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8/10/16

¿CAERÁ ESPAÑA DE NUEVO EN MANOS DEL PP DESPUES DE 300 DÍAS SIN GOBIERNO?



José Rafael Revenga                                                    Octubre 09, 2016


España tiene solo hasta el 31.10 para decidir si va a una tercera elección general el 18.12. Si el Rey no procede a investir a un presidente al vencerse el plazo se procede a disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones.                                                                                                                                                                                            
Con frecuencia los desenlaces de la dinámica política dependen solo parcialmente de la trama previa gestionada por los protagonistas  los cuales no prevén el capítulo final de la narrativa en marcha. Tenemos un claro ejemplo en la reciente actuación de Pedro Sánchez hasta hace pocos días Secretario General del Partido Socialista Obrero de España (PSOE) la cual culmina en un escenario previsible para muchos pero aparentemente no para él.

Los más recientes sondeos de opinión muestran que la preocupación por la situación política encaminada a una nuevamente improductiva tercera elección, pautada tentativamente para el próximo 18 diciembre, ha ido en aumento.


Pedro Sánchez le dice no a Rajoy

El martes 06.09 Sánchez se reúne con el Presidente en funciones Mariano Rajoy. El tema obligado de la conversación: configurar una alianza a fin de generar una mayoría parlamentaria que le permitiera a Rajoy formar un gobierno a raíz de la votación del pasado J-26 la cual reafirmó la fragmentación partidista ya evidenciada seis meses antes en los resultados del 20-D.

En dicho breve encuentro Sánchez le reitera a Rajoy que no puede contar con los escaños del PSOE para sumarlos a los 134 del PP y así superar el umbral de la mayoría absoluta cifrada en 176 diputados. 

La decisión de Sánchez va mas allá de una simple negativa a formar gobierno con Rajoy. Su deseo estratégico es poder liderar una coalición a tres con Podemos y con Ciudadanos para así asumir la presidencia.

Dado ese objetivo, Sánchez también se rehúsa abstenerse en la votación parlamentaria con lo cual hubiera asegurado la investidura de Rajoy con una mayoría simple a cambio de tomar decisiones conjuntas en temas críticos para el futuro de España. En ese sentido Sánchez tenía su vista puesta en jefaturar un nuevo gobierno sustituto al de Rajoy.

Rajoy beneficiario de una posible tercera elección

Otra consideración de primer rango para Sánchez es no aparentar ser obstáculo para la formación de un nuevo gobierno dado que el electorado rechaza abrumadoramente el escenario de una nueva y tercera elección el próximo diciembre la cual casi ciertamente no despejaría en grado significativo el bloqueo cuatripartidista. 

Sin embargo, quien saldría más favorecido seria Rajoy cuya votación ascendería en unos puntos porcentuales sin asegurar la mayoría absoluta: “No renuncio a ser presidente y quiero volver a ser candidato”.

Sánchez: una estrategia desacertada

El 03.09 Sánchez da a conocer su propósito de proyectarse como alternativa a Rajoy de manera mal camuflada:

“La responsabilidad de todos los grupos parlamentarios que representamos a las fuerzas del cambio es la de ofrecer una solución a este país al atasco político en el que lo ha introducido Mariano Rajoy. Y no les quepa duda; si actuamos todos con altura de miras y con generosidad, estoy convencido de que encontraremos esa solución. El grupo parlamentario socialista formará parte de esa solución”.

Queda claro que el factor dominante en el propósito monocular de Sánchez es asumir la presidencia aun admitiendo a PodemosUnidos en el gobierno lo cual le daría un vuelco profundamente ideológico a la conducción de la Nación. Anticipando la reunión del Consejo Federal del PSOE a fines de septiembre Sánchez fue tajante en afirmar:


El diseño imperando en la mente del secretario general del PSOE era rehusar todo tipo de negociación con Rajoy con el fin de generar una coalición con Podemos (67 diputados) y lograr la ausencia de Ciudadanos (32 parlamentarios) en la Cámara con lo cual el pasaría a desempeñar una jefatura de gobierno polarizada con el PP.

El costo de dicha estrategia, en caso de que fallara, seria someter a los españoles a una tercera elección en diciembre próximo. Ese fue el argumento central utilizado por Sánchez para motorizar un pacto anti-PP descrito como: las “fuerzas del cambio”. 

De no lograr la investidura dada por el Rey, Sánchez concentraría sus esfuerzos en salir victorioso en las temidas terceras elecciones la cual el describe como el verdadero objetivo de Rajoy: “Rajoy quiere unas terceras elecciones y nosotros no”.

Sánchez calculó mal tanto la resistencia interna por parte de los principales dirigentes territoriales (“la ejecutiva”) de su propio partido como la firme postura de Albert Rivera (Ciudadanos con 32 parlamentarios) en negarse a cualquier pacto que involucrara a Pablo Iglesias de Podemos. Entre otros, el PSOE andaluz considera el pacto promovido por Sánchez como “inviable”.

