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11/6/16

ESPAÑA: LAS INCÓGNITAS DEL 26J


José Rafael Revenga                                                              Junio 19, 2016 

jrrevenga@gmail.com
@revengajr 

[Ver Nota Previa del 29.05: Los cuatro ases de España se enfrentan el 26J]

  • Los aun indecisos suman 32% de quienes manifiestan su intención de votar
  • Una participación por debajo del 70% favorece al PP
  • El pacto Unidos Podemos llegaría en segundo lugar por delante del PSOE
  • El PP no disminuye su votación y puede mejorar en un par de escaños
  • El PSOE, en un supuesto tercer lugar se convertiría en la bisagra de dos alianzas posibles con ambos extremos: con el PP o con Unidos Podemos
  • Unidos Podemos se titula la “nueva social democracia” pues Marx y Engels también lo eran según Iglesias
  • Alta probabilidad de un Gobierno de izquierda integrado por la “social democracia” del PSOE, la “nueva socialdemocracia” de Podemos y la “izquierda comunista” de Izquierda Unida: ¿la perfecta receta para un fracaso?
  • Pasarán largas semanas antes de una investidura por parte del Rey Felipe
  • No es descartable una tercera elección general en unos seis meses lo cual obligaría a Mariano Rajoy continuar como Presidente en funciones y a España sin rumbo
  • España está por abrir una nueva puerta a la incertidumbre institucional y al interrogante de cual España quiere la mayoría de los españoles.
El paso del bipartidismo, garante de una alternabilidad, en la conducción de los destinos nacionales a una fragmentación en por lo menos cuatro bloques electorales aun no ha sido procesado en plenitud ni en cuanto a sus probables causas ni en cuanto a su imprevisible devenir.

El resultado electoral del pasado 20.12 y el fracaso de las negociaciones para armar el andamiaje de una mayoría en las Cortes ha dejado a España con un gobierno provisional “en funciones” durante seis meses.

Después de las estériles tentativas  de armar un gobierno con respaldo electoral mayoritario se presenta una nueva contienda electoral el domingo 26.06. Sin embargo, los bloques electorales siguen manifestando casi la misma fuerza anterior lo cual obstaculiza una coalición entre algunos de ellos,

La prospectiva da a entender que el PP seguirá siendo la primera fuerza política lo cual no le garantiza en absoluto la oportunidad de formar gobierno. En relación a los otros partidos si se pueden constatar novedades:

Albert Rivera de Ciudadanos (C’s) no ha podido realizar su potencial y perderá algunos escaños.

Pedro Sánchez  (PSOE) ha perdido algo de impulso y corre el riesgo de descender al tercer lugar.

Pablo Iglesias ha remontado gracias a su coalición con Izquierda Unida y no es descartable que forme gobierno con el PSOE.

En España, la escogencia de un nuevo Presidente no es directamente por el voto popular sino por su traducción en el número de escaños asignados a cada una de las 52 circunscripciones electorales. Por ejemplo, 36 para Madrid y 12 para Sevilla.

Los resultados previsibles para las elecciones generales del 26J:

PP                            121   escaños
PSOE                        86     "       "           
Unidos Podemos      77+   "       "
Ciudadanos              40      "       "

Se requieren 176 escaños para la mayoría absoluta

Opciones:

1)    PP + PSOE                           207
2)    PP + Ciudadanos                  161 (no es suficiente)
3)    Unidos Podemos+PSOE       165 (no es suficiente)

Las opciones 2 y 3 pueden superar el umbral de la mayoría al aliarse con micro- partidos.



La integración de una coalición mayoritaria puede requerir meses después de la investidura de un candidato por el Rey

Siempre existe una opción casi inimaginable en sus efectos: la tercera elección en 12.2016

El cuatripartidismo se encuentra congelado en sus perfiles

El PSOE puede cederle el segundo puesto a Unidos Podemos

Unidos Podemos se proyecta como la alternativa al PP.

No se esperan modificaciones importantes del caudal electoral ni de los escaños por obtener por parte de los integrantes de los cuatro bloques partidistas.

