pero sobretodo hay que resaltar la salida de dos prelados: los cardenales Raymon Burke, presidente de la Signatura Apostólica y Justin Rigali.
TERCERA INNOVACIÓN: NUEVOS CARDENALES (12.01.2014)
El domingo 12.01 en ocasión de pronunciar el Angelus dominical desde la ventana que da sobre la plaza de San Pedro, Francisco dió a conocer el primer grupo de 19 cardenales designados por él. Ellos se incorporarán formalmente al Colegio de Cardenales en el Consistorio previsto para el próximo 22.02.
La gran parte de los comentarios ha enfatizado la distribución geográfica y la proveniencia de naciones pobres. En verdad, de los 16 cardenales que tienen derecho a votar en una elección papal por no haber alcanzado la edad límite de los 80 años -todos se encuentran en el grupo de edad entre los 55 a los 74 años- nueve provienen del llamado "mundo en desarrollo" (Argentina, Brasil, Burkina Faso, Chile, Costa de Marfil, Haití, Filipinas, Nicaragua) y siete provienen de Alemania, Canada, Corea del Sur, Gran Bretaña e Italia. Tanto Haití como Burkina Faso se encuentran en el mayor nivel de pobreza. Hay cuatro con sedes en América Latina (Argentina, Brasi, Chile y Nicaragua), dos de África y dos de Asia.
Tanto o más significativo es el hecho que solo cuatro de los recien nombrados ocupan cargos curiales (Pietro Parolin, Gerhard Mueller, Beniamino Stellay Lorenzo Baldiserri. Merece especial atención la inclusión de éste último por ser el actual Secretario del Sínodo de los Obispos, un organismo para-curial al cual Francisco asigna especial importancia para promover la colegialidad en el gobierno de la Iglesia.
Tres de los 19 prelados recien elevados a la categoría de purpurados lo son en calidad de cardenales emeritus dado que han sobrepasado el umbral de los 80 años y la distinción cardenalicia es primordialmente un reconocimiento por méritos.
Es evidente que Francisco se ha fijado como meta deseuropeizar y desitanializar la estructura funcional de la Iglesia. Es su segunda "gran discontinuidad" con el diseño de su antecesor quien en su Consistorio del 18.02. 2012, un año antes de su dimisión, llevó el número de cardenales votantes a 125 de los cuales 67 eran europeos y de ellos 30 italianos. Además, en la Curia tenían sus despachos 44 purpurados. El 24.11.2013, un par de semanas antes de anunciar su renuncia al pontificado, Benedicto formaliza el ascenso de seis nuevos cardenales provenientes de Filipinas, EE.UU, Colombia, Líbano, India y Nigeria.
Es significativo que Francisco omitió elevar al rango cardenalicio a los arzobispos de Venecia y Turin, importantes sedes eclesiásticas las cuales tradicionalmente han contado con esa distinción. En vez, concedió esa distinción al arzobispo de Perugia.
CUARTA INNOVACIÓN: NUEVA COMISIÓN CARDENALICIA PARA EL "BANCO DEL VATICANO" (15.01.2014)
El 15.01 Francisco renovó la Comisión Cardenalicia de vigilancia del llamado "banco del Vaticano" (IOR ) nombrando por el prózimo quinquenio a cinco miembros entre los cuales incluyó al arzobispo y nuevo Secretario de Estado Pietro Parolin. Los últimos integrantes habían sido designados por Benedicto XVI por un quinquenio hace menos de un año, el 16.02.2013, y a menos de dos semanas de su abandono voluntario del pontificado. La primera "discontinuidad" significativa entre los dos Papas ha sido el empeño y la capacidad de Francisco de ponerle coto a "grandes irregularidades" en el manejo humano y financiero de la Curia.
El único cardenal del anterior equipo que fue ratificado fue el francés Jean-Louis Tauran. Importantes medios internacionales hablán del "despido" de los cuatro cardenales para proceder a la "limpieza" o "shake up" del Banco al cual Francisco ha amenazado con cerrar. Es significativa la remoción del cardenal Domenico Calcagno, presidente de la de la entidad encargada de administrar los fondos de la Santa Sede, actualmente bajo investigación por las autoridades italianas por "irregularidades financieras". Monseñor Nunzio Scarano, actualmente juzgado por intentar contrabandear 20 millones de euros en efectivo desde Suiza a Italia el pasado mes de julio, era un funcionario de la entidad financiera dirigida por el cardenal Calcagno.
SORPRESAS POR VER:
Reflexiones sobre la familia
Francisco convocó a todo el Colegio Cardenalicio a dos jornadas de reflexión el 20 y 21.02, previos a la realización del Consistorio. Si bien dichos encuentros son tradicionales, lo es menos el tema escogido: la familia. Este tema, es a su vez, el tema primordial del próximo Sínodo de Obispos convocado para realizarse en el Vaticano el próximo mes de octubre.
