José Rafael Revenga Abril 30, 2017
El domingo 23.04 Francia experimenta el preludio de una profunda transformación política y el inicio de un radical debate sobre dos visiones contrapuestas de cuál Francia quiere la mayoría de los franceses.
Además, está en juego no solo el destino de Francia sino la sobrevivencia de la Unión Europea y la noción misma de Europa como comunidad.
Es altamente probable que los resultados de la vuelta electoral definitiva programada para el domingo 07.05 confirmen las tres anticipaciones.
La caída del bipartidismo tradicional
En relación a la primera, ya está claro que el bipartidismo, formalizado históricamente a partir de la llamada V República iniciada en 1958, queda relegado a un segundo plano.
Tanto el Partido Socialista de Francois Mitterand, reducido a la gestión del presidente saliente Francois Hollande –el primer presidente de la Quinta República que decide no optar por la reelección,- como “les Republicains” de lejana ascendencia gaulliste conducidos por un candidato altamente vulnerable debido a los alegatos públicos y judiciales, quedaron fuera de la contienda definitiva.
Ver aquí
En total, la suma de votos de las dos organizaciones alcanza solo el 26% al sumar los votos del socialista Benoit Hamon (6,3%) más los de Francois Fillon (20%) al frente de Les Republicaines.
Este desenlace ha permitido que la vida política francesa se desenvuelva en un futuro próximo entre dos polos nuevos.
Una nueva polarización
Por un lado, un nuevo partido (En Marche!) presidido por un joven banquero (39 años) candidato (Emmanuele Macron) quien obtuvo 24% de los resultados electorales en la ´primera ronda sin tener experiencia en campañas políticas.
En la acera de enfrente, un radical Frente Nacional liderado desde 2011 por Marine Le Pen con gran experiencia política, de profundo corte nacionalista y que escapa a las convencionales etiquetas izq-der. Le Pen obtuvo 21,3% de los votos.
De los 36 millones de votos válidos, solo un millón separa los resultados de Macron y Le Pen en la primera vuelta.
La fragmentación (11 candidatos en el 2017 ) de la dimensión electoral francesa trae consecuencias que vale la pena intentar precisar:
i) Un partido de reciente creación con un candidato con una muy limitada experiencia pública y casi totalmente desconocido puede resultar electo al presentarse como anti-establecimiento.
ii) Un candidato/a radical puede alzarse con la presidencia con solo el 25% de los votos.
iii) Un candidato de unos de los dos partidos clásicos puede llevar su organización casi a la desaparición. Por ejemplo, el caso de Benoit Hamon del Partido Socialista quien llevo al Partido Socialista al quinto lugar con 6, 36%.
iv) La aparición en primera línea de candidatos quienes eran casi inexistentes al principio del proceso. Ejemplo: Jean-Luc Mélenchon quien se separa del 2008 del Partido Socialista para fundar el Partido de la Izquierda y logra penetrar en la percepción pública al fundar el movimiento La France insoumise (Francia insumisa) en febrero 2016 con el apoyo del Partido Comunista Francés.
v) El 23.04 Mélenchon logra el cuarto lugar con 19,58%, a solo 0,5% (160.000) detrás de Francois Fillon, candidato del histórico partido republicano, al obtener siete millones de votos, 600 mil menos que Le Pen, con los cuales triplica la votación de su anterior afiliación partidista.
En total, la fragmentación de la preferencia política partidista de los franceses y la inoperancia de sus líderes convencionales es terreno minado que no dejará de generar complejas situaciones de gobernabilidad hacia el futuro.
Macron centra su mensaje durante los últimos días de la campaña en enfatizar el desplome de los dos partidos histórico:
“Hemos pasado una página de la historia política de Francia. El desafío es romper con un sistema que ha sido incapaz de enfrentar los problemas por más de 50 años”. (Se refiere al Partido Socialista y al Partido Republicano).Sin embargo, los dos candidatos respectivos (Benoit Hamon y Francois Fillon) han convocado a sus electores a votar por Macron el 07.05. Todo vale con tal de impedir el triunfo de Le Pen.
Hay que tener en cuenta que Fillon coincidió falazmente con el mensaje de Le Pen en relación a la posición anti-migratoria. La plena transferencia de los votos de otra familia política es lejos de ser automática.
A su vez, Le Pen decide surfear sobre la ola del euroescepticismo y el rechazo a la inmigración que recorre varias naciones europeas pero principalmente a Holanda, Austria y Alemania. Tal como lo expuso en un congreso de la neo-derecha en enero en la ciudad de Koblenz, Alemania:
“EL 2016 fue el año en que despertó el mundo [se refiere al Brexit y a Trump]. Estoy segura que el 2017 será el año en que la gente de Europa continental despertarán… Estamos experimentando el retorno de las naciones-estados”.
El resultado del domingo 07.05 será interpretado como un referéndum
Hasta ahora el movimiento populista anti-UE no ha tenido ningún triunfo electoral de importancia. Por lo tal, muchos ven el desempeño de Le Pen el domingo 07.05 -y su probable derrota – como esencial para restarle impulso a todo el movimiento anti-globalista en el cual participa Rusia con la finalidad de debilitar todas las organizaciones multinacionales europeas incluyendo a la OTAN.
O sea, no solo están en juego la estructura política de Francia y la visión del país hacia el futuro sino los tratados y mecanismos supranacionales que configuran la europeidad.
Como reflejo de esa amenaza me refiero a las recientes declaraciones del Senador Richard Burr, presidente del Comité de Inteligencia del Senado de EE.UU.:
“Creo que es acertado afirmar, debido al juicio generalizado que Rusia interviene activamente en las elecciones francesas”.Si la derrota de Le Pen gira alrededor de un margen de 20 puntos, el resultado será interesadamente interpretado y proyectado mediáticamente me como una derrota casi terminal del “movimiento populista.” Esto pudiera ser una apreciación simplista y si el desempeño del Frente Nacional finalizará solo 10 puntos detrás del ganador, Le Pen se convertiría en el líder indiscutible de un profundo desafecto con el espíritu, los mecanismos y los resultados de la Comunidad Europea.
El caso del Brexit es aleccionador de cómo una consulta popular confusamente manejada acoplada con una opinión pública pasajera puede traer trastornos estructurales que poco a poco los interesados comienzan a lamentar. Así, por ejemplo, el más reciente sondeo de cómo piensan los británicos revela que en la actualidad una mayoría considera que el Brexit fue una equivocación: Wrong: 45% vs Right: 43% con un 12% quienes no se pronuncian.
Apuesta personal borrosa:
1) Emmanuel Macron: Presidente de Francia con un margen superior a 15%
2) El movimiento populista del Frente Nacional se consolida como fuerza política
Es tesis que sostengo desde hace años que Venezuela funciona como bellwether (el animal que conduce un rebaño y lleva un cencerro al cuello), noción de John Naisbitt, autor de Megatrends. (Su metodología incluyó el examen de periódicos de ciudades pequeñas en EEUU, en los que detectaba la emergencia de algún fenómeno que luego se generalizaría al resto del país). Nosotros vivimos en 1994 la crisis bancaria que sufrieron los EEUU en 2008, y por lo que respecta a la crisis del bipartidismo también aquel año trajo a Rafael Caldera como Presidente, postulado fuera de los dos grandes partidos tradicionales, uno de los cuales fundara él.
ResponderEliminar