Después de la elección presidencial el pasado 20.12.2015 y de la imposibilidad –unilateral o colectiva- de cada uno de los cuatro concurrentes de formar una mayoría parlamentaria para la designación formal del nuevo  presidente de Gobierno y de los esfuerzos infructuosos de parte del Rey de asignar una investidura realizable, 

España se enfrenta de nuevo a una elección nacional de la cual dependerá la posibilidad de formar gobierno en las Cortes, de designar al nuevo jefe de gobierno y de diseñar una formula de ancha base para las políticas públicas.





España está por abrir una nueva puerta a la incertidumbre institucional y al interrogante de cual España quiere la mayoría de los españoles. 

El paso del bipartidismo, garante de una alternabilidad, en la conducción de los destinos nacionales a una fragmentación en por lo menos cuatro bloques electorales aun no ha sido procesado en plenitud ni en cuanto a sus probables causas ni en cuanto a su imprevisible devenir.

La incertidumbre afecta no solo a los resultados sino también a la configuración de las alianzas requeridas para establecer una mayoría y a su sustentabilidad a corto plazo.
 Los interrogantes son de tal magnitud que muchos se preguntan si les espera una tercera elección.

¿Han cambiado las preferencias electorales durante los últimos seis meses?  ¿Obedece el cálculo político en la formación de alianzas o coaliciones a nuevos criterios? ¿Se han expandido o retrocedidos los liderazgos de los principales contendores?  


Las  elecciones del domingo 26.06 despejaran algunos de esos interrogantes pero no todos. España ya se adentro en un laberinto del cual no se conoce la salida. La única certeza es que ya no será la misma.

Si bien los resultados del pasado 20.12 y el fracaso de las negociaciones posteriores no alteraron los lineamientos convencionales de un polo dominado por el Partido Popular del presidente en funciones Mariano Rajoy con su desprendimiento parcial en la forma de Ciudadanos C’s liderado por el joven Albert Rivera y de otro polo dominado por el tradicional rival PSOE y su propio desprendimiento cristalizado en el trasvase hacia Podemos, ahora la realidad se ha trastocado.
  
La más reciente encuesta (Barometro Pre-Electoral 2016 con unas 17.000 entrevistas ) del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)

Frente a la pregunta “suponiendo que mañana se celebrasen elecciones generales, ¿a qué partido o coalición votaría  Ud.? (respuesta espontanea):

La estimación final del CIS incorpora el cálculo sobre los votos y los escaños:




No obstante, la citada encuesta finalizó cinco semanas antes de la fecha de las elecciones generales y al tener en cuenta que uno de cada tres votantes no ha decidido más los aciertos y traspiés de los candidatos es razonable postular algunas variantes de significado en los resultados terminales.

El CIS presenta dos escenarios como los más probables: un gobierno formado por una coalición presidida por Mariano Rajoy –el cual será el que obtenga mayores votos y escaños aunque no superara el 30% de los votos y en el polo opuesto  una mayoría presidida por Pablo Iglesias quien ha logrado frenar su descenso al aliarse con Izquierda Unida y de hecho disputará con el PSOE el segundo puesto en el favoritismo de los electores.

Al no acercarse ningún partido a la mayoría real la trama de la política se desplaza hacia la estructuración de bloques, pactos, coaliciones o alianzas. Es decir, el elector español no sabrá por quien está votando ya que las asociaciones se darán solo semanas después de la elección y ninguno de los  partidos ha hecho saber de manera clara cuál es su estrategia de alianza y con quien en fin de cuentas estará unido para integrar una mayoría en las Cortes y un equipo de gobierno mixto.

Alternativas

La alianza del PP con Ciudadanos en el mejor de los casos no superaría el 40% de los votos y pudiera alcanzar solo 160 diputados bien lejos de una mayoría. El PSOE pudiera facilitar jugando el rol del ausentismo en las Cortes con lo cual el umbral de la mayoría efectiva se reduciría.

