José Rafael Revenga Febrero 20, 2017
Una visión prospectiva de la dinámica en curso del mercado
petrolero señala una congelación de los precios por debajo de $55/b con una
baja probabilidad que los precios alcancen el nivel previsto de $70/b a fines
del 2017.
De consolidarse los vectores emergentes, la próxima reunión formal
de la OPEP, prevista para el 25.05.2017, adquiere una importancia crucial a
fin de lograr una prolongación del acuerdo vigente hasta fines del 2017 con la
participación de los principales productores no-OPEP.
El acuerdo de reducir niveles de producción por parte de los principales productores
de crudo se ha cumplido sorpresivamente en un 90% hasta mediados de febrero.
Esto ha permitido retirar casi 1,5 millón b/d del flujo de la oferta por parte
de la OPEP y once productores no-OPEP.
El cumplimiento con las cuotas establecidas ha venido en aumento
durante el mes de febrero pues en enero solo fueron retirados 890.000 b/d. de
la oferta de la OPEP en vez de los 1.200.000 b/d estipulados.
La producción de OPEP se coloca actualmente en 32,06 millones b/d .
La producción global de crudo, hoy en día se sitúa en 96,4
millones b/d, unos 730.000 b/d menos que las del 2016.
Arabia Saudí contribuyó con 70.000 b/d adicionales a su cuota de
reducción de 490.000 b/d.
El WTI se ubicó el 10.02 en $53,507/b el 10.02 mientras el Brent
alcanzó $56,35/b.
El ministro de petróleo de Kuwait declaró, en una clara maniobra
mediática para sostener la burbuja alcista, que el acuerdo pudiera extenderse
mas allá del 01.07.
En contraposición al recorte programado de la oferta, Brasil, Canadá y los EE.UU. aumentarán su producción en 750.000 b/d durante 2017. Otros productores no-OPEP contribuirán unos 400.000 b/d adicionales. El connotado experto energético Daniel Yergin estima que la producción estadounidense de crudo aumentará en mas de 500.000 b/d durante el 2017.
De mantenerse el precio del recurso convencional entre $50 y
$55/b, la explotación del shale oil y del shale gas se acelerará.
El ministro de Energía del Reino Saudí al-Falih, está dispuesto a invertir varios miles de
millones de dólares en la estructura de refinación y distribución en los
EE.UU..
Hoy en día, luce poco probable que un nuevo punto de equilibrio
entre oferta y demanda surja a mediados del 2017 lo cual impulsaría los precios
hasta los $40/b debido a incrementos de la producción domestica de los EE.UU. y
otros flujos de suministros no previstos tales como la actual producción los
2 millones b/d de Nigeria la cual representa un aumento de 336.000 b/d en comparación
con el nivel de enero pasado.
Por lo tanto, el escenario dominante exige la continuidad del
acuerdo para fijar cuotas de suministros para el segundo semestre del año. Se
estima que el desequilibrio actual alcanza 500.000 b/d no previstos. Una señal
de esta preocupante realidad es el aumento de los inventarios de crudo en
EE.UU. que alcanzan el record histórico
de 518 millones de barriles.
Al adoptar una visión a mediano plazo habría que introducir en la
ecuación del equilibrio nuevos desarrollos como los de Guyana, Egipto y Líbano
sujetos todos ellos a un desarrollo acelerado de sus yacimientos de crudo y gas
costa-afuera. Por ejemplo, en el caso del Líbano las exploraciones sísmicas
indican yacimientos por un total de 96 billones de pies cúbicos de gas y 850
millones barriles de petróleo.
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