José Rafael Revenga Noviembre 25, 2012
El
llamado boom de la novela
latinoamericana cumplió formalmente la mitad de un siglo desde su explosiva aparición
en 1962. La etiqueta, curiosamente un barbarismo devenido moneda común, es ambigua al referirse
a un estallido editorial de obras literarias correspondientes a un igualmente
equívoco término de la “nueva novela” y, al mismo tiempo, a un inesperado éxito
de mercadeo que fomentó a que libros de autores de diferentes
nacionalidades de América Latina, y también de España. traspasarán sus
fronteras geográficas y lingüísticas.
Mario Vargas Llosa en su conferencia inaugural del Congreso Literario "El canon del Boom", Madrid (05.11.12) (video completo)
LAS
NOVELAS ESCAPAN EL CERCO DE LAS FRONTERAS
Algunos
niegan la existencia del boom, otros
debaten ad infinitum sobre los
autores incluidos y aún otros lo limitan a un hábil truco de mercadeo. Sea lo
que fuere, lo que me parece digno de resaltar es la proliferación de
autores y obras vigentes durante varias décadas acompañadas por un gigantesco
impacto literario, cultural, político y de mercadeo.
Literalmente
miles de obras y tesis universitarias especulan sobre el nacimiento del “boom” lo cual lo hace casi comparable
con las divergencias en cuanto el surgimiento del “big bang” cósmico. En sus predecesores, algunos de los cuales son igualmente
sus protagonistas, se incluye a
Asturias, Borges, Carpentier, Rulfo, Gallegos, Quiroga, Uslar Pietri y al mismo
Sábato que tiene un pie en su antesala y, a la vez, otro en la sala principal.
Y de manera muy directa, a William Faulkner, Jean-Paul Sartre, Albert Camus y
Edgar Allan Poe por curioso que parezca la inclusión de este último.
El
mismo término onomatopéyico (nomen de sono factum) sugiere, con un
toque del celebrado y comentado realismo
mágico o lo real maravilloso, una
realidad en expansión multiforme, dispersa y caótica.
LA
EXPLOSIÓN PRIMIGENIA
Con suficiente certeza se remite al periodista y escritor nacido en Chile y criado en Argentina, Luis Harss, la paternidad de haber puesto de manifiesto la génesis grupal de tantas iniciativas editoriales en su libro Los nuestros, en colaboración con Barbara Dohmann. La obra apareció en noviembre de 1966 publicada por una editorial estadounidense en inglés. Hay que notar que el término “boom” no aparece en dicho libro. Posteriormente, Harss afirma que la ocurrencia del nombre fue casual en una reunión en Buenos Aires [probablemente en 1966] en la cual se encontraba, entre otros, Mario Vargas Llosa:
Con suficiente certeza se remite al periodista y escritor nacido en Chile y criado en Argentina, Luis Harss, la paternidad de haber puesto de manifiesto la génesis grupal de tantas iniciativas editoriales en su libro Los nuestros, en colaboración con Barbara Dohmann. La obra apareció en noviembre de 1966 publicada por una editorial estadounidense en inglés. Hay que notar que el término “boom” no aparece en dicho libro. Posteriormente, Harss afirma que la ocurrencia del nombre fue casual en una reunión en Buenos Aires [probablemente en 1966] en la cual se encontraba, entre otros, Mario Vargas Llosa:
“Entonces
hice un comentario idiota al decir que lo que estaba pasando con la novela era
como el boom económico que había vivido Italia; luego lo escribí en un
reportaje y desde entonces se quedó”.
En otra
entrevista, Harss declara:
“No estoy
contento con este nombre y muchas veces me arrepiento de él porque me parece un
poco superficial”.
Y aclara:
“Un continente que había sido marginal, que alguien lo llamó el pecado capital de América, que consistía en haber nacido fuera de la cultura y fuera de la historia. De pronto, estos autores hablaban aceptando su propia tradición, su propia cultura, pero la proyectaron hacia fuera: universalizaron los temas… …los unía la idea de que su país común era el idioma español, y ese idioma era un artefacto arcaico y rechinante que necesitaba ser revivido y renovado, reclamaba desesperadamente una transfusión de sangre y de vida”.
