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José Rafael Revenga Septiembre 28, 2015
jrreevenga@gmail.com
@revengajr
Cómo trascender
las “guerras ideológicas y culturales”
Francisco aterriza
en los EE.UU. por vez primera para encontrarse un caleidoscopio cultural
sometido a un proceso de fragmentación lleno de conflictividad. En su estadía solo
conocerá una pequeña esquina triangular formada por Washington, Nueva York y Filadelfia.
El Papa llega
después de una visita a Cuba de cuatro días fríamente calculada como antesala
de una de sus misiones en esta segunda etapa de su viaje iniciado el 19.09.
Obviamente el Papa, tanto en su encuentro con Fidel como con Raúl Castro, Presidente de los Consejos
de Estado y de Ministros, ha consolidado el deshielo para normalizar las relaciones cubano-estadounidenses en el
cual el Vaticano ha invertido un significativo caudal de sus activos
diplomáticos desde hace dos años.
Cuba: más allá de la “guerra ideológica”: “Quien no vive para servir, no sirve
para vivir”
En Cuba,
Francisco evitó que sonaran las trompetas de la “guerra ideológica” con unas
frases aparentemente simplistas pero que logran una comprensión directa con su
audiencia y dan al traste todo encantamiento utópico:
“Hay un «servicio» que sirve a
los otros; pero tenemos que cuidarnos del otro servicio, de la tentación del
«servicio» que «se» sirve de los otros… nunca
el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a
personas”.
El domingo 20.09, después de la misa celebrada en la Plaza de la
Revolución, Francisco se reunió con un grupo de centenares de jóvenes
incluyendo militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba.
De manera informal les comentó:
“Sepamos acoger y
aceptar que pensamos diferente…No nos encerremos en los conventillos de las
ideologías o de las religiones … Si piensas distinto que yo, ¿por qué no vamos
a hablar? ..La enemistad social destruye. Un país se destruye por la enemistad",
En relación al bloqueo impuesto por los EE.UU. Francisco aclaró su
posición en la repuesta dada a la periodista Rosa Miriam Elizalde de juventudebate
quien lo acompaño en el viaje La Habana-Andrews Air Force Base el martes 22.09:
“El problema del bloqueo es parte de la negociación.
Es público esto. Ambos presidentes han hablado de esto. Es una cosa pública que
va en camino de las buenas relaciones que se van buscando. Mi deseo es que se
llegue a buen término, que se llegue a un acuerdo que satisfaga a las partes”.
Yoaní
Sánchez, la bien conocida bloguera, [ver aquí] comentó el martes 22.09 el
esfuerzo del Presidente Castro de acompañar personal y protocolarmente a
Francisco durante sus giras por el país.
“El
gobernante cubano, Raúl Castro, ha acompañado en todas sus misas al papa Francisco durante su recorrido por la Isla. Desde la oficiada en
la Plaza de la Revolución de La Habana hasta las palabras pronunciadas en la
Catedral de Santiago de Cuba. Como quien busca la absolución por una larga
lista de pecados, el General Presidente se trasladó de la capital al oriente
del país tras la comitiva del pontífice”..
Dijo
entonces:
"Si el papa continúa hablando así volveré
a rezar y regresaré a la Iglesia, y no lo digo en broma".
“El
retorno a la fe no sólo parece incluirlo a él, sino también a parte de su
familia que lo ha acompañado, al resto del ejecutivo de la Isla y a los medios
de prensa oficiales”.
Estados Unidos inmerso en una
“guerra de culturas”
Si
durante sus cuatro días en Cuba Francisco evitó fomentar una “guerra
ideológica”, durante sus cinco días en los Estados Unidos enfrentó todo tipo de
ráfagas de la multidimensional “guerra cultural” desatada en esa nación la cual
también tiene como escenario la Iglesia Católica en esa nación la cual ya no es
una e indivisa.
Por
una parte existe la Iglesia Católica tal como la practican las decenas de
millones de inmigrantes y aun más ampliamente los 50 millones de “latinos”. Una
comunidad diversa pero pujante y unida en la práctica fervorosa de las devociones
y los rituales.
Del
otro lado, una iglesia tradicionalista generada por olas de inmigrantes
europeos desde hace más de un siglo tipificada por una pérdida de dinamismo.
Los vectores impulsadores generan un cambio demográfico, regional y de cánones
de comportamiento que afectan la unidad de la Iglesia.
