20/2/13

MAGNIFICAR LA REALIDAD




José Rafael Revenga                    Febrero 24, 2013                                                            

Se hace inescrutable el fluir del mundo en el cual estamos inmersos. No es lo mismo andar en el mundo dependiendo de una línea telefónica fija para una llamada ocasional desde el hogar, la oficina, un hotel o un centro de llamadas que deambular con un “teléfono inteligente”, con un móvil que me capacita con un alcance a escala planetaria conectado a la Red, y que desde mis manos parte para recubrirme casi como una segunda epidermis. El mejor retrato sería el de un ambulante equipado de una antena invisible por medio de la cual se comunica con millardos de antenas congéneres.

Este salto quantico ha potenciado  la interconectividad. Los PCs  convencionales ("desktops") siguen la misma curva de extinción progresiva tal como ocurrió con el teléfono de marcaje rotativo, anclado en la tierra de un mundo alámbrico. 

Desde hace no más de 5 años, se potencia y desparrama por todo el planeta el enganche inalámbrico con IN. Como consecuencia, este proceso empuja a los PCs fijos al baúl de los recuerdos. Exagero, pero solo en algún grado. Los PCs sobrevivirán con su pantalla panorámica de gran tamaño, su gigantesca capacidad de almacenaje y su funcionamiento independiente de una fuente de poder limitada. Ellos apresuraran su desaparición al fusionarse con televisores "inteligentes".

Por ahora, todavía estamos conectados manualmente con los “conexfactos”. Tenemos que portarlos en las manos y operarlos con ellas. Por lo menos, nos hemos independizado del "ratoncito" y de darle con los dedos a un teclado físico, profundamente artificial y fastidioso para quienes no tenemos las destrezas requeridas. 

Un indicador de su durabilidad es el formato “qwerty” correspondiente al arreglo de las letras y otros signos el cual se estandardizó desde hace casi siglo y medio. Hoy en día, se ha modificado el contacto con el teclado vía una mínima presión táctil sobre la pantalla. Ésta también está destinada a desaparecer pues se encuentra en avanzada etapa de desarrollo la activación de cualquier elemento de la pantalla por medio del sobrevuelo de un dedo sobre el área seleccionada.


En el 2012 unos 700 millones de “smart phones” fueron despachados a los mercados mundiales. Los rivales Samsung y Google capturaron casi la mitad del volumen total. La velocidad de penetración ha sido asombrosa: en 2008 tenían el 11% del mercado global y en el 2011 alcanzaron el 30%. Para el 2016, el 80% de la población USA utilizará móviles y el 50% hará uso de tabletas.

Más adelante podremos disfrutar de los comandos gestuales y coronaremos nuestra independencia mediante el uso de instrucciones de voz con lo cual la liberación del “qwerty” será total. 

Para ese entonces, tendremos un “manos libres” integral y la capacidad de conectividad se insertará en alguna parte de nuestra vestimenta y eventualmente en nuestro cuerpo. Las pantallas para la visualización de la data pertinente serán tan flexibles y plegables como puede serlo una hoja de papel en forma de una membrana plástica. La portabilidad del “aparato” de conexión tenderá a desaparecer para dar lugar a un ensimismamiento con cada quien.


LOS OJOS CON QUE PODEMOS VER AL MUNDO

Otra innovación en puertas es la aparición de los “google glasses” cada vez más estilizados y perfeccionados. Están por difundirse y brindarán una experiencia “sin costuras” de manera tal que lo que permitan ver se sobrepondrá a la visión de la realidad que aparece naturalmente frente a nuestros ojos.























