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21/8/11

LONDRES EN LLAMAS ¿POR QUÉ?


José Rafael Revenga                                     Agosto 21, 2011

Todos buscan al menos una explicación  del incendio social el cual en 4 días, a partir del 06.08, se prendió por combustión espontánea a solo 20 km. del centro de Londres.

La conflagración se inicia a raíz de un incidente, lamentablemente frecuente, en el cual un joven inglés de 29 años, padre de cuatro hijos y con record policial pierde la vida el jueves 04.08 en un altercado con la policía. Este acontecimiento se transforma en una ola de violencia de disturbios, quemas y saqueos  que sacuden a varias ciudades británicas.


Es parcialmente válida la comparación con “The Great London Fire”  acaecido en 1666 el cual tuvo su origen de manera sorpresiva en el horno de una panadería y durante 4 días acabó con más de 13.000 hogares de las cuatro quintas partes de los 80.000 habitantes de la “City” de Londres.


El abanico de explicaciones surgidas en torno a la tragedia  no solo trata de interpretar lo acontecido sino de prevenir su nueva ocurrencia.  Además, muchas de ellas procuran tender un manto político interesado para influir en la percepción del colectivo.


Los dos ensayos de comprensión  que han aflorado tienden a no coincidir y en el mejor de los casos se sobreponen solo parcialmente. El primero está animado por la exigencia de describir una o varias relaciones causa-efecto. El segundo busca incidir en la adopción de un marco de referencia que sea políticamente beneficioso bien sea con fines defensivos u ofensivos.

Foto compuesta de "antes" y "despues" de los disturbios en Tottenham
(Ir a 4 fotos y hacer click sobre ellas)
La conferencia dada por el primer ministro David Cameron a los 5 días de la primera chispa en  Tottenham, suburbio norteño de Londres, a solo 20 km.  del  Tower Bridge sobre el río Támesis,  es un claro ejemplo de cómo un político, en funciones gubernamentales, procura “vender” una hipótesis que defienda y proyecte su liderazgo.


Cameron  señaló “un colapso moral en cámara lenta” lo cual requerirá una supervisión policial más eficaz y utilizó otras imágenes metafóricas tal como “debemos golpear la sociedad rota”.



Así mismo, apunto que ni la raza ni  la pobreza ni los efectos de su plan de recortes fiscales estaban en juego:


Estas revueltas no tuvieron que ver con la raza. Los protagonistas y las víctimas eran blancos, afro-descendientes y asiáticos. Estos disturbios violentos no eran acerca de recortes en los programas gubernamentales: Estuvieron dirigidos a negocios de alto nivel y no en contra del Parlamento. Y estos actos de violencia no tuvieron nada que ver con la pobreza. Decir que sí  lo fueron, es un insulto a millones de personas las cuales, independiente de las dificultades, nunca soñarían en hacer que otros padezcan lo que hemos visto.

No, esto tuvo que ver con gente indiferente a lo bueno y a lo malo. Gente con un código moral  retorcido, gente con una ausencia total de auto-control.

PROGRAMA DE LA BBC GENERA UN DEBATE SOBRE INTERPRETACIONES "RACISTAS"


Dichas afirmaciones  pudieran ser parcialmente veraces pero el intento de auto-exculpación es algo prematuro. El 11.08.11, apenas calmadas  las protesta, los asaltos, la destrucción y los saqueos, Cameron intervino en una sesión de emergencia del Parlamento en la cual utilizó otras frases tales como: “son unos inmorales” lo cual es una calificación sin poder explicativo.


El 15.08.11 en un discurso hábilmente situado en un centro de jóvenes, Cameron lanzó una nueva explicación: “los revoltosos incendiarios y saqueadores son el producto de familias disfuncionales”.


Las afirmaciones de Cameron levantaron de inmediato un coro de críticas. Se las califico como imprácticas e inspiradas solo por la defensa de su gobierno vulnerable a una decisión parlamentaria que lo hubiera colocado contra las cuerdas a los siete meses de haber asumido la jefatura como primer ministro.

Un editorialista del influyente Guardian acusó a Cameron de  ventajismo ideológico al “buscar oportunidades en tiempos de crisis” y de considerar que “las vidas caóticas de los pobres es la causa y no el  síntoma del colapso de sus comunidades”.