El
Arzobispo de la gigantesca diócesis de Los Ángeles, José H. Gómez, [ver aquí] designado en febrero del 2011 como el primer
“hispánico” de dicho conglomerado predominantemente
“latino”, declaró recientemente:
“La cara étnica de la iglesia está
cambiando, y el centro de gravedad e influencia en la iglesia se está
desplazando del Este al Oeste, y del Norte al Sur. El Papa Francisco conoce
todo esto…él conoce el legado Católico Hispánico del país y el conoce la
importancia de los Hispánicos para el futuro de la iglesia”.
No obstante, la configuración actual
de la iglesia en los EE.UU. no refleja la dinámica de la realidad. Si bien la
tercera parte de los 68 millones de católicos son Hispánicos, solo el 10% de
los obispos lo son [ver aquí]. La cifra correspondiente a los sacerdotes es aun
más reveladora: solo el 7,5% se identifica como Hispánicos o Latinos.
El “Código Francisco”: más allá de las “guerras culturales”
El “Código Francisco”: más allá de las “guerras culturales”
Francisco no dudó en cuanto a su alineación en relación al conflictivo
tema de los criterios que deben regir la acogida de inmigrantes –legales y/o
ilegales – y de los requisitos para acceder a la ciudadanía estadounidense.
El primer comentario oficial de
Francisco en la recepción oficial en la Casa Blanca durante la mañana del
miércoles 23.09:
“Como hijo de una familia de inmigrantes, me alegra
estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias”.
Un mensaje directo para quienes proponen –por ejemplo,
Donald Trump- deportar 11 millones de inmigrantes ilegales y revocar la garantía
de adquirir la ciudadanía solo por el hecho de haber nacido en el país de
padres inmigrantes fuera de la legalidad stricto
sensu.
Una encuesta patrocinada por el New York Times y CBS
News revela que ocho de cada diez católicos estadounidenses están de acuerdo
con la dirección que Francisco le impone a la iglesia. El guarismo representa
un notable aumento en relación a una medida similar en ocasión de la visita de
Benedicto XVI en 2012.
Al clasificar los católicos estadounidenses en
conservadores, moderados y liberales los porcentajes de quienes consideran que
el Papa Francisco coincide con sus prioridades personales los registros correspondientes
son: 44%, 62% y 50%.
En relación a la revisión promovida por Francisco de
tres códigos de comportamientos particularmente conflictivos, una gigantesca
mayoría de católicos estadounidenses apoyan la iniciativa papal. 88% apoyan el
perdón para las mujeres que han tenido un aborto, 87% respalda la
simplificación del proceso de anulación matrimonial y más del 60% expresaron su
apoyo a que los divorciados y recasados quienes no hayan obtenido anulación de
su matrimonio anterior pudieran tener acceso a los sacramentos.
Una prestigiosa empresa
investigadora, Pew Research Center, recién dio a conocer el 02.09 el estudio 2015 U.S. Catholics Open to Non-Traditional
Families [ver aquí] el
cual revela un cúmulo de opiniones disimiles y hasta contrapuestas sobre los
nuevos módulos familiares de la población estadounidense que se identifica con
el Catolicismo o manifiesta algún grado de afinidad con la iglesia. La
definición de la muestra incluye a un 45% de la población total de los EE.UU.
Los resultados de dicho estudio
indican que 90% de los “católicos” consideran a la familia, un padre y una madre
casados, como el ambiente ideal para formar a los hijos. Es una conclusión “sin
sorpresa” fácil de anticipar.
Más impactante es la información que un 87% piensa que la formación de los hijos por uno de los dos progenitores representa una circunstancia adecuada y un 66% opina que una pareja de un mismo sexo también es un entorno positivo para dicha tarea.
Más impactante es la información que un 87% piensa que la formación de los hijos por uno de los dos progenitores representa una circunstancia adecuada y un 66% opina que una pareja de un mismo sexo también es un entorno positivo para dicha tarea.
Ya algunas personas se han dado
cuenta que hay que descifrar el Código Francisco” no para acceder a una criptosabiduría
sino para poder comprender el impacto,
pleno de fuerza, de su mensaje en un auditórium planetario en una
dimensión que califico como transideológica; metapolítica, pluricultural. Todo
ello animado por el renacer de la esperanza como emoción humana expresada en
una metáfora actualizada:
“el pueblo que camina, respira, vive entre el
«smog», ha visto una gran luz, ha experimentado un aire de vida”.
Los comentarios de Francisco sobre
los “inmigrantes” constituyen un eje transversal de casi todas sus
intervenciones públicas durante su estadía en los Estados Unidos. No he tenido
el tiempo para realizar un análisis digno del tema. Solo puedo trazar algunos
brochazos. Entre ellos, en el pensamiento de Francisco, los “inmigrantes” se
fusionan con quienes viven en cualquier tipo de “periferia”.