Esta consideración coloca en el centro de la configuración del nuevo gobierno al PSOE quien parece destinado a ser el fulcro del nuevo Ejecutivo a pesar de probablemente perder el segundo lugar obtenido en las elecciones generales del 2012.
El mismo Sánchez admitió la erosión del impulso que los acompaño en el 20.12 a un buen segundo lugar:   
 “Tenemos que sacar conclusiones de ellas [las encuestas] y nos dicen que tenemos que activar a nuestro electorado. Los votantes de Podemos y del PP lo están y una parte del PSOE no lo está, está desanimado",
A Pedro Sánchez se le plantearía la disyuntiva de colaborar en la formación del nuevo gobierno bien sea estableciendo una alianza con el PP o con Unidos Podemos. Si opta  por la segunda estaría aprobando a Pablo Iglesias como Presidente siempre y cuando ambas agrupaciones  alcancen 176 diputados lo cual luce factible.

Las repercusiones internas al PSOE llegarían a una rebelión y destitución de Sánchez quien de por si ejerce un liderazgo precario dentro de su tolda y abiertamente cuestionado por   la presidenta de Andalucía, Susana Díaz.

Además, se vería debilitado por un tercer lugar en el resultado del 26J. Para Sánchez sería una derrota perder 10 o 12 diputados en comparación con los 90 obtenidos  -20 menos que en el 2011-  el 20D del 2015lo cual debilitaría su capacidad de negociación interna y externa.

Sánchez ha negado toda posibilidad de un pacto con el PP. Recientemente declaró:
 “Somos los únicos que pueden garantizar el cambio... Como gane Rajoy, que afirma que es previsible, previsiblemente habrá más recortes y casos de corrupción".
Sin embargo, pudiera ausentarse de la votación en las Cortes lo cual le daría el paso a la coalición PP con C’s.

El surgimiento, la caída y la recuperación de Podemos, ahora Unidos Podemos, amerita toda la atención. No sin razón, la organización política se presenta como la alternativa electoral al predominio del PP

A esto ha contribuido el desarreglo interno del PSOE y la alianza con Izquierda Unida e, indudablemente, un nuevo “packgaging” de la marca que ahora se califica de socialdemócrata y se compara con el socialismo sueco para esconder sus afinidades con el socialismo a la griega. Además, ha esculpido una imagen más “light” con su spot publicitario “Una sonrisa para el país”.
    
Pablo Iglesias ha ampliado su mensaje político-económico y ha manifestado su disposición para aliarse  con lo que él denomina la “vieja socialdemocracia”:
“Nuestro primer desafío es asumir que sólo podremos gobernar mediante una alianza, en España y en Europa, con la vieja socialdemocracia, en un contexto posterior a la Guerra Fría en el que las identidades políticas de la izquierda que se forjaron al calor del breve siglo XX (1917-1989) tienen problemas para reconocerse a sí mismas. Ello implica la apertura de un debate de país, que debe incluir a sectores de la vieja socialdemocracia, en clave ideológica y geoestratégica, sobre qué tipo de políticas se podrían implementar desde un Estado y unas administraciones con enormes limitaciones soberanas y sobre qué papel queremos jugar con relación a Europa, Iberoamérica y el mundo”.
“El fracaso de las políticas de austeridad patrocinadas por Alemania en el Sur de Europa y el abandono por parte de la vieja socialdemocracia, arrastrada al callejón sin salida de la Tercera Vía, de las políticas neokeynesianas, ha dejado abierto el espacio para una nueva socialdemocracia, no condicionada por las contingencias de la Guerra Fría, que pueda reclamar una política a un tiempo soberanista y europeísta de carácter social”. 
Unidos Podemos se presenta, con un grado significativo de aceptación como “la alternativa”. Bien pudiera serlo tan pronto como el 26J si culmina su alianza con el PSOE o con un alto grado de probabilidad en las elecciones generales a fines de 2019.

La  coalición Unidos Podemos es altamente inestable dada el compromiso de sus directivos Alberto Garzón y Pablo Echenique de no arriar sus bandeas comunistas en los actos públicos. O sea, mientras que Iglesia se esfuerza por proyectar la marca de un socialismo “light” sus nuevos socios se esforzarán  por hacer valer sus símbolos y discursos.