El mismo lunes, Ed Miliband, líder del opositor partido Laborista, declaró en una escuela (ver importante documento):


“No soy de aquellos quienes optan por el simplismo de culpar a los otros, culpar a los padres, culpar a los de las clases bajas, culpar a la policía”.
Miliband criticó fuertemente a Cameron  como un primer ministro quien busca respuestas superficiales y sin profundidad y no las soluciones perdurables que el país necesita basadas en la sabiduría y sentires de las comunidades.


Y a continuación se pregunta: 
“¿Quiénes son esos que piensan que tienen todo por ganar y nada por perder al hacer esto?... Y para responder qué ocurrió, tenemos que afirmar la verdad más inconveniente de todas: sí, la gente es responsable por sus acciones. Pero, todos nosotros tenemos una cuota de responsabilidad por las sociedades que creamos”.

 LA VIOLENCIA SE DESATA DE MANERA IMPREVISTA EL 06.08.11


Un complejo de explicaciones más fundado en la realidad nos lo brinda Harriet Sergeant, renombrada investigadora del “think-tank” Centre for Policy Studies  -fundado en 1974 por Margaret Thatcher-  en Londres, quien publicó un extenso estudio en The Sunday Times del 14.08.11 titulado: “Cómo reparar  una Gran Bretaña rota”. Igualmente, es autora de un impactante artículo aparecido a los diez días  del inicio de la conflagración. En él desarrolla una explicación en base a un caso de estudio individual pero que tipifica buena parte de los jóvenes participantes en sembrar el caos urbano:


Los violentos disturbios tienen que ver con jóvenes como Mash  [un caribeño afro-descendiente], casi totalmente analfabeta, desempleado, sin futuro y con nada que perder. Para ellos se trata de un sueño que de repente se torna realidad. Sus juegos de video favoritos se vuelven reales. Ellos obtienen lo que nunca antes han tenido: poder, un sentido del logro y muchos bienes apetecibles. La mayoría de nosotros desean lo mismo. La diferencia radica en que nosotros podemos obtenerlos sin incendiar a Londres.
Para comprender la revuelta en nuestras calles no veamos más allá de las estadísticas sobre las tasas de alfabetización dadas a conocer una semana antes del deslave humano. Enseñar a un niño a leer y escribir no es difícil ni costoso. Países más pobres que el nuestro lo han logrado. Las cifras en el Reino Unido son asombrosas: un 63% de los jóvenes trabajadores de raza blanca, y algo más de la mitad de los muchachos caribeños afro-descendientes con 14 años tienen un nivel de lectura de un niño de 7 años o aún menor.
¿Cómo se traduce eso en  violencia en nuestras calles? Humillados en la clase, los jóvenes que entreviste habían abandonado los estudios o habían sido excluidos. Entonces pasaban su tiempo de ocio deambulando por las calles y solo regresaban a la escuela para vender drogas o artículos robados. 
El analfabetismo es una condena para toda la vida Los estudios indican más o menos que la  de la población encarcelada tiene un nivel de lectura inferior al de un niño menor de 11 años… Como me dijo un miembro de las más conocidas bandas: Otros van de la escuela  a la universidad. Nosotros vamos  de la escuela a la cárcel. Pienso que a los 30 años ya estaré muerto.





En cuanto a la dinámica concreta de cómo surge la protesta y el vandalismo hay que tener en cuenta que ella se inicia como un evento pacífico: a raíz de un incidente singular como fue el arresto de un joven quien andaba en un taxi bien entrada la noche por la policía y el subsiguiente disparo que le ocasiona la muerte.


El trasfondo es una parroquia con la más alta tasa desempleo en Londres y una actitud de hostigamiento a muchos de sus pobladores por parte de la policía. Una vez desatada la violencia quienes la sufrieron fueron otros residentes de Tottenham quienes vieron sus pequeños negocios y tiendas asaltadas, saqueadas e incendiadas. En muchos casos la violencia física se desató en contra de adultos y jóvenes quienes tomaban fotos de los destrozos y de los vehículos quemados.


Casi de inmediato surgieron señalamientos de que ni el mensaje ni el mensajero eran los responsables. En este caso, supuestamente la culpabilidad residía en el canal de comunicación: especialmente twitter y blackberry.  Un diputado representante de Tottenham declaro en el Parlamento exigió que la empresa RIM cerrara el acceso al servicio de los BBR. El día previo un vocero de Scotland Yard amenazo que aquellos que enviaran mensajes incitando a la violencia por twitter serían inculpados. 

