José Rafael Revenga Junio 03, 2013
El programa oficial, eufemísticamente apodado de
“estabilidad”, presentado por el presidente de España, Mariano Rajoy, a los
“monjes sabios” de Bruselas prevé que al final de su mandato -2012/2015 pues
entró en Moncloa en diciembre del 2011- el desempleo en la nación habrá de
aumentar de 22,8% a 25,8% .Triste confesión de una insensibilidad e incapacidad para corregir el rumbo de la economía de una nación a su cargo.
Este indicador, hábilmente camuflado en cifras porcentuales, sirve
para esconder la realidad cruda del incremento del número de personas
desempleadas. De acuerdo a dichas cifras oficiales, durante los 4 años de la
legislatura de Rajoy, se destruirán 1,3 millones de puestos de trabajo a
tiempo completo.
Claramente, esta espeluznante cifra desde el punto de vista
humano, viene a sumarse a la gigantesca cantidad de desempleados ya existentes
al cierre del gobierno de Rodríguez Zapatero. El supuesto logro benéfico propuesto por Rajoy fija para el 2016 el inicio del descenso del desempleo en un 1%. O sea, oficialmente
a los españoles no les queda más camino que aguantar.
La tasa de desempleo en relación a la fuerza de trabajo potencial es un indicador genérico. Si profundizamos el análisis de las cifras, nos encontramos que del 27% de los parados a finales del 1T13 un 9% tiene 2 años o más buscando trabajo sin éxito. Este porcentaje ha aumentado bruscamente a partir del 1T09 cuando era algo superior al 1% lo que se traduce en la conclusión que tanto Zapatero como Rajoy han sido incapaces de evaluar y/o controlar el proceso de destrucción humana y de productividad.
El equipo económico del presidente Rajoy tozudamente insiste
en cumplir unas metas de destrucción de la economía y del tejido social
español solo para complacer a una invisible burocracia instalada cómodamente en
Bruselas, en donde la gastronomía y la buena educación prevalecen en proporción
indirecta a los días de sol. Todo en aras de una equívoca “estabilidad” y ambigua
“austeridad”.
En palabras claras, alejadas de los engañosas
pronunciamientos oficiales, la promesa de Rajoy es que al terminar su mandato a
fines del 2015, 1 de cada 4 ciudadanos españoles en capacidad y con disposición
a trabajar, tendrá cerradas las oportunidades de empleo en el 2015. Como meta
de una política pública a nivel de toda la población, es absurdo y dramático
que un gobernante establezca dicha meta como un logro digno de apoyo.
Aún dicha comparación no revela la cifra “shock” del total
de 6.202.700 parados al cierre del primer trimestre del 2013. La subida del
número de los desempleados parece crecer de manera acelerada ya que en 1T13
aumentó en 237.400 mientras que el total registrado en todo el 2012 fue de 563.200.
personas adicionales que perdieron su empleo.
Otros indicadores numéricos retratan con mayor precisión la
naturaleza de una realidad trágica. La tasa de paro en la población extranjera
es de casi el 40% lo cual ha impulsado el retorno a su país de origen de
cientos de miles de ciudadanos ecuatorianos que desde hace más de 10 años
emigraron a España para suplir la demanda de personas en la agricultura y en
los servicios. La prensa madrileña reporta con asombro el éxodo a la inversa de
decenas de miles de profesionales españoles que ahora quieren rehacer su vida
en Ecuador.
En cuanto al porcentaje de parados, Andalucía figura en
primer lugar con un devastador 36,87%. Le siguen la Comunidad Valencia y las
Islas Baleares.
La tasa
de paro juvenil, una de las más altas de Europa junto a Grecia (58,4%) y
que tiene en cuenta a los menores de 25 años, alcanza ya el 57,22% o sea 2,09 puntos
más que en el cuarto trimestre de 2012 con un total de 960.400 jóvenes
desempleados.
