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13/12/15

ESPAÑA 20D: AQUELLO ESTABA DESEANDO OCURRIR



José Rafael Revenga                                                                   Diciembre 19, 2015

jrrevenga@gmail.com
@revengajr
  • Primera incertidumbre: ¿PP o PSOE?
  • Segunda incertidumbre: ¿Como pasar de un duopolio a una coalición de partidos minoritarios para lograr una mayoria parlamentaria?
  • Los partidos emergentes -Ciudadanos y Podemos- se consolidan pero integran un segundo grupo
  • Las últimas encuestas afianzan las incertidumbres
  • ¿España es capaz de enfrentar el futuro en base al pasado?
  • Tres candidatos jovenes frente a uno que no lo es
  • ¿Cuál es el perfil de un candidato "presidenciable?  
  • El electorado español resiste tanto la ortopraxis como la improvisación y el aventurismo

A una semana de las elecciones 20D para designar al nuevo presidente del Gobierno de España, el triple empate –PP, Ciudadanos y PSOE- diagnosticado por Metroscopia en base a los resultados de la encuesta llevada a cabo a fines del pasado noviembre, parece haberse evaporado.
Los últimos estudios realizados entre el 07.12 y el 10.12–está prohibido la publicación de encuestas a partir del martes 15.12- revelan un sorpresivo nuevo impulso por parte del PP y de Podemos mientras el PSOE con Pedro Sánchez y Ciudadanos con Albert Rivera pierden algo del momentum adquirido.
Un editorial de elpais.com comenta la gran incertidumbre que reina sobre el desenlace de un proceso multifactorial al dejar atrás la solución binaria:
Ya no estamos ante un sistema de dos partidos muy destacados sobre el resto, en el que la incertidumbre residía en cuál de ellos iba a obtener mayoría absoluta o una minoría muy potente al borde de aquella. Ahora hay cuatro opciones en pugna por definir su peso y sus respectivos perímetros en un nuevo sistema en el que, salvo enormes sorpresas, todas van a ser minoritarias”.

Una primera incertidumbre

La casi indescifrable dinámica de la recta final incluye los siguientes factores cuyo engranaje desconocido enturbia cualquier visión prospectiva:

·      Pedro Sánchez denuncia el montaje de un “frente anti-PSOE”, por parte de los otros tres contendores principales, lo cual él estima se debe al reconocimiento que ejerce la primera opción de triunfo:
"Unos vienen de nuevas [Ciudadanos y Podemos] y dicen que quieren hacer lo que ya hicimos... Que no se inquieten que lo volveremos a hacer…Votarles es votar al PP; votar al PSOE y no a otro es el voto del cambio,…”.
"Agradezco el frente anti-PSOE que han montado entre PP, Ciudadanos y Podemos, porque demuestra que estas elecciones son cosa de dos",
Sánchez intenta evitar una migración hacia las dos nuevas fuerzas –Ciudadanos y Podemos- proyectándose como alternativa con experiencia presidenciable y alternativa al PP.


Albert Rivera, el promotor y candidato de Ciudadanos, cierra su campaña electoral en Madrid el lunes 14.12 con la clara intención de atraer tanto los votos del PP como los del PSOE a la vez que intenta restarle viabilidad a Podemos e insiste en lograr el apoyo de indecisos y abstencionistas:
 "Es la hora del cambio. No podemos aguantar más. Llevamos años quejándonos de un bipartidismo decadente. Ha llegado la hora de cambiar todo eso, y no lo vamos a cambiar con un cabreo, lo vamos a cambiar con un proyecto…Queda una semana para el día más importante de España en los últimos 35 años. Los españoles decidirán si gana el miedo o la ilusión. Podemos ganar estas elecciones. Solo ganaremos si movilizamos a todo el mundo".
La dinámica oculta de los últimos días previos al 20D queda reflejada en el debate “cara a cara” celebrado el 14.12 entre Mariano Rajoy (PP) y Pedro Sanchez (PSOE). A los dos les convenía el enfrentamiento de los dos partidos tradicionales mientras los protestatarios de la llamada “nueva política”, Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos), se contentaban con un programa especial en “La Sexta” una vez finalizado el primer debate. El propio Rajoy lo explica en una frase: “es lo que siempre se ha hecho”. En verdad, el jefe del Gobierno temía perder simpatizantes frente a Rivera.