LOS
10 GRANDES
En su libro, motivado por la lectura de Rayuela (1963), Harss entrevista a 10
grandes narradores de la nueva realidad de la novela latinoamericana. La lista
canonizó, casi definitivamente, a quienes se considera como los autores del
primer anillo o círculo del boom:
Cortázar, Fuentes, García Márquez y Vargas Llosa.
Las
entrevistas o “conversaciones” tuvieron lugar en 1964 en Francia, Italia,
México y casi todos los países latinoamericanos. Quedaron incluidos: Jorge Luis
Borges (“Jorge Luis Borges o la consolación por la filosofía”), Miguel Ángel
Asturias, Alejo Carpentier, Joao Guimaraes Rosa, Juan Carlos Onetti, Julio
Cortázar (“Julio Cortázar o la cachetada metafísica”), Juan Rulfo (“Juan Rulfo
o la pena sin nombre”), Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez (“Gabriel García Márquez o la cuerda floja”) y Mario Vargas
Llosa.
Harss
relata lo que era un fenómeno incipiente y que él prefiguró y formalizó. Para
ese entonces Gabo tenía 40 años,
Vargas Llosa 30 y Carlos Fuentes 38. Vargas había publicado La ciudad y los perros en 1962, Fuentes La muerte de Artemio Cruz y Julio Cortázar
Rayuela en 1963. A pesar que García
Márquez no estrena Cien años de soledad
sino a mediados de 1967, Harss, al leer algunas de sus páginas inéditas –el
manuscrito completo fue terminado en julio de 1966 y su publicación en julio de
1967 a cargo de la editorial de Paco Porrúa-, decide con toda pre-ciencia
incluirlo en su recopilación de conversaciones:
“La década del sesenta puede
muy bien ser un momento decisivo. Nuestra novela está todavía a prueba. Es
demasiado pronto para saber si las pocas figuras realmente notables que asoman
en las penumbras son una casualidad o una promesa. Pero si la diferencia entre
un accidente y una tradición está en el encadenamiento del esfuerzo común, el
futuro se ve propicio. Hoy por primera vez nuestros novelistas pueden aprender
los unos de los otros. Cada cual hace su camino propio, pero forma parte de un
mismo universo de la imaginación. Hay acumulación y el comienzo de una
continuidad. En este sentido podemos hablar del verdadero nacimiento de una
novela latinoamericana”. (Los nuestros)
(Edición nueva en Alfaguara, Madrid,
2012).
EL LANZAMIENTO DE “CIEN
AÑOS…”
La versión más verosímil es que el término boom apareció en el influyente semanario cultural- política Primera Plana (1962-1969) dirigido por Tomás Eloy Martínez en Buenos Aires. TEM encarga a su amigo y célebre editor Paco Porrúa, quien tenía en sus manos el manuscrito, de elaborar un reportaje sobre Cien años… Con tal fin viaja a México a entrevistarse con GGM en diciembre de 1966. El reportaje titulado Los viajes de Simbad aparece en el número de la revista correspondiente al 20 de junio de 1967, escasas semanas antes de la salida a la luz pública de la obra. TEM veía en Cien años… la nueva novela americana. Es probable que Harss lo haya mencionado en una entrevista aparecida en la revista.
La versión más verosímil es que el término boom apareció en el influyente semanario cultural- política Primera Plana (1962-1969) dirigido por Tomás Eloy Martínez en Buenos Aires. TEM encarga a su amigo y célebre editor Paco Porrúa, quien tenía en sus manos el manuscrito, de elaborar un reportaje sobre Cien años… Con tal fin viaja a México a entrevistarse con GGM en diciembre de 1966. El reportaje titulado Los viajes de Simbad aparece en el número de la revista correspondiente al 20 de junio de 1967, escasas semanas antes de la salida a la luz pública de la obra. TEM veía en Cien años… la nueva novela americana. Es probable que Harss lo haya mencionado en una entrevista aparecida en la revista.
