José Rafael Revenga Mayo 14, 2017
Un “gran estruendo” ocasionó la semana pasado el taller
internacional sobre cosmología promovido por el Papa Francisco señalando que el “Big Bang” era
un hecho real en absoluto reñido con el contenido de la Fe.
La reunión tuvo lugar en Castelgandolfo, al sur de
Roma, y homenajeó el legado científico del poco conocido monseñor Georges Lemaître (1894-1966), sacerdote
jesuita belga y cosmólogo autor de la teoría del “Big Bang” la cual afirma que
el origen del universo se dio en la forma de una gigantesca explosión.
El científico llamó a su teoría “la hipótesis del átomo primitivo”.
Con dicho acto, la Iglesia fija posición definitiva
en el sentido que no hay conflicto entre ambas verdades: las que va
descubriendo la Ciencia y las que son propias de la Fe.
El
co-creador del “Big Bang”: Georges Lemaître
Francisco dirigió un mensaje a los participantes el
viernes 12.05. Entre sus pronunciamientos destaco un par de ellos:
«La existencia y la inteligibilidad del universo no son fruto del caos y de la casualidad, sino de la Sapiencia divina, presente “como primicia de sus caminos, antes de sus obras, desde siempre”
“Tanto como sacerdote Católico como cosmólogo, Monseñor Georges Lemaître conocía bien la tensión creativa entre la fe y la ciencia, y siempre defendió la clara distinción metodológica entre los campos de la ciencia y la teología. Al integrarlas en su propia vida, él las consideraba como áreas de competencia distintas. Esa distinción, ya presente en Tomas de Aquino, evita un cortocircuito que es tan dañino para la ciencia como lo es para la fe”.
“Frente a la inmensidad del espacio-tiempo, nosotros los humanos podemos experimentar asombro y un sentido de nuestra propia insignificancia… Como le gustaba decir a Albert Einstein: “Uno puede decir que el eterno misterio del mundo es su comprensibilidad”.La Cosmología entra al Vaticano
En efecto, desde el martes 09.05 hasta el viernes 12.05
el Observatorio Vaticano –fundado por el papa León XIII en 1891 y desde 2015
dirigido por el hermano jesuita Guy Consolmagno quien recibió la Medalla Carl
Sagan de la American Astronomical Association en 2014- organizó un encuentro sobre “Huecos negros,
ondas gravitacionales y singularidades espacio-temporales” con la participación
de los mas destacados físicos y cosmólogos a nivel mundial.
Guy Consolmagno, director del Observatorio Vaticano, y un amigo |
Sus dos temas principales:
“Cuales son los actuales límites de la moderna cosmología científica?”
“Cuales son los actuales límites de la moderna cosmología científica?”
“Cuales son
reales desafíos científicos que pueden ser explorados en el futuro a corto plazo?
Cómo
nace el “Big Bang”
Georges Lemaître,
sacerdote belga (S.J.) es el autor de un artículo destinado a especialistas en
1927 en la publicación periódica Annales de la Societé scientifique de
Bruxelles.
Su titulo:
Su titulo:
“Un universo
homogéneo de masa constante y de un radio creciente”.
El “paper” fue traducido parcialmente al
inglés por Arthur Eddington en 1931. Eddington ya había escrito en 1930 un
extenso comentario sobre el artículo de Lemaître en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
En términos mas descriptivos, Lemaître postulaba que
el Universo se encontraba sometido a un proceso de
expansión continua.
Adicionalmente, el cosmólogo belga es el primero en
fijar la relación constante entre distancia de la galaxia y su velocidad de
distanciamiento al tener en cuenta que las galaxias se alejan las unas de las
otras de manera permanente.
Más tarde, a partir de 1929, esta relación fue
conocida como la “constante de Hubble” de acuerdo a la
estimación de su valor –más precisa que la suministrada por Lemaître- por los cálculos del
astrofísico estadounidense Edwin Hubble (1889-1953)
Ver:
Ya en 1933 el prestigio científico de
Lemaitre es reconocido internacionalmente y publica su trabajo “Evolution of
the Expanding Universe” en la Academia Nacional de Ciencias de los EE.UU.
Ver:
En 1922 Lemaître
redacta un breve trabajo sobre la física de Einstein lo cual le permite obtener
una beca de estudios y se inscribe en la Universidad de Cambridge, Gran Bretaña
como estudiante y investigador en los cursos dados por el astrónomo Arthur
Eddington.
El año próximo es admitido en el Massachusetts Institute of Technology. En 1926
regresa a la Université Catholique de Louvain y en 1927 tiene su primer
encuentro con Albert Einstein en el históricamente famoso congreso científico
Solvay que tuvo lugar en 1927 en la
Universidad Libre de Bruselas.
Si bien Lemaître
fue un co-creador de la “teoría del átomo primitivo” como la llamó, el ruso Alexander Friedmann (1888 – 1925) fue
el primero en publicar una teoría de la expansión del Universo en una revista
alemana en 1922.
En verdad, un astrónomo estadounidense, Vesto
Slipher (1875-1969), postuló en 1917 que por lo menos un cierto tipo de
“nebulosas” (hoy en día se las llama “galaxias”) presentaban una tendencia
sistemática a alejarse de nosotros. Slipher fue director del Observatorio
Lowell en Arizona desde 1916 a 1952.
Dos
eminencias corregidas por Lemaître: Einstein y Pío XII
El cosmólogo belga tuvo la oportunidad de ”corregir” a dos eminencias. La primera fue
Albert Einstein.
Einstein fue el autor
del primer modelo cosmológico (1915-1917) con su teoría general de la
relatividad pero la fundamenta en un universo estático o en contracción y, por
lo tanto, excluía la expansión. Años mas tarde, lo consideró como “el mayor
error de mi vida”.