La tasa de desempleo en relación a la fuerza de trabajo potencial
es un indicador genérico. Si profundizamos el análisis de las cifras nos
encontramos que del 27% de parados a finales del 1T13 un 9% tiene 2 años o más
buscando trabajo sin éxito. Este porcentaje ha aumentado bruscamente a partir
del 1T09 cuando era algo superior al 1% lo que se traduce en la conclusión que
tanto Zapatero como Rajoy han sido incapaces de evaluar y/o controlar el
proceso de destrucción humana y de productividad.
Los adeptos al Partido Popular le echan la culpa a la gestión del
PSOE bajo la presidencia de Zapatero. Es conveniente recordar que en su
gobierno solo en el primer trimestre del 2009 se destruyeron ¡802.200 empleos! A
la bisconversa, el Partido Socialista y en especial su secretario general Pérez
Rubalcaba, culpa a Rajoy de empecinarse en agravar la situación. Parecería que
ambos tienen razón en sus alegatos.
En el primer trimestre del 2008, Zapatero inicia lo que será una
rocambolesca gestión con un 10% de desempleo, es decir 1 de cada 10 españoles.
A finales de su gobierno en el último trimestre del 2011, la tasa de desempleo
se ha duplicado para alcanzar 21%, 1 de cada 5 empleables fuera del mercado de
trabajo. En solo 4 años Zapatero destruyó 2,5 millones de empleos y por lo tanto
igual número de oportunidades de bienestar económico y de superación personal y
colectiva. La gestión de Rajoy añadirá a su final otros 1,5 millones de paraos.
El equipo económico del presidente Rajoy tozudamente insiste
en cumplir unas metas de la destrucción de la economía y del tejido social
español solo para complacer a una invisible burocracia instalada cómodamente en
Bruselas, en donde la gastronomía y la buena educación prevalecen en proporción
indirecta a los días de sol. Todo en aras de una equívoca “estabilidad” y
ambigua “austeridad”.
Las cifras más recientes
indican que el tasa de desempleo en España alcanza un brutal 27, 16% y que ella
crece de trimestre en comparación con el trimestre anterior a un 1,14%.
Si ese descalabro humano hubiese sido el costo de la
reducción del déficit fiscal, se tendría por lo menos una justificación para el
sacrificio incurrido. No ha sido así.
La meta inicial anunciada por Rajoy para la administración
central en el 2012 era del 3,2% pero después se vio obligado a negociar con
Bruselas y ambas partes accedieron en aceptar un objetivo algo menos exigente:
un 3,5%. En la realidad, el desempeño fue peor: el déficit fiscal fue del
4,11%. Si a eso le sumamos el déficit incurrido a causa de la cobertura de la
seguridad social, el total crece a 5, 08%. Un rotundo fracaso. La comisión de
Bruselas se ha visto obligada a extender el cumplimiento de la meta del 3% para
el déficit fiscal del 2014 al 2016.
Otro indicador de la incapacidad de controlar las variables
fiscales es el anuncio de Rajoy la semana pasada en cuanto al aumento del
impuesto sobre la renta –el IRPF-. El incremento, anunciado en diciembre del
2011a los pocos días de encargarse Rajoy
de la presidencia, tendría una vigencia solo durante el 2012 y el 2013. Ahora
el gobierno se ve obligado a extenderlo por lo menos por un año adicional. Y a
más impuestos menores estímulos para el crecimiento de la economía y mayor
número de “parados”.
Bruselas considera que este incremento impositivo es
insuficiente y propone un aumento del IVA y un mayor IRPF, es decir superior al
decretado a fines del 2011. Seguramente, el segundo ítem se aplicará en el
2014. Adicionalmente, el gobierno se ve obligado a aumentar otros impuestos
indirectos y especiales.
España no verá un crecimiento de su economía en el 2013.
Está proyectada una caída del 1,3% lo cual es una situación peor a la
inicialmente anunciada del -0,5%. Los
resultados del 1T2013 arrojan una caída del 2% lo cual prefigura un escenario
aún peor para la generación del desempleo durante el año.