Paradójicamente Pablo Iglesias se ha convertido en uno de los mejores intérpretes públicos de la actual dinámica política de España. En relación al futuro rol del PSOE en decidir cuál de los polos llegaría a apoyar después de las elecciones para formar gobierno, Iglesias contesta en una entrevista del 10.06:

P. ¿Por que iba a pactar el PSOE con ustedes para darle la presidencia si no lo hizo cuando Pedro Sánchez pudo haber sido presidente?
R."Están en medio de una encrucijada, de un debate histórico, en el que van a tener que tomar dos opciones. O acuerdo con el PP o acuerdo con Podemos. Intentaron una vía [con Ciudadanos] que no tenía los números. Y creo que la decisión se les vuelve a plantear ahora. Hay un nuevo espacio de cuarta socialdemocracia por construir a partir del fracaso de la tercera vía. Y nosotros no podemos construirlo solos. Necesitamos hacerlo con lo que significa el Partido Socialista. Que pase lo que pase el 26, va a seguir siendo un partido fundamental en España”.

En resumen, la transformación del bipartidismo en un cuatripartidismo y medio ha cambiado profundamente las reglas de cómo hacer política  en España y, de manera aun no visible, la conducción del país.

El debate a cuatro por TV congela las posiciones de los partidos en cuanto a las coaliciones

El debate escenificado el lunes 16.06 en los estudios de RTV de España con la presencia de los cuatro candidatos –primera vez que se enfrentan en colectivo- sirvió para fortalecer la congelación de la preferencia electoral por  cada uno de los bloques partidistas y sus respectivos ganadores.

Más reveladora para estimar la probabilidad de las futuras coaliciones y de quien sería el primero a ser llamado por el Rey para investirlo de la casi imposible misión de formar un gobierno, resultó ser la escogencia por parte de los concursantes de quienes serían sus blancos por agredir.

Sorpresivamente Albert Rivera arremetió duramente contra Mariano Rajoy:
“Se lo digo de corazón, creo que la nueva etapa política de España necesita un nuevo gobierno…”
Y esta semana  Rivera remata:
Sí, nosotros no queremos que Rajoy gobierne, más claro no lo puedo decir”.
El PP en teoría seria el socio natural de Rivera ya que el aporte de Ciudadanos, por menor que sea, luce casi indispensable para que el presidente del PP pueda de nuevo asumir la jefatura del Gobierno. A su vez, Pablo Iglesias lo llamó “escudero” del PP lo cual tipifica la percepción generalizada antes del desempeño de Rivera en torno al futuro político de Ciudadanos. Ahora, parece ya no serlo.

Rajoy también fue blanco principal de la intervención de Pedro Sánchez, candidato del PSOE, quien  aseveró que el apoyo al PP sería imposible debido a que Rajoy impulsaba políticas “retrogradas”.

Sánchez también criticó a Iglesias al afirmar: 
“Los extremos han bloqueado el cambio”.
"Al señor Iglesias no le preocupaban las políticas sociales sino el control del poder, como la TVE, los jueces, los fiscales, y los espías".
Sánchez todavía culpa a Podemos por haberse resistido en aliarse con el PSOE a raíz del resultado de las elecciones del pasado 20.12 lo cal impidió desalojar al PP de la presidencia. En ese entonces el PSOE ocupó el segundo lugar en los resultados de la votación:
"Los extremos han bloqueado el cambio"
Iglesias decidió no acosar a Sánchez ("El adversario es Rajoy, Pedro") al considerar seguramente que Podemos requiere el apoyo del PSOE para estructurar la mayoría al tener en cuenta que muy probablemente la agrupación termine en segundo lugar como lo indican las encuestas lo cual haría de Iglesias presidente de España. Con razón Iglesias mantiene “la mano tendida hacia el PSOE”.

Todas las anteriores consideraciones presagian que pasaran largas semanas antes de la investidura por parte del Rey de un candidato lo cual de por si no garantiza la articulación de una mayoría.