Lemaître le porfió a
Einstein durante años que las soluciones cosmológicas a la teoría general no
podían ser estáticas ya que las velocidades de distanciamiento eran
proporcionales a su distancia de nosotros.
Einstein se dirige a Lemaître en 1927 diciéndole:
"Vos calculs sont corrects, mais votre physique est abominable".
[“Sus cálculos son correctos, pero vuestra física es abominable”]
Mas tarde, a principios
de 1931, se encuentran en Pasadena, California y Einstein admite su
equivocación. El último encuentro de los dos genios tuvo lugar en Princeton en
1935.
Albert Einstein, Ceorges Lemaitre, Edwin Hubble |
En 1958 Lemaître
escribe un artículo con el título “Rencontres avec Einstein” en el cual reseña
los diferentes encuentros entre dos genios:
“I saw Einstein again four years later in California at the university in Pasadena. Speaking to me about the doubts that arose in his mind about the inevitability, under certain conditions, of the zeroing of the radius of the universe, Einstein proposed a very simplified model of the universe to me, for which I had not the slightest difficulty to calculate the tensor energy. This occasion taught me a lot about his way of thinking and his way to truncate indecision by making a decision based on a good selection of examples. He concluded that the loophole he had thought of did not work.”
“I had many conversations with Einstein in that period, generally during walks, and almost always, then as afterwards, on the theme of the cosmological constant “lambda”, that he had cleverly introduced in his equations, but with which he was never satisfied and was trying to retract.”
El segundo “corregido” fue el Papa Pío XII quien
impulsó las actividades de la Pontifícia Academia de las Ciencias animado por
la posibilidad que las ciencias, en particular la astronomía, pudieran brindar
una “evidencia científica” de la existencia de Dios.
En una reunión sostenida en 1952, Lemaître tuvo la oportunidad de argumentarle al
Pontífice que no existía concordancia entre las dos verdades sino dos verdades
autónomas cada una en su propio campo.
Con la ayuda del entonces director del Observatorio
Vaticano, Daniel O Connell, Lemaître logra persuadir al Papa
de no servirse de verdades científicas para justifican el contenido del libro
de Génesis.
El Papa hizo suyas algunas de las consideraciones de Lemaître en su discurso en la ocasión de la conferencia de la Asociación Astronómica Internacional que tuvo lugar en Roma en septiembre 1952.
El Papa hizo suyas algunas de las consideraciones de Lemaître en su discurso en la ocasión de la conferencia de la Asociación Astronómica Internacional que tuvo lugar en Roma en septiembre 1952.
Una
ironía de la historia
Lemaître no inventó el término
“Big Bang”. La etiqueta la utiliza por primera vez el astrónomo Fred Hoyle (1915
- 2001) en un programa de radio transmitido por la BBC el 28.03.1949 y lo hace
en un sentido despectivo para refutar la expansión acelerada del Universo ya
que fue un ardiente defensor hasta su muerte de la teoría del “steady state” o condición estática.
Por una ironía más, a las cuales nos tiene
acostumbrada la historia, el uso de “Big Bang”
se universalizó en sentido positivo.
De
regreso al pasado: la cosmovisión de Edgar Allan Poe
Una visión más expansiva nos remonta sorpresivamente
a Edgar Allan Poe (1809-1849), celebre inventor del cuento breve, del relato
detectivesco, autor de obras de ciencia ficción y mas conocido por sus cuentos
de terror.
Tuvo
gran influencia en Europa. Son sus deudores
directos
Charles Baudelaire, Fedor Dostoyevski, Franz Kafka,
Thomas Mann, Arthur Conan Doyle y, mas cerca de
Charles Baudelaire, Fedor Dostoyevski, Franz Kafka,
Thomas Mann, Arthur Conan Doyle y, mas cerca de
nosotros,
Jorge Luis Borges y Julio Cortazar insigne
traductor de la obra de Poe.
traductor de la obra de Poe.
No
es aventurado pensar que la obra de
ciencia-ficción
de Poe y en especial el
extenso
ensayo cosmogónico Eureka (1848),
dedicado
“con profundo respeto” al gran
científico
Alejando von Humboldt,
explorador
de nuestras regiones equinocciales
y
autor del tratado Kosmos (1845 - 1847),
hayan
sido frecuentadas por Lemaître
y los
mas
distinguidos astrónomos europeos.
Poe
era entusiasta lector de los trabajos de
Newton,
Laplace, Kepler y otros físicos.
Eureka presenta una
visión dinámica de un
Universo
que cobra su existencia en un
instante:
instante:
“Me propongo hablar del Universo físico, metafísico
y matemático; material y espiritual; de su esencia,
origen, creación; de su condición presente y de sudestino”.
Cortazar traduce a Eureka y es responsable
del prólogo a la edición en castellano.
Escojo
un párrafo del prólogo:
“Cuando Poe, en el paisaje quizás mas
hermoso de Eureka, nos coloca dentro
de la
inmensa Y mayúscula de la Vía Láctea, y nos
muestra que el cielo que vemos mas o menos
estrellado depende solamente de que en un
caso estamos mirando a lo largo de la Y, y
caso estamos mirando a lo largo de la Y, y
en el otro miramos a través de ella, se tiene
por un instante un vértigo de la infinitud…”.
O sea,
detrás del genio de Lemaître se
encuentran tanto Poe como von Humboldt.
NOTAS
1)
Para una nota mas extensa sobre Lemaître ver mi escrito de mayo
2010:
El co-creador del Big Bang https://goo.gl/qCCd8V
2)
Para
el trabajo original de Lemaitre (traducción al inglés
autorizada por el autor)
3)
Para un debate cosmológico actual ver:
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