Luis Riestra Delgado, (http://www.macromatters.es/?p=2795), un economista independiente, calcula que España requiere un 1,25% de crecimiento
anual para reducir la generación de nuevos parados a cero. Si el decrecimiento
en el 2013 llegara a ser el -1,5% y en el 2014 un -1%, Riestra calcula que los
parados a fines del 2014 llegarían a 7.200.000.
La OCDE no gasta miramientos en cuanto a su prospección de
hacia dónde deriva la economía española. Ella estima que el paro cerrará el
2013 en el 28% y se mantendrá en ese nivel durante el 2014 contrariando así a
Rajoy quien habla de un 26,7% para el próximo año.
Las previsiones de la OECD son más negativas que las comprensiblemente más favorables del gobierno de Rajoy |
La OCDE estima que la tasa de
paro, que arrancó el año con un nuevo récord -6.200.000 parados- cerrará 2013
en el 28%, y que ese será el promedio para 2014, muy alejado del pronóstico del
Ejecutivo de Rajoy, quien cree que la reducción de la población activa haría
disminuir la tasa de paro al 26,7% el próximo año.
El 2013 verá el ascenso continuo del número de parados. Se estima que alcanzará los 7.200.000 personas (Cortesía elpaís.com) |
España vive un desmanejo
total de su economía a partir del 2008 cuando los parados representaban un 8%
de la fuerza de trabajo y eran algo menos de 1.800.000 personas. Los 4 últimos
años de Zapatero más los 3 años en curso de Rajoy muestran la ausencia total en
cuanto a la formulación de una política publica para revertir una aceleración
casi constante e interrumpida de la generación del desempleo que promedia unos
750.000 por año. La economía española está profundamente enferma en sus raíces
y solo encuentra propulsores negativos. Rajoy ha apostado a la formula de la austeridad fiscal equivalente a reducciones, despidos y aumento de impuestos
sin estímulo o factores compensatorios.
España no verá un crecimiento de su economía en el 2013. Está proyectada una caída del
1,3% lo cual es una situación peor a la inicialmente anunciada del 0,5%. En el
mejor de los casos, si todo le sale bien al equipo de Rajoy, la situación del
desempleo será igual a la que dejó Zapatero al entregar su mandato en diciembre
del 2011. Los guarismos de la macroeconomía no reflejan los 4 años perdidos y
el contingente humano de parados congelados en una situación de desempleo por
varios años.
Si el promedio y el número absoluto de parados en España es aterrador, mucho más lo es la situación en las regiones del centro y del sur del país. Por ejemplo, En Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y las Canarias el desempleo afecta a 1 de cada 3 miembros de la fuerza laboral. Esta realidad tiene que expresarse en alguna forma de disrupción.
Si el promedio y el número absoluto de parados en España es aterrador, mucho más lo es la situación en las regiones del centro y del sur del país. Por ejemplo, En Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y las Canarias el desempleo afecta a 1 de cada 3 miembros de la fuerza laboral. Esta realidad tiene que expresarse en alguna forma de disrupción.
España no se encuentra solo en su
ineptitud en encontrar una formula adecuada para el manejo provechoso de su
economía. El último informe de Eurostat, oficina especializada de la Unión
Europea señala que la tasa de desempleo de los 17 países de la Eurozona para
abril 2013 ha aumentado a 12,2% lo cual equivale a casi 20 millones de parados.
En comparación con el mes anterior, el paro afectó a 95.000 nuevas personas. Si se incluyen los 10 países adicionales que configura la Unión Europea habría que agregar 7 millones de parados adicionales.
Una sencilla reglas de tres enseña que la reducción de gastos más el aumento de impuestos resulta en una contracción
económica evitable solo sí se compensa el efecto negativo con un adecuado
programa de estímulo al emprendimiento privado y a la generación de nuevos
empleos. Europa no ha aprendido la lección. Por ejemplo, en Grecia el desempleo
aumento de un abismal 21,9% en 02.2012 a 27% en 02.2013. España se encuentra de quien a quien con
Grecia.