En la nueva edición de Los nuestros (Alfaguara, 2012) aparecen,
de la mano de Harss, breves caracterizaciones de los 10 autores seleccionados
para el canon del boom. Anoto aquí 4 de ellas:
“CARLOS
FUENTES. En 1959 publicó La región más transparente, una
supernovela en la que se narra, como lo llamaba el autor, “la biografía de una
ciudad y una síntesis del presente mexicano”. La novela estaba destinada en
cierta forma a ser un foro para las opiniones contradictorias de la época. Se
llama al debate, no a una decisión final. Refleja la preocupación de ese
momento por fijar, por resumir, por destilar lo mexicano. Está entre los
poquísimos escritores latinoamericanos que dominan las disciplinas del cuento,
¿será por la simpatía que siente por la literatura norteamericana, donde
florece el género?... El cuento además se presta idealmente a la pirueta
brillante que siempre tienta a Fuentes. Es el arte de la baraja y la sorpresa,
y nadie lo sabe mejor que él, que maneja la forma como si la hubiera
inventado”.
“JULIO
CORTÁZAR. Es
la prueba que necesitábamos de que existe una poderosa fuerza mutante en
nuestra literatura que lleva a la metafísica (o la patafísica cuando la
metafísica se toma en chiste). Brillante, minucioso, provocativo, adelantándose
a todos sus contemporáneos latinoamericanos en el riesgo y la innovación… Es un
hombre de fuertes anticuerpos. Con el tiempo ha ido descartando los efectos
fáciles de la narrativa tradicional: el melodrama, la sensiblería, la
causalidad evidente, la construcción sistemática, las amabilidades y la
demagogia retórica. Ha buscado en la paradoja el verdadero acorde. Es difícil
por el momento medir su impacto. Rayuela (1963) fue un
huracán, es una obra ambiciosa e intrépida, a la vez un manifiesto filosófico,
una rebelión contra el lenguaje literario y la crónica de una extraordinaria
aventura espiritual”.
“GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ. Su empecinamiento nace de la nostalgia: por una época y por un lugar. Ha estado fuera demasiado tiempo. “Se me están enfriando los mitos”. Hará cualquier cosa para revivirlos. Son la luz —y la felicidad de la inspiración— que le viene de su infancia. En La hojarasca se destacan ya ciertos prototipos que poblarán los otros libros: el vetusto coronel, el médico de alma atormentada, la serena y consecuente figura femenina, siempre en García Márquez, un baluarte en la adversidad… Mas allá de los hechos cotidianos que constituyen el relato se advierte la intención mágica… Una misma subjetividad anima a todas sus creaciones. Los papeles que se reparten derivan todos de un solo repertorio mental. …La próxima fase del libro, que anuncia para marzo o abril de 1967, se llamará Cien años de soledad. Será la muy esperada biografía del elusivo coronel revolucionario, Aureliano Buendía. Será como la base del rompecabezas cuyas piezas ha venido dando en los libros precedentes”.
“MARIO
VARGAS LLOSA. Cuando acababa de cumplir los 26, con sólo dos obras a
su nombre, ya se destacaba entre nuestros escritores jóvenes. Era un inspirado
que parecía haber nacido bajo una lengua de fuego. Tenía fuerza, fe y la
verdadera furia creadora. La fama le había llegado pronto, pero se la había
ganado honradamente. Hasta ahora ha sido menos profundo que pródigo. Su visión
es limitada, sus caracterizaciones pueden ser esquemáticas y hasta simplistas,
y es un empedernido determinista y antivisionario, pero una invencible riqueza
de temperamento, una poderosa carga emotiva y una interioridad que él niega
pero no puede reprimir dan densidad a su materia dramática. La ciudad y
los perros (1962), su primera novela, narra la vida del colegio
militar Leoncio Prado. Dos generales lo denunciaron, calificándolo de
profanación y acusando al autor de ser enemigo del Perú y comunista”.
1962:
EL AÑO MÁGICO
El año
inicial del estallido ha sido fijado, siempre con algo de artificialidad, como el
de 1962 con la aparición de las siguientes obras: El siglo de las luces de Carpentier, Historias de Cronopios y de Famas de Cortázar; La muerte de Artemio Cruz y Aura
de Fuentes; La ciudad y los perros de
Vargas Llosa; La mala hora y Los funerales de la Mama Grande de García Márquez.
Se acostumbra a señalar a La ciudad y los perros de MVL, iniciada
en Madrid a partir del otoño de 1958 en la tasca El Jute en la Menéndez y Pelayo frente al parque El Retiro y
finalizada en París en el invierno de1961, como el gatillo primigenio de lo que
resultó ser una eclosión de múltiples obras y autores. Julio Cortázar, amigo de
MVL desde 1958 cuando ambos se encontraban en París, al leer el manuscrito,
opinó:
“Es un libro de una violencia, de una fuerza nada común en nuestros países (…) escrito con un dominio total de la lengua” (1962).