Nuevos cardenales
Unos 32 cardenales sobrepasarán la edad de 80 años a fines de abril del 2017 lo cual le permite a Francisco nominar a igual número de sustitutos para mantener lo que se ha convertido en el criterio reciente de mantener el límite de 120 electores.O sea, que es razonable entrever que Francisco contará con unos 48 nuevos cardenales para esa fecha para acompañarlo en su programa de transformación de la Iglesia.
El G-8 en acción
Francisco anunció la creación del nuevo ente cardenalicio en abril del 2013 con carácter consultivo para "estudiar un proyecto de revisión" de la burocracia vaticana. En la primera reunión de los ocho cardenales en la primera semana de octubre pasado, el Papa anuncia que el G-8 es un órgano permanente y no meramente ocasional. Y en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium (24.11.2013), Francisco da el paso definitivo y da a conocer el diseño fundamental de su pontificado: "una reforma continua" de la Iglesia en la medida en que es "una institución humana aquí en la Tierra".
Francisco ha convocado una Asamblea Extraordinaria del Sínodo a llevarse a cabo en la Ciudad del Vaticano entre el 05 y el 19.10 de 2014 sobre el tema "Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización". Sobre tan complejo y debatido tema existe hoy en día una especie de "guerra cultural" entre legiones de fieles y una serie de preceptos doctrinarios la cual será difícil de resolver en armonía. Es un "desafío pastoral". No hay mucho que esperar de la anunciada asamblea de obispos ya que ella se limitará a levantar "el estado de la cuestión" y a recoger propuestas por parte de los convocados pertenecientes a las Iglesias particulares mediante un cuestionario ya distribuido. Será solo en una asamblea ordinaria del Sínodo, prevista por el Papa para el 2015, cuando se definirán líneas pastorales.
Hacer clic para ver el documento preparatorio del próximo Sínodo (10.2014)
En relación a varios de los temas por cubrir, la "guerra cultural" se extiende al nivel más alto de la jerarquía eclesiástica. Por ejemplo, en relación al tema de los divorciados que se han vuelto a casar, el Cardenal Gerhard Ludwig Müller, nada menos que Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, difunde en L´Osservatore Romano a principios de noviembre último un artículo
cuyo contenido cancela drásticamente la práctica vigente en las Iglesias ortodoxas sobre la posibilidad de una bendición de las segundas nupcias y por consiguiente del acceso a los sacramentos de los divorciados que se han vuelto a casar.
Por el contrario, el Cardenal Reinhard Marx, miembro del G-8, se pronunció de manera tajante en una reciente reunión de obispos alemanes en la cual explicó que un enorme número de fieles no puede comprender por qué "una segunda unión no sea aceptada por la Iglesia":
"El Prefecto no puede acabar con la discusión... Veremos que será extensamente discutido en el Sínodo. No sé cual será el resultado".En todo esto, jugará un papel primordial, el Secretario General del Sínodo y nuevo cardenal, el arzobispo Lorenzo Baldisseri.
NOTA : LOS NUEVOS CARDENALES
Monseñor Pietro Parolín, Secretario de Estado; monseñor Lorenzo Baldisseri,, Secretario General del Sínodo de los obispos; monseñor Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; monseñor Beniamino Stella, prefecto d ela Congregación para el Clero; monseñor Vincent Gerard Nichols, arzobispo de Westminster (Gran Bretaña); monseñor Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Managua (Nicaragua); monseñor Gérald Cyprien Lacroix, arzobispo de Québec (Canadá); monseñor Jean-Pierre Kutwa, arzobispo de Abidjan (Costa de Marfil); monseñor Orani João Tempesta, arzobispo de Río de Janeiro (Brasil); monseñor Gualtiero Bassetti, arzobispo de Perugia (Italia); monseñor Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires (Argentina); monseñor Andrew Yeom Soo jung, arzobispo de Seúl (Corea); monseñor Ricardo Ezzati Andrello, S.D.B., arzobispo de Santiago del Chile; monseñor Philippe Nakellentuba Ouédraogo, arzobispo de Ouagadougou (Burkina Faso); monseñor Orlando B. Quevedo, O.M.I., arzobispo de Cotabato (Filipinas); monseñor Chibly Langlois, obispo de Les Cayes (Haití).
Tres cardenales émeritos: monseñor Loris Francesco Capovilla, arzobispo titular de Mesembria; monseñor Fernando Sebastián Aguilar, C.M.F., arzobispo emérito de Pamplona y monseñor Kelvin Edward Felix, arzobispo emérito de Castries.
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