José Rafael Revenga Abril 15, 2018
En un país cuya memoria colectiva RAM se reduce a solo unos
Mb, me causa especial regocijo enterarme de una esplendida iniciativa editorial
y de formación republicana.
En ocasión del Centenario (1918-2018) de Arístides Calvani, inconmensurable profesor universitario cuyo activismo político y social encarnó valores de dignidad, justicia y respetuosa pluralidad los cuales irradió aquí y afuera, han aparecido los primeros cuatro de diez cuadernos correspondientes a sus escritos y discursos.
En ocasión del Centenario (1918-2018) de Arístides Calvani, inconmensurable profesor universitario cuyo activismo político y social encarnó valores de dignidad, justicia y respetuosa pluralidad los cuales irradió aquí y afuera, han aparecido los primeros cuatro de diez cuadernos correspondientes a sus escritos y discursos.
Considero que dicho encomiable logro no tiene por finalidad
principal la de rescatar o recuperar la memoria de quién fue y a qué se consagró
Calvani. Su verdadero provecho reside, en mi opinión, en dar a conocer un caso ejemplar de valores
transmutados en acciones realizadas dentro de un marco prospectivo de “modelos
de nueva sociedad y ética”.
Si nos esforzamos en darle vigencia a Calvani, a su ser y
accionar, es en función de resolver los dilemas que nos cercan en la actualidad
y de enfrentar los desafíos con que nos reta el futuro.
Hemos dejado pasar demasiado tiempo sin frecuentar ni
difundir el orden de caballería a la cual prestaba sus servicios AC ÉL estuvo siempre dispuesto a empuñar espada y
lanza en función de la rectificación de realidades malévolas y devenires
equivocados. Su brújula fue la instauración de la Paz pero no entendida esta en
sentido de una claudicación.
Los títulos de los primeros volúmenes de la Colección
Centenaria de la vida, pensamiento y obra de AC
ya disponibles son los siguientes en orden de aparición: 1) Discursos en
la ONU, 2) Arístides Calvani y el sueño de Bolívar (I), 3) Arístides Calvani y
el sueño de Bolívar (II) y 4) Celebración de la vida de Arístides Calvani. Este
último reúne doce valiosos testimoniales de personas quienes fueron
particularmente influenciados por la cercanía personal e intelectual con el
Maestro.
Selecciono, como reducida muestra, un par de ejemplos entre la
plétora de reflexiones y criterios reunidas en los documentos ya publicados:
“El pluralismo
ideológico”
“El pluralismo ideológico supone la coexistencia de diversos
modos de ser y maneras de pensar, en las que cada uno está junto al otro, pero
no por ello es solidario de él. Diría mas: que la coexistencia esconde, no
pocas veces, el deseo de destrucción de una parte por la otra. La solidaridad
pluralista es algo distinto. Somos diversos y nos aceptamos diversos. Pero no
solo nos aceptamos diversos, sino que nos queremos diversos y por eso, a la
simple coexistencia, sustituimos la convivencia y la convertimos en solidaridad
pluralista. Somos diversos pero como somos solidarios nos unimos en lo que hay
de común –y necesariamente común- para la mejor defensa del conjunto y del
todo”.
“Estructuras sociales
materiales y estructuras sociales mentales”
“[las] relaciones
humanas revisten dos modos de ser: las estructuras sociales materiales que son
las formas concretas, perceptibles por los sentidos, dentro los cuales, con los
cuales los hombres nos movemos con nuestras estructuras sociales mentales.
Estas, a su vez, están constituidas por las reacciones y actitudes que se hayan
a la base de nuestro comportamiento, por la escala de valores, por las pautas y
patrones culturales, a través de los cuales contemplamos al mundo y lo juzgamos”…
…“El cambio de las estructuras materiales no engendra
cambio. El hombre con su mentalidad, trata de adaptar, como sea, las
estructuras sociales materiales a sus estructuras sociales mentales. El solo
cambio de las estructuras sociales mentales engendra una crisis y una
tragedia…Entonces hay que concordar las estructuras sociales materiales con las
estructuras sociales mentales. En nuestros países prolifera este tipo de confusión
o contradicción. Es el hombre campesino que llega a la ciudad, vive como vivía
en el campo y de pronto lo pasan a un enorme edificio de departamentos, porque
los arquitectos dicen que así es como se debe vivir en los centros urbanos y no
se dan cuenta del asesinato psicológico que cometen, porque si bien han
cambiado el traje, no han cambiado las circunstancias mentales de quien lleva
el traje”.
La búsqueda del camino
Si se hace el camino al andar, Calvani ya lo anduvo. Ahora
corresponde a los lectores de su ejemplo poner los propios pies en las huellas
que él trazó.
Los Cuadernos Calvani han sido compilados con todo esmero
por María Isabel Reyna Calvani y
patrocinados por el Ifedec y la Fundación Alberto Adriani.
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