¿Será necesaria una tercera elección general a fines del 2016? El atascamiento actual la hace probable. Peor aun, para evitarla sería necesaria la aparición de una de dos coaliciones, ambas conflictivas e inestables:

1)    El PSOE apoya al PP con la ayuda de Ciudadanos
2)    Podemos lidera una coalición con el PSOE y varios micro-partidos. En ambos casos, el papel de bisagra que tendría que jugar el PSOE lo fragmentaria casi de inmediato.

Si el PP quedara fuera del Gobierno, de inmediato se produciría un relevo de sus autoridades y posiblemente su “regeneración” pasaría a manos de Ciudadanos.

El jueves 16.06, a escasos diez días del 26J, Iglesias lanza un llamado de encantamiento al PSOE y a sus potenciales electores con el claro objetivo de trasvasar votos del PSOE a Unidos Podemos y a señalar que está dispuesto a una alianza con la cual lograr la mayoría.

El canto de sirenas llevó al candidato de Unidos Podemos a entonar la siguiente frase:
"Creo que Zapatero es el mejor presidente que ha tenido nuestra democracia"

¡Vaya exageración hiperbólica! Muchos pensarían justamente lo contrario incluyendo miembros de su propia tolda.

Zapatero ha agradecido las palabras de Iglesias pero de inmediato se deslindó de el al aclarar que la social democracia es exclusividad del PSOE:

“Por razones de futuro este país necesita un gobierno equilibrado entre la responsabilidad y el compromiso social. Y eso lo representa el PSOE”.

También con no disfrazada ironía, Sánchez opinó:
 "Cuando Iglesias se reúne con Teresa Rodríguez es anticapitalista, cuando se reúne con Garzón es comunista, cuando se reúne conmigo es socialdemócrata… Miedo me da que se quede encerrado con Rajoy en un ascensor".
No obstante, la jugada política puede ser acertada de parte de Iglesias al inducir a  Sánchez a declarar su empatía por la coalición liderada por Iglesias y a sembrar la esperanza de una pronta formación de una mayoría que integre un nuevo Gobierno.

El más reciente “Barómetro Electoral” de Metroscopia correspondiente al 12 de junio da a conocer las siguientes posiciones en cuanto a los votos validos en las próximas elecciones generales:

1)    El PP con un 28,9% en comparación con el 28,7% obtenido el 20D de 2015
2)    Unidos Podemos con 25,4% mientras el 01.05 pasado, la última encuesta antes de la coalición con IU, reflejaba solo el 18,1%.
3)    El PSOE con un 20,8% mientras en el 20D alcanzó un registro de 22%.
4)    Ciudadanos con un 15,9% , una ganancia de 2% en relación a los resultados obtenidos el 20D



El PP logra armar un pacto que le permite formar gobierno pero sin la jefatura de Mariano Rajoy

Por último, surge una narrativa no enteramente de política ficción, en la cual el PP –en primer lugar numéricamente- pudiera suscribir un pacto que le diera la mayoría con el PSOE y Ciudadanos pero bajo la dimisión previa de Rajoy quien sería sustituido por un dirigente de su partido el cual pasaría a ocupar la Presidencia de España.

El sondeo indica que un sorprendente 74% de los votos validos estaría de acuerdo mientras solo un 19% lo rechazaría. Mismo en el propio PP un 57% apoyaría la solución y un minoritario 38% la rechazaría.

Los márgenes de apoyo a dicha propuesta son de 76% por parte de Unidos Podemos, 78% por el PSOE y un 91% por Ciudadanos.



Al tener en cuenta dichos indicadores queda claro que el obstáculo por obviar para la formación de un nuevo gobierno es la permanencia de Mariano Rajoy en la Presidencia obtenida en las elecciones generales de diciembre del 2011.

ALERTA

A pocos minutos antes de cerrar esta Nota y a una semana del 26J me llega la más reciente encuesta electoral de Metroscopia:


Rajoy afirmó recientemente: “Gobernar es difícil”. 
Añado: “Formar Gobierno es más difícil”
                                                                  

PODEMOS PSOE CIDADANOS

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