“Es un libro de una violencia, de una fuerza nada común en nuestros países (…) escrito con un dominio total de la lengua” (1962).
El editor Carlos Barral tuvo
que valerse de mil y una argucias para sortear la censura franquista. A
principios de 1965 la difusión del libro quedo asegurada al conocerse que los
estudiantes del liceo militar en Lima al cual alude la obra, habían incinerado
mil ejemplares. La traducción al inglés aparece el siguiente año.
Casi de inmediato hay
explosiones continuas: Cien años de
soledad (1967) de García Márquez; Conversación en la Catedral (1969) de
Vargas Llosa; La muerte de Artemio Cruz
de Fuentes; Rayuela (1963) de
Cortázar y juntacadáveres de Juan
Carlos Onetti.
Obviamente, el “boom” no salió de la nada, a diferencia del “big bang”. Con razón, muchos argumentan que para seguir la pista de su filiación habría que remontarse más de medio siglo hasta encontrarse con Rubén Darío y con una nutrida estela de innovadores, entre ellos Alfonso Reyes. Se discute de manera casi interminable, sobre quienes tienen derecho de membresía en la constelación. Es imposible no incluir a Ernesto Sábato, Mario Benedetti, Guillermo Cabrera Infante, José Lezama Lima, Juan Goytisolo y Augusto Roa Bastos en el grupo como a tantos otros. En fin de cuentos, el interés de quienes no somos especialistas es gozar y apreciar las buenas letras.
Obviamente, el “boom” no salió de la nada, a diferencia del “big bang”. Con razón, muchos argumentan que para seguir la pista de su filiación habría que remontarse más de medio siglo hasta encontrarse con Rubén Darío y con una nutrida estela de innovadores, entre ellos Alfonso Reyes. Se discute de manera casi interminable, sobre quienes tienen derecho de membresía en la constelación. Es imposible no incluir a Ernesto Sábato, Mario Benedetti, Guillermo Cabrera Infante, José Lezama Lima, Juan Goytisolo y Augusto Roa Bastos en el grupo como a tantos otros. En fin de cuentos, el interés de quienes no somos especialistas es gozar y apreciar las buenas letras.
Carlos
Fuentes lo interpreta así:
“Vale
tener en cuenta– que, literariamente, esta es la tierra común del Señor
Presidente de Asturias y el Tirano Banderas de Valle-Inclán, el Primer
Magistrado de Carpentier y el Patriarca de García Márquez, el Pedro Páramo de
Rulfo y los Ardavines de Gallegos, el Supremo de Roa Bastos, el minúsculo don
Mónico de Mariano Azuela y el Trujillo Benefactor de Vargas Llosa”.
ANTES
DEL BOOM
¿Y antes
del boom, qué existía? En la práctica
la nada originada en el desconocimiento personal de los narradores
latinoamericanos. MVL lo expresa así:
"Cuando
estaba en la universidad -recuerda- no tenía ni idea de lo que se publicaba en
Ecuador, Colombia o Argentina, y eso cambió en los sesenta, primero en París y
luego gracias a Barcelona y el editor Carlos Barral, que fue uno de los
primeros en interesarse por la literatura latinoamericana…España y Europa
descubrieron la literatura latinoamericana, pero los latinoamericanos
descubrimos a los otros escritores vecinos, que hasta la fecha habíamos vivido
completamente marginados ".
José Donoso,
publica una bien conocida “Historia personal del boom” en 1972. Una especie de amalgama de memorias personales, de
recuento de objetivos compartidos y de elementos de crítica literaria. Todo
ello con la autoridad conferida por ser uno de los “boomistas”:
“Antes de 1960 era muy raro oír hablar de la ¨novela hispanoamericana contemporánea” a gente no especializada: existían novelas uruguayas y ecuatorianas, mexicanas y venezolanas. Las novelas de cada país quedaban confinadas dentro de sus fronteras, y su celebridad y pertinencia permanecía, en la mayor parte de los casos, asunto local. “La novela hispanoamericana contemporánea” casi no existía fuera de las antologías, las aulas y los textos de estudio, instituciones que siempre han sido altamente dudosas para los jóvenes. El novelista de los países de Hispanoamérica escribía para su parroquia, sobre los problemas de parroquia y con el idioma de su parroquia, dirigiéndose al número y a la calidad de lectores, -muy distinta, por cierto, en Paraguay que en Argentina, en México que en Ecuador-, que su parroquia podía procurarle, sin mucha esperanza de más.”