Frente a la crítica emanada de personeros del Gobierno acusando a Sánchez de haber sido maleducado al afirmar en el debate que Rajoy “no es una persona decente”, el abanderado del PSOE replicó:
“El problema no es el candidato del PSOE, sino el del PP. Solo le dije lo que piensan la mayoría de los españoles; no podía pasar de puntillas por asuntos tan graves como los que han afectado y manchado la vida pública española. 
El candidato del PSOE apostó a radicalizar la oposición a Rajoy para asi drenar votos tanto de Ciudadanos como Podemos. Decidió utilizar un tono bronco y unos términos agresivos que parecen haberle servido en aumentar un par de puntos en el cierre de la competencia. ¿Serán suficientes? Solo el desenlace lo determinara:
“No fue un debate bronco. Creo que fue vibrante y yo tenía la necesidad de desmontar las mentiras de Rajoy. Mi intervención fue directa y se corresponde con un juicio muy severo sobre las graves responsabilidades políticas que comprometen al presidente del Gobierno tras más de seis años, con una catarata de casos de corrupción a cada cual más grave y en la que siempre aparece el PP”.
Frente a la pregunta formulada por el conductor del debate:
 “Las encuestas dan la victoria al PP. El PSOE quedaría cuatro o cinco  puntos por detrás. Ninguna le da ganador”.
Sánchez responde:
 “Yo creo que estamos en empate técnico, y ahora el voto útil va a ser más útil que nunca para poner fin al Gobierno de los recortes sociales, al que no tiene voz en el mundo, para que la recuperación sea justa y resolvamos la crisis de convivencia que hay en España”.

El miércoles 16.12 el influyente elpais.com  da como ganador en el “cara a cara” a Sánchez versus Rajoy:

“Pedro Sánchez ganó claramente el debate del lunes por la noche y salió muy reforzado como candidato a La Moncloa, mientras que Mariano Rajoy, que acudió mal preparado, perdió los papeles y salió derrotado. El cara a cara celebrado entre los dos líderes desautorizó el pronóstico inicial de un encuentro anodino entre representantes de dos viejos partidos desgastados por largas prácticas bipartidistas: la ofensiva desencadenada por el socialista, pidiendo cuentas a Rajoy por la corrupción y la desigualdad social, permitió una verdadera dinámica de debate sobre algunos problemas graves, de los que Rajoy quería zafarse y Sánchez no le dejó”.
Rajoy, cabeza de lista del PP, evitó estar presente en otro debate organizado por EL PAIS y transmitido por IN el lunes 30.11 al cual estaban convocados los cuatro principales candidatos presidenciales.
Un vocero del PP intentó suavizar la ausencia declarando que el presidente Rajoy ganó el debate por no estar presente.



La estrategia electoral de Sánchez queda clara en su respuesta a otra pregunta:

P. “Albert Rivera ha dicho que no le apoyará; tampoco a Rajoy”.

R. “Rivera miente y, si puede, apuntalará a Rajoy en La Moncloa. Y Podemos ha renunciado a ganar las elecciones; solo va contra el PSOE. Por eso es fundamental que el voto no se divida”.
En otras palabras, podemos inferir que Rajoy goza de una ventaja competitiva debido a las acciones interesadas de sus rivales al estar estos enrumbados en un curso de acción  con la mira en beneficios individualistas.

Así Rivera de Ciudadanos tiene en la mira un acuerdo con el PP en las Cortes y por tanto no lo agrede mientras Podemos ataca al PSOE y no al PP con la finalidad de captar votos en la izquierda convencional pero rejuvenecida la cual pudiera absorber a los simpatizantes de Podemos.