Un ejemplo lo encontramos en su
homilía dada en el Madison Square Garden el viernes 25.09:
“…las grandes ciudades esconden el
rostro de tantos que parecen no tener ciudadanía o ser ciudadanos de segunda
categoría. En las grandes ciudades, bajo el ruido del tránsito, bajo «el ritmo
del cambio», quedan silenciados tantos rostros por no tener «derecho» a
ciudadanía, no tener derecho a ser parte de la ciudad –los extranjeros, sus
hijos (y no solo) que no logran la escolarización, los privados de seguro
médico, los sin techo, los ancianos solos–, quedando al borde de nuestras
calles, en nuestras veredas, en un anonimato ensordecedor. Y se convierten en
parte de un paisaje urbano que lentamente se va naturalizando ante nuestros
ojos y especialmente en nuestro corazón”.
Ese mismo día, en la visita a una
escuela en Harlem, en función de un encuentro con niños y familias de
inmigrantes, Francisco vuelve a pronunciarse sobre el mismo tema:
“Me han
contado que una de las lindas características de esta escuela y de este trabajo
es que algunos de sus alumnos, algunos de ustedes, vienen de otros lugares, y
muchos de otros países. Y eso es bueno. Aunque sé que no siempre es fácil tener
que trasladarse y encontrar una nueva casa, encontrar nuevos vecinos, amigos;
no es fácil, pero hay que empezar. Al principio puede ser algo cansador. Muchas
veces aprender un nuevo idioma, adaptarse a una nueva cultura, un nuevo clima.
Cuántas cosas tienen que aprender. No solo las tareas de la escuela, sino
tantas cosas”.
Un día antes –el 24.09- en su alocución en el Congreso
de los EE.UU. dijo:
“Nosotros, pertenecientes a este continente, no nos
asustamos de los extranjeros, porque muchos de nosotros hace tiempo fuimos
extranjeros. Les hablo como hijo de inmigrantes, como muchos de ustedes que son
descendientes de inmigrantes”.
El próximo día en
su intervención en la Asamblea General de las NN.UU. extiende el concepto de
los “inmigrantes” y de los “periféricos” a una dimensión aun más global cuyo
reto es compensar y superar la circunstancia existencial de “los frágiles”:
“La casa común de todos los hombres debe continuar
levantándose sobre una recta comprensión de la fraternidad universal y
sobre el respeto de la sacralidad de cada vida humana, de cada hombre y cada
mujer; de los pobres, de los ancianos, de los niños, de los enfermos, de los no
nacidos, de los desocupados, de los abandonados, de los que se juzgan
descartables porque no se los considera más que números de una u otra
estadística”.
El sábado 26.09
Francisco pronuncio en el Independence Hall de Filadelfia quizás su discurso
más principista de todas sus alocuciones en los EE.UU. Nuevamente el Papa
insistió sobre la dignidad de los inmigrantes:
“Muchos de ustedes han emigrado a
este país con un gran costo personal, pero con la esperanza de construir una
nueva vida. No se desanimen por las dificultades que tengan que afrontar… Les
pido que no olviden que, al igual que los que llegaron aquí antes, ustedes
traen muchos dones a su nueva nación. Por favor no se avergüencen nunca de sus
tradiciones”.
“Repito, no se
avergüencen de aquello que es parte esencial de ustedes. También están llamados
a ser ciudadanos responsables y a contribuir provechosamente a la vida de las
comunidades en que viven. Pienso, en particular, en la vibrante fe que muchos
de ustedes poseen, en el profundo sentido de la vida familiar y los demás
valores que han heredado. Al contribuir con sus dones, no solo encontrarán su
lugar aquí, sino que ayudarán a renovar la sociedad desde dentro”.
El futuro a la
vista
Es altamente probable que antes del cierre del 2018, a
solo tres escasos años, se retiren de sus ocupaciones actuales dos personalidades de diverso
calibre pero ambas significativas en función del encuentro reciente y de los
acuerdos entre ambos.
El presidente Raúl Castro anunció hace pocos meses que
se mantendría en su cargo solo hasta el 2018.
A su vez, el Papa Francisco ha insinuado a través de
varias reflexiones públicas que se encuentra a mitad camino de su pontificado. Él
regresa a Roma como vencedor para enfrentar, durante las últimas tres semanas
de octubre próximo, el conflicto interno
de la iglesia en el cual se mezclan, por una parte, la defensa de arraigados
privilegios e intereses burocráticos de la Curia Romana con el apego a formulas
congeladas fundamentadas no tanto en la doctrina como en enunciados canónicos.
Frente a esa
muralla, se alinea el empeño de Francisco de construir puentes y avanzar en su
apostolado a las naciones entre gentiles.
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