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2/10/12

ELECCIONES USA 2012: EL SEXTO ROUND



José Rafael Revenga                             Octubre 07, 2012


A 29 cortos días antes de las elecciones del 6 de noviembre y a los 4 días de haberse sedimentado el desenlace del primer debate del miércoles 03.10, la realidad de una fuerte arremetida por parte de Romney es un hecho que ha colocado al equipo de Obama en "alerta plena". 

Quedan por delante 4 semanas en las cuales la estrategia de ambos bandos se concentrará en un esfuerzo individualizado en los principales "estados bisagra" y en los próximos 2 debates programados para el martes 16.10 y el lunes 22.10.

LA ANTESALA DEL DEBATE

El sexto round de las elecciones presidenciales en USA arranca con la opinión de un comentarista en el New York Times el domingo 30.09:

Mitt Romney está perdiendo feo. Y el solo es el culpable. No solo se encuentra en desventaja en comparación con Obama en casi todas las encuestas nacionales, sino que está detrás en casi todos los sondeos en los “swing states".
¿Y cuál es la respuesta de los republicanos? Que debe haber un sesgo mágico en esos números,  y que el sesgo debe ser el resultado de un esfuerzo consciente por parte de una élite mediática de apagar el entusiasmo de los republicanos.



Por esa consideración, el debate del miércoles se presentaba como un evento de armas tomar, casi definitivamente definitorio. El columnista, Charles M. Blow, continúa su análisis al decir:

Los debates son principalmente escenografía y pruebas de temperamento a igual que articulación: ¿Cómo se desempeña un candidato bajo presión y como se comparan los candidatos entre sí?

Paradójicamente, ambos equipos de campaña se dedican a ensalzar el talento y las dotes del contrincante a fin de disminuir las expectativas en torno a su candidato. Es una manera de bajar la barra para no defraudar a los seguidores y adeptos.

Por ejemplo, David Axelrod, miembro del primer anillo de asesores de Obama, declaró el viernes 27.09: (@davidaxelrod)


…nosotros esperamos que Mitt Romney se comporte como el oponente preparado, disciplinado y agresivo que demostró en las primarias de su partido.
A su vez, el equipo de Romney, el jueves 27.09, con su ya conocida tendencia a exagerar, se pronuncia:

Obama es un expositor universalmente aclamado con dones naturales y gran veteranía y es ampliamente reconocido como uno de los comunicadores políticos más talentosos de la historia moderna.
Numerosos comentaristas dedicaron los días previos al debate a recomendar qué era lo que el candidato Romney debería decir para ganar el debate lo cual parecía crucial para mantener alguna probabilidad de emerger victorioso.

A Romney el camino de la victoria se le angosta cada día más. Probablemente ningún candidato presidencial estadounidense  ha estado en una situación tan desfavorable entrando en la recta final dominada por los debates.

Obama tiene casi totalmente garantizado 271 votos electorales, uno más del mínimo necesario. Romney tendría que ganarle a Obama en casi todos los 9 estados considerados teóricamente competitivos. Avezados comentaristas le asignan, antes del inicio del debate, por lo menos 300 votos electorales a Obama.


La mega encuesta de CNN muestra la evolución de la preferencia del electorado por los candidatos previa al debate del 03.10.12
Obama se enclaustro durante 3 días en Nevada para ensayar cómo recortar sus comentarios y precisar sus respuestas ya que tiende a exposiciones extensas dada su formación académica. 

Mientras tanto, Romney ensayó formulaciones agresivas que pudieran penetrar la coraza argumentativa de Obama en particular en el tema del desempleo (8,1% para septiembre), la débil recuperación económica –creció solo 1,3% en el 2T del 2012, por debajo del forecast-  y de la falta de seguridad de la embajada USA en Bengasi.
Pero en fin de cuentas, no hay manera que Romney gane a menos que triunfe en Florida, Colorado, Nevada, Carolina del Norte, New Hampshire y Virginia lo cual le daría 267 votos a los  cuales tendría que añadir Ohio o Iowa para superar la barrera de los 270.