"LA GENERACIÓN PERDIDA"
Si bien el desempleo afecta a
géneros y regiones de manera brutal, su manifestación más angustiosa y
perniciosa se da en la población juvenil. Su magnitud es tal y sus efectos a
largo plazo tan devastadores que con razón y desespero se la puede llamar “la
generación perdida”.
Más de la mitad de los jóvenes en Grecia (62,3%) y España
(56,4%) se encuentran parados. Es decir, fuera del sistema educativo y a la
vez, fuera del sistema de empleo. Mismo en Portugal (42,5%) e Italia (40,5%)
cerca de uno de cada dos de sus jóvenes se encuentran atrapados en esta “zona
de nadie”.
El drama de estos jóvenes es que muy difícilmente reingresan
al sistema educativo o de entrenamiento ocupacional. Además, su condición de
desempleados tiene a convertirse en una situación crónica en la cual las
esperanzas se evaporan de manera definitiva.
A pesar de la magnitud y de la tendencia del proceso, los
gobiernos en juego apenas ahora comienzan a esbozar unos modestísimos planes
vacíos de contenido real. Al incluir en el análisis los 10 países fuera de la
Eurozona pero integrantes de la Unión Europea, el promedio de los jóvenes
desempleados y fuera de las oportunidades de educación y entrenamiento en las
27 naciones se mantiene casi igual: 23,5% lo cual arroja un total de 5.627.000
personas.
El economista y profesor español Agustín
del Valle retrata el callejón sin salida en que se encuentra “la generación
perdida”con toda crudeza:
“Para resolver el problema del desempleo juvenil no se puede esperar más tiempo. Y las soluciones instrumentadas a corto plazo no sirven de nada. Tienen que ser a largo plazo, cuando tengamos crecimiento y haya una reforma seria de la educación que reequilibre el exceso de universitarios y la escasez de estudiantes de formación profesional, cuyas necesidades se van a duplicar en el futuro. Los jóvenes necesitan un plan de choque con fondos suficientes y que provoque efectos desde el principio. Tenemos que ser conscientes de la gravedad del problema, del peligro que corremos de que haya una generación perdida, de individuos que a los 30 o 40 años tengan trabajos precarios y malvivan dentro de una década”.
Los gobiernos
europeos sordos durante unos 5 años al problema, empiezan a reconocer el
desastre que han armado mientras se ocupaban de reducir contablemente los
excesos fiscales de Grecia para otorgarle, de hecho a fondo perdido, más de 300
millardos de euros y el Banco Central Europeo se las ingeniaba para adquirir
“bonos basura” españoles e italianos por cientos de millardos de euros.
Ahora algunos
gobiernos empiezan a hablar de “Un Nuevo Trato para Europa” después de más de 3
años de un debate estéril entre conceptos contrapuestos de “austeridad” y
“crecimiento”, ambos igualmente vacíos de contenido operacional. El “trato”
contempla medidas tan poco innovadoras como pagar cursos de idioma y financiar los
planes de viaje para que los jóvenes
emigren de su país y puedan buscar empleos en otras naciones europeas.
A
pesar de su alcance ridículo frente a las dimensiones del problema, el efecto
neto será promover la fuga de capitales humanos hacia los países europeos centrales y nórdicos especialmente Alemania y Suiza aunque también se encuentran como destinos preferido Gran Bretaña, la región del Tirol en Austria y los Países Bajos.
Por ejemplo, el
número de italianos emigrados a Alemania aumentó en un 30% del 2011 al
2012. La cifra de 79.000 personas
incluyó un gran porcentaje de profesionales y graduados altamente calificados.
En cuanto a España, unos 114.000 de sus ciudadanos emigraron hacia otros países
en el 2012 en búsqueda de empleo.
