José Rafael Revenga Enero 13, 2013
Si hemos de ver con claridad la
circunstancia y el contexto en que yace la Nación, es ineludible la referencia
a uno de los más absurdos episodios de la historia contemporánea: la existencia
de un régimen político -en Cuba- el cual durante más de 50 años ha sido incapaz
de estructurar un modelo de economía que permita a su pueblo prosperar en
libertad.
Esa impotencia obligó a Cuba a gestionar
una relación de casi exhaustiva dependencia económica por tres décadas con la
entonces Unión Soviética. Solo así logró sobrevivir el régimen. Al desplomarse
esta oxigenación artificial en 1991, la nación insular entró, durante casi una
década, en un profundo y extenso período de contracción bautizado oficialmente
con el eufemismo de “Período Especial” del cual solo se ha recuperado debido a
la suplencia asumida por Venezuela durante los últimos 15 años. Sin ella, es
altamente probable que el régimen cubano no hubiera sobrevivido y su economía
postiza hubiera colapsado.
Lo pasmoso del episodio es que si bien Cuba
no tuvo otra opción que la de someterse a una paralizante y humillante
dependencia económica y política como contraparte a los gigantescos aportes de
su benefactor –los cuales no han sido reiniciados-, en cambio Venezuela ha sido
hecha presa por un inaudito volapié ejecutado con envidiable astucia por los
líderes históricos de Cuba.
Con asombrosa ingenuidad inexcusable o complicidad deliberada, el gobierno
venezolano ha aceptado la inversión de los roles para transformarse en un país
dependiente de una casi ilimitada injerencia cubana.
En una inconcebible metáfora, el preso dependiente se ha mutado en carcelero mientras éste le ha cedido su soberanía y su independencia. El contrapeso de los dispendiosos aportes venezolanos, desviados de su finalidad primordial y por lo tanto apátridas, ha sido la erosión de la calidad de vida de nuestros ciudadanos y de la soberanía de la Nación.
Un importante centro de estudios de la economía cubana, localizado en La Habana, es otro fiel eco de la línea oficial la cual no sabe cómo esconder las realidades de una economía que simplemente no funciona por una conceptualización defectuosa y por prácticas congeladas por varias década de imposición. Por más “cambios y flexibilizaciones” y etiquetas engañosas para los crédulos tal como “la actualización del modelo económico” que a costa de intentar de decirlo todo terminan sin decir nada, el fracaso es irreversible salvo si puede contar con una “madrina” o “tío rico” como Venezuela:
Si bien la tragedia humana del pueblo de Cuba es motivo de legítima preocupación por parte de los otros pueblos, mayor es la catástrofe de una nación soberana venida a menos por servir de pulmón artificial en desmedro directo de su propia gente.
Si el absurdo se detuviera aquí, ya sería inaudito. Pero es difícil calificar adecuadamente la próxima etapa de este proceso. Se trata de subyugar a la nación benefactora para continuar, mediante una violencia institucional casi invisible, la viabilidad de un modelo insostenible. Es la nueva forma de la dominación y de la dependencia macabra.
No sería motivo de sorpresa que la línea oficial de propaganda cubana invocara, como mantra exhausta, el embargo impuesto a lo largo de décadas por los EE.UU. Sería un ejercicio pueril de "deus ex machina".
Para refutarlo, solo habría que recordar el millardo de dólares que envían anualmente ciudadanos estadounidenses por vía de transferencias autorizadas a ciudadanos cubanos. Igualmente, habría que tener en cuenta los $700 millones de alimentos básicos adquiridos en el 2012 por el gobierno cubano provenientes del superávit de producción de las granjas en el Medio Oeste centrado en Nebraska. Todo esto con la plus valía de un gran descuento y con la intermediación del gobierno "yankee".
Y por último, habría que señalar, las compras por internet de por parte de ciudadanos cubanos de bienes originados en USA y de los envíos por internet adquiridos en USA y entregados "puerta-a-puerta" a cualquier cubano.
En una inconcebible metáfora, el preso dependiente se ha mutado en carcelero mientras éste le ha cedido su soberanía y su independencia. El contrapeso de los dispendiosos aportes venezolanos, desviados de su finalidad primordial y por lo tanto apátridas, ha sido la erosión de la calidad de vida de nuestros ciudadanos y de la soberanía de la Nación.