A través de ellos podremos ver películas y eventos deportivos en tiempo real escenificados a miles de kilómetros como si estuviéramos sentados en la sala o en el estadio. Igualmente, contaremos con  la capacidad de tomar fotos y grabar videos de todo lo que vemos y vivimos. Cuando necesitemos cualquier información podremos utilizarlos para buscar en la Web. Así mismo, si queremos enviar un tuit podemos hacerlo por voz y recibir mensajes en audio.  Para decirlo de otra manera, podremos contar con un “reality show” que se vuelve una segunda realidad más invasiva y envolvente que nuestra actual visión 1.0

Quienes deseen obtener unos “anteojos google” pueden enviar un tuit con el hashtag  “#ifihadglass” en el cual en menos de 50 palabras expliquen como serían utilizados. Otra ruta es visitar https://plus.google.com/+projectglass. Un panel de jueces dará su veredicto y los premiados -serán un número reducido- tendrán la oportunidad de recibir el par de anteojos después de cancelar $1.500.



Google enfatiza que los usuarios iniciales del invento se limitarán a ver una pequeña pantalla suspendida frente a los ojos que exhibirá imágenes, mensajes, textos, video chats e información relacionada con direcciones y servicios geolocalizados. Igualmente, serán capaces de enviar fotos, transmitir videos de lo que estoy viendo en mi campo frontal de visión a cualquier persona receptora y enviar mensajes de audio sin necesidad de “textear”.



EL COMBATE CONTRA LA CEGUERA

Otra innovación visionaria es el sistema Alpha IMS desarrollada por investigadores de la Universidad de Tubingen: Se trata de una prótesis insertada inmediatamente detrás de  la retina que detecta la luz recibida por medio de 1.500 electrodos conectados a un microchip que envía señales al cerebro. El resultado permite al individuo percibir imágenes de alta resolución en blanco y negro. 

En esta etapa inicial de desarrollo, la tecnología  se limita a restablecer parcialmente la visión a quienes padecen de células fotoreceptoras dañadas o deterioradas por enfermedades. No restituye la visión a los ciegos con defectos en las partes del sistema nervioso procesadoras de señales luminosas externas. El sistema tiene una batería a la cual se conecta inalámbricamente.


LA TECNOLOGÍA INVADE NUESTRO CUERPO

El proceso que estamos viviendo es un traslado de la tecnología digital de información y conectividad inserta en “tecnofactos” o “compufactos” que permanecen externos a nosotros, a “artefactos” totalmente novedosos los cuales portamos sobre nosotros. Ellos se hacen parte de nuestro cuerpo, son nuevos órganos. Se hacen parte de nuestra vida sin interrumpir las vivencias.

Además del “google glasses”, tenemos disponibles para su introducción masiva, en breve, al “iwatch” de Apple. Todavía no se conoce en detalle el abanico de funciones que desempeñaría además de dar la hora pero pudiera actuar de manera independiente o conectado con un “teléfono inteligente” de manera tal que sería un “manos-libres”. Sus dos mayores limitaciones son el tamaño de la pantalla y el tiempo útil de la micro-batería. 


En todo caso, podría proporcionar el número de calorías ingeridas, la presión arterial, la duración del sueño, el número de pasos dados, alertas de agenda, etc. La banda del iwatch serviría como un dispositivo de medición y de memoria. ¿Y por qué no utilizarla como el famoso teléfono pionero de Dick Tracy


En la práctica, ya existen varios modelos de “bands” de medición de indicadores deportivos y de salud. O sea, no está muy lejos el día en que portemos varias “bands” en cada una de las muñecas y progresivamente nos liberemos del “fastidio” de portar “compufactos” externos.




En fin de cuentas, hacia donde vamos a corto plazo, es una realidad en la cual no solo hablaremos por el "teléfono inteligente" sino hablaremos con él. Se convertirá en nuestro interlocutor más íntimo. Dejará de ser una "segunda piel" para proporcionarnos, en cierto grado, un "cerebro libre" el cual podremos dedicar a inventar e innovar y así continuar la magnificación de lo humano.


Inexorablemente, terminaremos por vivir conjuntamente nuestra realidad 1.0 inicial y, simultáneamente, varios ordenes de “realidades magnificadas” creadas por nuestros “digifactos” en quienes delegaremos la tarea de hacernos de nuevo.






jrrevenga@gmail.com

@revengajr

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