En la víspera del debate, un 55% de quienes irían a votar expresaba su opinión que Obama ganaría el debate mientras que el 33% consideraba que Romney saldría ganador. El equipo de Obama considera esto como una desventaja ya que presuponen que el desempeño del candidato se evalúa siempre en función de las expectativas. Si estas son demasiado elevadas, es más fácil que el público considere que el candidato en cuestión “le fue mal”. Esa mismo “ley” parece funcionar al revés: si nuestras expectativas son “bajas”, se hace más probable que quedemos positivamente sorprendidos con una actuación por más deficiente que sea.
El ex–gobernador de Pennsylvania, Ed Rendell, a pesar de apoyar a Obama, opina que Romney debería recibir un “empujón” hacia arriba a raíz del primer debate por ser el retador. Sin embargo, advierte:
Si no hay movimiento, si las encuestas 2 o 3 días después y si los números en los “estados bisagra” permanecen igual, en verdad, la contienda terminó.
Esta semana, el equipo de campaña de Romney decidió lanzar una ofensiva –um blitz- de micros de TV y radio durante una semana en 8 “estados-bisagra” (Colorado, Florida, Iowa, Carolina del Norte, New Hanpshire, Nevada, Ohio y Virginia) y 4 estados (North Dakota, Virginia, Montana y Florida) en los cuales la contienda para elegir senadores es particularmente importante.
El micro resalta el desempeño fracasado de Obama en cuanto a la creación de nuevos empleos. (http://youtu.be/gRBSDg4d4U4)


LA SORPRESA DE LA NOCHE: ROMNEY LE DA UNA FELPA A OBAMA
Inexplicablemente, Obama desde un principio se veía incómodo en el podio. El rostro entristecido, la mirada dirigida hacia abajo evitando el lente de la cámara, sin ningún gesto de superioridad hacia el contrincante. Esta circunstancia que hubiera podido ser transitoria se fue rigidizando a lo largo de la primera mitad de la contienda de 90 minutos. Repetidas veces Obama contesta a señalamientos de su opositor con una mueca curiosa para expresar su desacuerdo. 


Obama nunca llega a establecer una narrativa para explicar por qué no logro recuperar la economía y cómo una promesa de 4 años adicionales sería una garantía para el éxito. En numerosas ocasiones, Obama cae en el error de hacer suyos  los argumentos del retador para después refutarlos con un cariz profesoral.
Permanecerá como misterio por develar por qué un veterano en el arte de debatir -8 confrontaciones uno-a-uno en los últimos 4 años- y con un posicionamiento de ganador en el voto popular y en los principales “swing states” pudo auto-encapsularse en un encierro comunicacional frente a unos 70 millones televidentes. De haberlo hecho de otra manera, Obama hubiera contado con el triunfo electoral con 5 semanas de antelación. Esa era la expectativa generalizada.



MÁS ALLÁ DEL "CARÓMETRO"

Es bien conocido que las personas se proyectan no solo por la vía del habla y de las expresiones faciales sino por todo lo que los expertos denominan "el lenguaje corporal". La soltura, el "garbo",  de inmediato son percibidos como reveladores de una actitud circunstancial y, a veces, hasta del carácter profundo de la persona. 


La era de los computadores ha permitido llevar este tipo de análisis a un nivel casi científico Ver el  video correspondiente.
El principal asesor de la campaña de Obama, David Axelrod, frente a la desatinada actuación de Obama, se limita el jueves 04 a opinar lacónicamente:

Es como los playoffs… Uno evalúa después de cada partido y hace los   ajustes y estoy seguro que procederemos a hacerlos.

Romney podrá ganar un Oscar por su desempeño ayer noche pero no va a ganar la presidencia por lo que hizo ayer noche.
Davis Axelrod, estratega jefe de la campaña de Obama
Uno de los ajustes que estaremos por ver es el aumento la agresividad de Obama frente a las lagunas argumentativas o cifras que no cuadran de parte de Romney. Obama decidió no entrar a picar con banderillas y mucho menos se le vio la disposición de entrar a matar. Casi pudiera decirse que asumió la pose de estar por encima y distante de la circunstancia del acontecimiento.

Al contrario, Romney comunicó la percepción de fluidez en  su exposición y un acento afirmativo que lo proyectó como persona con autoridad. A la vez, despertó una sensación de buen humor. Sin embargo, muchos opinan que el desenvolvimiento de los protagonistas en un debate no incide grandemente en un cambio de percepción por parte del electorado.