“Antes de 1960 era muy raro oír hablar de la ¨novela hispanoamericana contemporánea” a gente no especializada: existían novelas uruguayas y ecuatorianas, mexicanas y venezolanas. Las novelas de cada país quedaban confinadas dentro de sus fronteras, y su celebridad y pertinencia permanecía, en la mayor parte de los casos, asunto local. “La novela hispanoamericana contemporánea” casi no existía fuera de las antologías, las aulas y los textos de estudio, instituciones que siempre han sido altamente dudosas para los jóvenes. El novelista de los países de Hispanoamérica escribía para su parroquia, sobre los problemas de parroquia y con el idioma de su parroquia, dirigiéndose al número y a la calidad de lectores, -muy distinta, por cierto, en Paraguay que en Argentina, en México que en Ecuador-, que su parroquia podía procurarle, sin mucha esperanza de más.”
CELEBRACIÓN
DE LOS 50 AÑOS DEL BOOM EN ESPAÑA
Por
feliz y oportuna iniciativa, Acción Cultural/Española y la Cátedra Vargas Llosa
organizaron, del 5.11.12 al 10.11.12 en Madrid, el Congreso Literario “El Canon
del Boom”. La conferencia inaugural correspondió a MVL y la de clausura, a José
Manuel Caballero Bonald. Cuatro mesas de trabajo con 46 escritores y críticos
se instalaron en la Casa de América.
La
Cátedra Vargas Llosa es una iniciativa conjunta de la Fundación Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes con las universidades de Murcia, Valladolid,
Europea de Madrid, Málaga, La Rioja, Alicante, Granada, Castilla-La Mancha, Las
Palmas de Gran Canaria e Internacional Menéndez. Del 06.11 al 09.11 tuvieron
lugar foros en dichas universidades sobre los temas del boom.
MVL
describió el ambiente único de amistad que surgió en el pequeño grupo el cual
se deshizo al cumplir la década:
“La
capital del boom fue Barcelona. Aquí
surgió lo que algunos llamaban una operación puramente comercial, una conjura
de editores. Otros, yo entre ellos, creemos que no hubo ninguna conjura, que
fue una coalición de circunstancias múltiples la que determinó que una serie de
escritores latinoamericanos, alcanzara, de pronto, gran parte de ese éxito
gracias a la fe que depositó en ellos la editorial Seix Barral. Ésta fue,
realmente, el primer vínculo que tuvo el boom
para existir. Esto le dio a Barcelona un atractivo más y fue la razón por la
que muchos escritores sudamericanos se vinieron a vivir en esta ciudad…”.
LUIS
HARSS ENTREVISTADO SOBRE EL BOOM POR EL PAÍS
Luis Harss
en una entrevista publicada en un reportaje especial de El país el 17.11.12, actualiza sus pareceres sobre el boom:
¿Qué opina del boom latinoamericano
y cuál fue su primer acercamiento a él o con qué autor o libro?
Respuesta: Para mí el primer autor fue Cortázar. Rayuela me deslumbró. Lo vi en una vidriera de una librería española en París, en la calle Monsieur-le-Prince. Yo vivía en un hotelucho a media cuadra, el Médicis. Lujosa pobreza. Expatriado de alma.
Respuesta: Para mí el primer autor fue Cortázar. Rayuela me deslumbró. Lo vi en una vidriera de una librería española en París, en la calle Monsieur-le-Prince. Yo vivía en un hotelucho a media cuadra, el Médicis. Lujosa pobreza. Expatriado de alma.
¿Cuál cree que es la principal
aportación a la literatura de ese grupo de escritores?
R: La universalidad de la literatura a través del babel de lenguas. El concepto borgiano de que un autor es todos los autores. Y una cierta ampliación en la gama de la "realidad". Ahora incluye el mito y el milagro. Ya no son metáforas o fantasías sino cosas de todos los días.