¿SE RECUPERARÁ LA ECONOMÍA CUBANA?
El nivel del punto de partida es
tan abismal que al aproximarse Cuba al 55 aniversario de la
Revolución, el presidente Raúl Castro, al intervenir, a mediados de diciembre pasado, en la clausura del X
Período de Sesiones de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional, no podía menos
que señalar un crecimiento marginal y artificioso en la mayoría de las actividades económicas.
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| Raúl Castro se dirige a la Asamblea Popular sobre la economía cubana (diciembre, 2012) |
No obstante, el General de Ejército y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro, tuvo que
admitir, en ese lenguaje melifluo propio de los jefes de Estado de las
sociedades cerradas o de las tecnocracias en las cuales reina la máxima opacidad informativa, “la
falta de integridad en la ejecución del proceso inversionista causada por la deficiente preparación previa, el atraso en los suministros y la baja
productividad”.
LAS CAUSAS INVICTAS DE LOS MALES
LAS CAUSAS INVICTAS DE LOS MALES
En otras palabras, es solo ahora
cuando el gobierno cubano empieza a enfrentar el despegue de una sociedad
pre-industrial. Sin embargo, el presidente Castro se aventuró en ser más explicito al señalar
las causas pero no asomó cuales pudieran ser los correctivos:
“Las causas, debo decirlo crudamente, no son nuevas, son las mismas que se han identificado hace muchos años: deficiente preparación previa, atrasos en los suministros, baja productividad y déficit de fuerza de trabajo, con el consiguiente incumplimiento de los cronogramas pactados y la posposición de la puesta en explotación de importantes objetivos productivos, lo cual compromete los ingresos y ahorros previstos en la proyección de la economía, mientras se inmovilizan recursos deficitarios para otros destinos”.LAS CAUSAS SON "ESTRUCTURALES" DESDE "HACE MUCHOS AÑOS"
De la anterior declaración hay que
resaltar que las causas negativas se conocen “hace muchos años” y que siendo
“estructurales” se hace necesario una transformación radical de la inercia de
actitudes y comportamientos engendrados por una férrea burocratización y
regimentación de casi todos los aspectos de la vida diaria de los cubanos
durante casi 3 generaciones:
“Es preciso rebasar el inmovilismo, la superficialidad y la improvisación que persisten en la mayoría de nuestras inversiones y ello deberá caracterizar la conducta de los cuadros de dirección en todos los niveles del Estado, el Gobierno y el Partido, en lo que a cada cual le corresponde”.
También incide en la economía
pauperizada de la isla, la ausencia del engranaje de la comercialización desde
sus etapas iniciales. Los denominados
“trabajadores por cuenta propia”, constituyen un ejército de unos 400.000
funcionarios despedidos de sus cómodos y ciertamente improductivos empleos gubernamentales, para ingresar las
filas de una especie de “micro-capitalistas” abandonados a su suerte sin contar
con los recursos, equipos y adiestramientos requeridos para iniciarse en su
nueva forma de vida:
“La falta de implementos y recursos, la necesidad de dotar a los trabajadores por cuenta propia de instrumentos y pequeñas maquinarias, el poco conocimiento de las potencialidades mineras en la localidad, o la costumbre de esperar que lleguen «de arriba» los materiales que se necesitan, fueron temas de debate".
“Punto y aparte merecieron dos problemas muy concretos: las múltiples dificultades en la comercialización de materiales a la población y la baja calidad de lo que se edifica, cuyo ulterior mantenimiento pocas veces se tiene en cuenta planificar”.
“Insostenible es también que en un territorio abarroten los almacenes recursos que se anhelan en otro, o que las industrias produzcan aquello que nadie compra, ya sea por su baja calidad, altos precios o la conjugación de los dos factores”.
“Lejos todavía de la solución definitiva, que depende en primer lugar de la elevación de la exigencia y rigor de los cuadros de dirección y sin dejar de reconocer el impacto de problemas estructurales existentes en el actual modelo económico, se obtienen alentadores resultados en la disminución de las cuentas por cobrar y por pagar vencidas, si bien no todos los organismos y Consejos de la Administración Provinciales marchan con paso firme y sólido”.