Romney logró ciertamente un impulso pero si no lo acompaña en el día-a-día de su campaña, llegará al próximo debate con una desventaja similar a aquella por la cual lo consideraban casi seguro perdedor antes del primer enfrentamiento.
El impacto de los resultados, favorables o no, de un debate puede generar múltiples comentarios y opiniones pero su incidencia sobre aquellas personas calificadas como “indecisas” –no alineadas- no es muy significativo. 

Por ejemplo, como respuesta a la pregunta: “¿Usted fue persuadido a votar por Romney por su actuación en el debate de esta noche? Solo el 5,3% respondió afirmativamente mientras que el 71,3% permanecía indeciso y el 23,4% dijo que no. Las cifras de Obama son, en este caso, todavía más débiles: el 2,1% opinó que sí votaría por el presidente actual mientras que el 63,8% se mantenía inamovible y el 34% se pronunció negativamente.

El jueves 04.10, el mismo Obama y su equipo de campaña no podían sino reconocer que habían perdido el round del primer debate por un gran margen de puntos. La única alternativa de respuesta rápida era llevar el debate a una serie de cuñas de TV que exhibieran las “mentiras” de Romney como Obama no pudo hacerlo.


Obama sigue amenazado por las cifras oficiales que de semana en semana y de mes en mes muestran que ni la economía ni el mercado de empleo logran levantar vuelo. El más reciente boletín semanal del Labor Department indica que la cifra de nuevas solicitudes de seguro de desempleo aumenta de 363.000 personas a 374.000. Otro signo que marca una tendencia negativa, es aquel que indica un incremento del desempleo, entre las 37 millones de personas trabajadoras que solo gozan del título de educación media, del 8,1% en mayo a 8,8% en agosto.
El primer debate generó  11,1 millones de tweets durante su desarrollo lo cual lo convirtió en el cuarto programa más tuiteado en la historia de la televisión. Solo lo superan el más reciente Grammy Awards, los Video Music Awards de MTV y el Super Bowl. En comparación, la Convención Nacional Demócrata a fines de agosto pasado dio lugar a 2,5 millones de comentarios.
Obama mantiene un preponderante apoyo en los electores “latinos”. Un 70% de ellos señalan que votarán por él mientras Romney recibe el apoyo de un 26%. Estas cifras parecen mantenerse aún después del debate.



















Nielsen estima que 67,2 millones de personas vieron el debate por medio de 12  redes de televisión. La cifra no incluye a quienes lo vieron en vivo vía IN.

Obama pudo encontrar un alivio, frente al alud de menciones negativas en torno a su participación en el debate, el viernes 05.10, al darse a conocer las estadísticas oficiales sobre la situación del empleo en septiembre. Estas indican un descenso del nivel de desempleo del 8,1% al 7,8%. Obviamente, por reducido y provisional que sea la mejoría, esta le permitirá al presidente argumentar en los próximos 2 debates que finalmente sus políticas están dando resultados positivos.

Otra información cuantitativa le brinda municiones adicionales a Obama. La revisión de la cifras de creación de nuevos empleos señalan un promedio mensual de 146.000 durante el tercer trimestre en comparación con el promedio de 67.000 nuevos empleos correspondientes al trimestre anterior.


La más reciente encuesta Reuters/Ipsos, llevada a cabo del lunes 01.10 al viernes 05.10 muestra que la ventaja de Obama en el voto popular ha descendido de 5% a 2%. En cuanto a la apreciación sobre la actuación de cada candidato en el debate, el estudio revela que 30% opinó que había mejorado su evaluación de Romney mientras que el mismo indicador da solo 14% a favor de Obama.
Queda en el aire si el empujón (bump) positivo generado por Romney en el debate sea sostenible. En todo caso, la dinámica del desenlace de la contienda electoral parecería depender en la actualidad de 3 factores: i) ausencia de nuevas declaraciones fuera de control por parte de Romney; ii) desempeño en los 2 debates restantes y iii) la irrupción de un factor de considerable impacto en la escena internacional.





RECURSOS


 1) Tabla cuantitativa de una medición electoral del Washington Times


 2) Debate Kennedy-Nixon 1960


3) Primer debate presidencial Romney-Obama (en inglés)

http://youtu.be/dkrwUU_YApE

4) Adaptación de un video juego en base a los discursos de los candidatos en sus convenciones (en inglés)

http://www.nytimes.com/video/2012/09/16/opinion/100000001786172/patriot-game.html

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