R: La universalidad de la literatura a través del babel de lenguas. El concepto borgiano de que un autor es todos los autores. Y una cierta ampliación en la gama de la "realidad". Ahora incluye el mito y el milagro. Ya no son metáforas o fantasías sino cosas de todos los días.
¿Alguna reflexión particular?
R: No hay que olvidar el aporte español. La amistad de Carlos Barral. El matriarcado de Carmen Balcells. Barcelona fue uno de los polos del boom. El gran traductor al inglés de los escritores del boom, Gregory Rabassa, es hijo de catalanes. Y Galicia nos dio el editor del boom en la Argentina, Paco Porrúa, nacido en la Coruña.
R: No hay que olvidar el aporte español. La amistad de Carlos Barral. El matriarcado de Carmen Balcells. Barcelona fue uno de los polos del boom. El gran traductor al inglés de los escritores del boom, Gregory Rabassa, es hijo de catalanes. Y Galicia nos dio el editor del boom en la Argentina, Paco Porrúa, nacido en la Coruña.
En una novedosa intervención, el Premio
Nacional de Letras y poeta Caballero Bonald, quien clausura el encuentro sobre “El
canon del boom” el sábado 10.11.12, recuerda “las oleadas consecutivas de
narradores hispanoamericanos que procedieron al Boom”. Allí menciona a un
“primer linaje de escritores” el cual incluye a
Rómulo Gallegos, Horacio Quiroga, Miguel Ángel Asturias y Macedonio
Fernández seguido “por un segundo grupo que secundan esta avanzada” con Juan
Rulfo, Manuel Mújica Lainez, Lezama Lima, Alejo Carpentier y Juan Carlos
Onetti.
A continuación Bonald se interroga:
“…qué hubiera pasado si estos
novelistas hubieran establecido entre ellos una estrecha relación de amistad y
compartido el mismo vínculo editorial. ¿No se habría producido entonces, un preboom si me perdonan lo feo de la
palabra?”
MVL: “CARLOS FUENTES FUE EL PIONERO”
El lunes 15.10.12, en Ciudad de México, le fue otorgado a don Mario, por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la primera edición del Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español. En su discurso de aceptación (21.11.12), MVL afirmó que consideraba a Carlos Fuentes como el iniciador del boom con su obra “La región más transparente” publicada en 1958 y que él leyó siendo estudiante universitario:
El lunes 15.10.12, en Ciudad de México, le fue otorgado a don Mario, por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la primera edición del Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español. En su discurso de aceptación (21.11.12), MVL afirmó que consideraba a Carlos Fuentes como el iniciador del boom con su obra “La región más transparente” publicada en 1958 y que él leyó siendo estudiante universitario:
“Se ha dicho que 'La
ciudad y los perros' fue cronológicamente hablando la primera novela del boom,
pero creo que sería más justo decir que ese papel pionero, anunciador del boom, debe concederse a la primera
novela de Fuentes, 'La región más transparente', que apareció en 1958, es decir
cuatro años antes que la mía".
"Fue un gran agitador cultural, una gran ayuda para los jóvenes que trataban de abrirse un espacio en el mundo de la literatura, un puente que sirvió para unir a escritores de distintos países, lenguas, continentes”.
“La literatura es un
antídoto contra los racismos, dogmatismos, fanatismos, que levantaron murallas
y han llenado a la historia humana de genocidios (…) Nada mantiene activo el
espíritu crítico de una sociedad como una buena literatura”.
EL FIN PERO NO EL
FINAL
Y como toda novela tiene un fin pero no
un final, el boom, como relato
novelado de “las mil y una novelas”, me trae a la mente una frase de TEM:
RECURSOS
1 1) Sobre los encuentros formales de
intelectuales latinoamericanos en la década de los ´60s, las
redes personales resultantes y el rol de Casa de las Américas, Cuba:
redes personales resultantes y el rol de Casa de las Américas, Cuba:
2 2) Lectura
crítica de la literatura americana, Biblioteca
Ayacucho, Caracas, 1996
3) La muerte de Artemio Cruz,
Carlos Fuentes (texto completo)
4)
Cien
años de soledad, Gabriel García Márquez (texto
completo)
5)
La
casa verde, Mario Vargas Llosa (texto completo)
6)
Rayuela,
Julio Cortázar (texto completo)
7)
El
boom de la novela latinoamericana, Emir Rodríguez
Monegal, Caracas,
1972
@revengajr
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