Mientras tanto Rajoy declaraba el 22.09: “Si hay que ir a elecciones, se va, y el PP ganará con muchos más votos".



La voz determinante de Felipe González

El 28.09 la trama se complica para Sánchez. El expresidente del Gobierno Felipe González, desde Santiago de Chile, se pronuncia en una entrevista a la cadena SER, afirmando que Sánchez había convenido que los socialistas se abstendrían para dar paso a la formación de Gobierno con la presidencia de Rajoy y así evitar la tercera elección: “Me siento engañado y defraudado por Pedro Sánchez. El PSOE debe abstenerse, hoy lo opino con más fuerza”.



El exsecretario general del partido socialista añadió:

El fondo del problema es que él está peleando para ser un poco más grande que Podemos y Podemos, para ser más grande que el PSOE”.

Pregunta. ¿Cuál es su opinión sobre la desgarradora situación que vive su partido?

Respuesta. Estoy preocupado. No tengo mucha información porque salí el domingo hacia Colombia para estar presente en los acuerdos de paz. No me ha dado tiempo a enterarme bien. Estoy preocupado. El partido tiene que recuperar su carácter de alternativa de Gobierno de la derecha. Y, naturalmente, la estabilidad del país está muy ligada a eso.

P. Usted ha mantenido la misma posición desde las elecciones del 20 de diciembre, que si un partido no puede gobernar tiene que permitir que otro lo haga. Lo dijo a principios de enero. Lo repitió a primeros de julio en un artículo en el diario EL PAÍS. ¿Sigue opinando hoy lo mismo? ¿El PSOE se debe abstener?
 
R. Hoy lo opino con más fuerza. Ya que recuerda mi posición, en febrero recordará que decía que cualquiera de los dos que no estuviera en condiciones de formar Gobierno no debía impedir que el otro lo formara. El PP, con su líder Rajoy a la cabeza, hizo aquella cosa de aceptar en diferido rechazando el encargo. Y una vez que Pedro Sánchez asumió el encargo de hacer Gobierno, votó en contra tanto el PP de Rajoy como Podemos. Por tanto, hicieron caso omiso de esa recomendación que volví a repetir para las elecciones del 26 de junio, ahora con mucha más preocupación porque para los ciudadanos no es fácil explicar que los vayan a llamar a terceras elecciones, sería un disparate monumental que nos podría llevar a una crisis del sistema. Ahora con mayor razón.

La entrevista completa se encuentra en: https://goo.gl/RygBQc
 
Las tendencias en el trasfondo del cuatripartidismo




En el trasfondo de los cálculos de los dirigentes de los diferentes partidos se encuentra la opinión del electorado.  A continuación los resultados de las primeras dos elecciones  (20-D y 26-J) y el dato hipotético de intención de voto manifestada el 30.09.para una eventual tercera elección el 18-D:

 El Partido Popular (PP) crece de 28,7%  a 35,4 y actualmente  se ubica en 36,4%. Esto significa que pudiera contar con 159 escaños lo cual con el apoyo de Ciudadanos (25 diputados al perder 7 en una nueva posible contienda electoral) alcanzaría los 184 diputados superando así  el umbral de los 176 requeridos para la mayoría absoluta.

El PSOE muestra una declinación constante a partir del 20-D (2015) al pasar de 22,0%  a 18,6% y pasar de 85 curules a menos de 70 –en la práctica a 68-  con la renuncia de 17 miembros de su ejecutiva lo cual permite a Podemos ocupar el segundo lugar con 69 escaños con una votación de 20,8% sin crecimiento a partir del 20-D.

En resumen, Sánchez apostó a ser nuevamente la alternativa al PP en el Gobierno hasta tal punto de desnaturalizar a su partido vía una alianza con la izquierda ideologizada de Podemos, de por si sometida al stress de una fragmentación inminente entre Iglesias y Errejón. Es decir, entre radicales y posibilistas.

En fin de cuentas, el sábado 01.10 Sánchez se ve obligado a dimitir de su cargo como secretario general del PSOE al perder una elección interna por 133 votos contra 107.


El proceso de desgobierno de España seguirá manifestándose pues la investidura de Rajoy es precaria y más lo sería su ejercicio de gobierno durante los próximos tres años el cual no contará automáticamente con el apoyo de un PSOE venido a menos sin un liderazgo central conocido, un Podemos fragmentado y un Ciudadanos cada vez mas minoritario. 

@revengajr

jrrevenga@gmail.com

1 comentario:

  1. Este proceso es una posibilidad siempre presente en las democracias parlamentarias, donde los gobiernos tienen que provenir de sumas de curules. Es enfermedad que antes se ha conocido en Italia, por ejemplo, y en menor medida en Inglaterra. Tal vez sea preferible nuestro sistema, donde los presidentes son elegidos directamente por los ciudadanos, y no tenemos la figura de un rey.

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