Inicialmente, la UE
ha asignado 6,1 millardos de euros para financiar el viaje de los parados de
los países europeos del Mediterráneo con la finalidad de visitar países con
oferta de empleos y de enrolarse en cursos de aprendizaje una vez hayan
asistido a los cursos de lengua respectivos. En particular, Alemania se ha
comenzado a darse cuenta que el futuro de la Eurozona depende más de lo que
suceda en las calles de Madrid, Barcelona, Atenas y Salónica que en los
equilibrios contables de la situación fiscal de países al borde de la
insolvencia.
El martes 04.06 los
ministros alemanes de Economía y de Trabajo se reúnen con sus contrapartes
franceses en París con el objetivo de precisar la articulación del “Nuevo Trato”
que incluye financiamiento a las pequeñas industrias. La cancillera Merkel,
consciente de la intensa resaca producto
del desempleo de los jóvenes y del odio hacia la austeridad impuesta por
Alemania, ha convocado a los 27 ministros de Trabajo de la UE a una reunión en
Berlín el próximo julio.
EL YATE DE LA CASA REAL: LA AUSTERIDAD EN DISPUTA
Otro amago de
solución, la cual raya en lo caricaturesco, es la decisión de S.M. el Rey de
España de proceder a vender su yate. La lujosa embarcación que costó $30
millones hace unos 13 años fue el obsequio de un grupo de unos 30 empresarios
de las Baleares quienes contribuyeron cerca de $1 millón c/u como
agradecimiento al Monarca por su empeño en promover las Islas. El gesto de austeridad del Rey Juan Carlos ha tenido por objetivo entregar el yate al Patrimonio Nacional lo cual generó de inmediato una protesta por parte de los donantes quienes exigen la devolución del barco ya que su generosidad condicionaba su uso al Rey y a sus familiares. En verdad, pocas iniciativas le salen bien tanto al Rey como a Rajoy.
LAS REGIONES EUROPEAS CON EL MAYOR PORCENTAJE DE JÓVENES PARADOS (16 a 24 años)
El impacto del
desempleo de los jóvenes en ciertas regiones europeas adquiere características
aún más dramáticas que los promedios nacionales. En Salónica, Grecia 3 de cada
4 jóvenes están fuera del sistema educativo y del laboral. En España, 5
regiones (Melilla, Extremadura, Andalucía, Canarias y Ceuta) registran c más
del 60% de sus jóvenes como integrantes de “la generación perdida” mientras que
en el Tirol y en Salzburgo el porcentaje correspondiente no supera el 2,5.
“Mariano Rajoy se trae también del norte un plan de empleo para jóvenes tan ridículo como intentar vaciar el océano con un cubo. Europa destinará 6.000 millones de euros para luchar contra el paro juvenil; parecen muchos hasta que se hacen los números. El dinero es para los próximos siete años, hasta 2020. Y con él se pretende solucionar la situación de 5,7 millones de jóvenes sin trabajo (dos millones de ellos son españoles). Traducido: el gran plan por el empleo juvenil alcanza la increíble cifra de 150 euros al año por cada joven parado. ¡Seguro que con ese dinero lo arreglamos!”
“Además, parte de esa inversión –según ha propuesto Hollande con el respaldo de Alemania– irá destinada a crear un remedo de la beca Erasmus que ayude económicamente a las empresas que contraten como becarios a jóvenes de otros países con mucho paro. Es decir, que la genial ideal de la UE para acabar con el desempleo juvenil pasa por descapitalizar aún más a España, subvencionando a las empresas francesas, holandesas o alemanas que contraten en prácticas a esos jóvenes españoles que tanto dinero ha costado formar. Pues muchas gracias por la ayuda, querida Europa”.En palabras mías: "Se trata de descapitalizar a España, por las buenas o por las malas".
Todo lo anterior debería encontrar salida en la conducción del gobierno por parte del partido electoralmente triunfador. En el caso de España, el PP está llamado a ejercer la responsabilidad primordial. No obstante su menguado desempeño tiende a descalificarlo en la opinión pública.
jrrevenga@gmail.com