Considero que expresado en términos sencillos, “the heart of the matter” –en este caso el probable nuevo triunfo de Rajoy – la victoria del PP-  se deberá al cálculo ensimismado tanto de Ciudadanos como de Podemos lo cual relegará al PSOE a un segundo lugar.

Las actitudes fundamentales

El Centro de Investigaciones Sociológicas de Madrid dio a conocer hace pocos días su Barómetro de la opinión pública española para el mes de Noviembre 2015. Selecciono algunos de los temas consultados:
 
1    P:  Y refiriéndonos ahora a la situación política general de España, ¿cómo la calificaría Ud.: muy buena, buena, regular, mala o muy mala? [en porcentajes]
Muy buena 0,2
Buena 3,8
Regular 24,1
Mala 36,3
Muy mala 31,9
N.S. 3,3

Me impacta que un 70% responda “mala, muy mala” lo cual debería ser el detonante de una pérdida de apoyo electoral por parte del PP, actual partido de gobierno.

2    PY, ¿cree Ud. que dentro de un año la situación política del país será mejor, igual o peor que ahora?

Mejor 20,4
Igual 39,3
Peor 15,0
N.S. 24,1
N.C. 1,3

Según se desprende de estos resultados solo una quinta parte considera viable el mejoramiento de la situación política mientras un muy significativo 40% opta por el inmovilismo y un 25% por la incertidumbre.
La paradoja de la desaparición del duopolio para ceder a un multipartidismo de cinco agrupaciones (incluyo en este caso a la Izquierda Unida) es que puede favorecer a que cualesquiera de las cuatro principales agrupaciones venza en una contienda electoral.
Esto en la actualidad favorece al PP lo cual, de triunfar, congelaría la corrección de rumbo deseada por tres de cada cuatro españoles quienes votarían por la esperanza de una renovación en las personas de Sánchez, Rivera o Iglesias.
La situación reviste rasgos de crisis en cuanto a la gobernabilidad de la nación al considerar que 77,5% evalúan al “paro” como el primer, segundo o tercer principal problema. Además, el 40,1% seleccióna a “la corrupción y el fraude” en las mismas casillas.


Con todo eso, la estimación final preelectoral de Macroscopia llevada a cabo en los primeros días de diciembre es la siguiente como porcentaje de votos validos:

PP: 25,3%                                               
PSOE: 21,0%
Ciudadanos: 19,1%
Podemos: 18,2%
Izquierda Unida: 5,0%




La segunda incertidumbre

En España el número de votos no es directamente proporcional a los escaños obtenidos en las Cortes. Las llamadas elecciones generales son el resultado de 50 elecciones parciales lo que resulta en una proporcionalidad asimétrica sobretodo en las provincias medias y pequeñas en las cuales salen favorecidos los partidos que ocupen el primer y el segundo lugar.
Por ejemplo, en la estimación de los votos resultantes por partido, el PSOE aventaja a Podemos en solo 2% lo cual en la práctica se traduce en una diferencia estimada de 90 a 60 escaños lo cual le resta capacidad negociatoria para entrar en una coalición.
Metroscopia calcula que el PP obtendría 109 diputados en la votación del 20D, una pérdida significativa de los 186 obtenidos en las elecciones a finales del 2011 con lo cual obtuvo la mayoría en un total de 350 escaños.
Ahora, aun triunfando en el 20D, el PP se vería obligado a negociar con el PSOE el cual pudiera lograr unos 90 curules (en comparación con 110 en el 2011). 
Ciudadanos obtendría alrededor de 60 escaños, un monto similar al previsto para Podemos.

¿Cuál sería el contenido, las modalidades y la permanencia de una posible y ciertamente incomoda coalición entre el PP y el PSOE? Esa es la formulación de la segunda incertidumbre.

Me temo que “aquello estaba deseando ocurrir” tendrá que esperar.




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