CUBA: UNA ECONOMÍA EN "RESPIRACIÓN MECÁNICA" Y UN RÉGIMEN AL BORDE DE LA TERAPIA INTENSIVA
Un importante centro de estudios de la economía cubana, localizado en La Habana, es otro fiel eco de la línea oficial la cual no sabe cómo esconder las realidades de una economía que simplemente no funciona por una conceptualización defectuosa y por prácticas congeladas por varias década de imposición. Por más “cambios y flexibilizaciones” y etiquetas engañosas para los crédulos tal como “la actualización del modelo económico” que a costa de intentar de decirlo todo terminan sin decir nada, el fracaso es irreversible salvo si puede contar con una “madrina” o “tío rico” como Venezuela:
“Si miramos hacia atrás el año que expira, observamos que la continuación de los cambios y flexibilizaciones de lo que denominamos «actualización del modelo económico», no genera aún, por inacabados, saltos espectaculares ni todos los frutos tangibles que esperamos. Pero va creando los cimientos para el vuelco decisivo hacia aquello que el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Raúl Castro calificara ante el Parlamento como gran objetivo: la preservación y desarrollo en Cuba de una sociedad socialista sustentable y próspera”.
LA PLANTA PARASITARIA TERMINA POR APODERARSE DEL TRONCO ANFITRIÓN
Si bien la tragedia humana del pueblo de Cuba es motivo de legítima preocupación por parte de los otros pueblos, mayor es la catástrofe de una nación soberana venida a menos por servir de pulmón artificial en desmedro directo de su propia gente.
Si el absurdo se detuviera aquí, ya sería inaudito. Pero es difícil calificar adecuadamente la próxima etapa de este proceso. Se trata de subyugar a la nación benefactora para continuar, mediante una violencia institucional casi invisible, la viabilidad de un modelo insostenible. Es la nueva forma de la dominación y de la dependencia macabra.
No sería motivo de sorpresa que la línea oficial de propaganda cubana invocara, como mantra exhausta, el embargo impuesto a lo largo de décadas por los EE.UU. Sería un ejercicio pueril de "deus ex machina".
Para refutarlo, solo habría que recordar el millardo de dólares que envían anualmente ciudadanos estadounidenses por vía de transferencias autorizadas a ciudadanos cubanos. Igualmente, habría que tener en cuenta los $700 millones de alimentos básicos adquiridos en el 2012 por el gobierno cubano provenientes del superávit de producción de las granjas en el Medio Oeste centrado en Nebraska. Todo esto con la plus valía de un gran descuento y con la intermediación del gobierno "yankee".
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| Internet vence al "embargo" |
La subyugación, finamente tejida durante 14 años, de la nación venezolana ha permitido financiar la continuada subsistencia del manejo irracional de la economía cubana la cual no ha podido aprender ni siquiera de las exitosas combinaciones surgidas tanto en China como en el Vietnam.
Esta situación de indefensión nacional frente a un "Machurucuto sigiloso" que caracteriza la actual circunstancia venezolana, ha permitido la irrupción de un nuevo factor de dependencia: la necesidad de recurrir a empréstitos en divisas facilitados por la República Popular China al Gobierno venezolano garantizados por entregas de petróleo a futuro las cuales pronto alcanzarán un valor de $40 millardos.
En verdad, la voracidad y la inteligencia de la planta parasitaria ha sido tan eficaz que su tronco anfitrión ahora se ha convertido en dependiente de ella.
jrrevenga@gmail.com
@revengajr
Esta situación de indefensión nacional frente a un "Machurucuto sigiloso" que caracteriza la actual circunstancia venezolana, ha permitido la irrupción de un nuevo factor de dependencia: la necesidad de recurrir a empréstitos en divisas facilitados por la República Popular China al Gobierno venezolano garantizados por entregas de petróleo a futuro las cuales pronto alcanzarán un valor de $40 millardos.
En verdad, la voracidad y la inteligencia de la planta parasitaria ha sido tan eficaz que su tronco anfitrión ahora se ha convertido en dependiente de ella.
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