El primer ministro David Cameron: “Todos quienes vieron estas horribles
 acciones serán impactados por cómo se organizaron vía las redes sociales…
El libre flujo de información puede utilizarse para el bien. 
Pero también para el mal. 
Y cuando la gente está utilizando las redes sociales para promover 
la violencia debemos impedirlo”.
Independiente de que las nuevas herramientas de comunicación pueden servir para transmitir todo tipo de mensajes a igual que los medios convencionales, considero que la acusación raya en lo ridículo pues la gente siempre se comunicará de alguna manera en torno a una situación excepcional: si no es el pajarito que tuitea será la paloma mensajera quien porte el mensaje.


Culpar a la tecnología es siempre un argumento cómodo porque resuena de algo que no controlamos y que en sí es peligroso y por lo tanto debe ser regulado y hasta prohibido.

La mensajería móvil e instantánea si permite una coordinación más ágil para concertar acciones en conjunto y ha dado lugar en USA a las llamadas “flash mobs” o “flash robs” que de repente surgen para llevar a cabo robos en tiendas. En compensación, muchos parroquianos londinenses organizaron páginas en facebook para coordinar las acciones cívicas de protección a la propiedad y a la vida.

El tema del uso y abuso de las redes sociales es de gran importancia. El pasado sábado 20.08 se inauguró el Festival de Política centrado en el tema de Renovación de la Política en la Era de los Nuevos Medios. Tiene lugar en Edinburgh durante una semana. Una de las ponencias será sobre “¿Ha twitter cambiado el mundo? El patrocinante es Hansard Society de Londres.


El tema reviste toda actualidad ya que un juez inglés sentenció a 4 años de cárcel a dos jóvenes de 20 y 22 años por haber “organizado y orquestado”  desórdenes públicos.

La verdad es que dos semanas después de la primera llamarada de violencia y la quema de carros de la policía nadie sabe con alguna precisión cuales fueron los factores incendiarios. Además, la vigencia de los prejuicios dificulta la interpretación del por qué. Un lamentable ejemplo  es el “pelón” de la BBC al titular un programa sobre la violencia londinense “¿Hay un problema con los jóvenes afro-descendientes?”. La oleada de críticas a nivel mundial obligo a la respetada cadena de televisión modificar el encabezamiento del reportaje.

Múltiples páginas fueron colocadas en facebook en torno a los disturbios y sirvieron para seguir los acontecimientos a medida que se desarrollaban y para registrar debates que surgieron casi de inmediato. (Ver ejemplo)


Fabian Truong, profesor de sociología en la Universidad de París VIII, compara la violencia en Londres con los desórdenes en Clichy Sous-Bois en las barriadas de París en el 2005. Él ve en los más recientes la expresión de un profundo malestar que sacude al modelo occidental y utiliza la frase “global burning” para describir una amenaza que se cierne sobre nuestras sociedades.


El estudioso de las ciencias sociales observa que la “derecha” representada por Sarkozy y Cameron ve en dichos sucesos un problema de delincuencia juvenil desbordada que se traduce en vandalismo y saqueos. A ese diagnóstico le sigue la mano fuerte de la represión codificada en el lema “tolerancia 0”. Efectivamente, la policía inglesa ha arrestado a unas 3.000 personas y Cameron declaró que les aplicaría las máximas penas.


Truong llama la atención sobre esa visión simplista y simplificadora al notar que entre los que ejercieron la violencia se encuentra un padre de familia de 32 años de raza blanca,  un joven de 26 años pakistaní desempleado y un caribeño de 11 años.


La “izquierda” a su vez recurre a explicaciones estructurales como la lucha de los desposeídos y tiende a presentar a los violentos como la vanguardia heroica del cambio social.


En verdad, quienes participaron en las acciones fue un grupo minoritario cuya acción empeoró las condiciones de vida de sus propias comunidades. Una vez controlada la situación mediante un toque de queda efectivo, fueron los parroquianos mismos quienes se dedicaron a apagar los incendios, reparar las viviendas y tiendas y recolectar los numerosos escombros.


Los blancos de los saqueos en Inglaterra fueron las tiendas de computadoras y las ventas de artículos de marcas de lujo. Al contrario, hace seis años en Francia los blancos de la violencia fueron edificios públicos. Truong anota con agudeza gálica, que en Francia los jóvenes rebeldes actuaron porque se sentían “privados de futuro” y en Inglaterra se trata más bien que se sienten “privados del presente”.

LA VIOLENCIA DESATADA



¿QUÉ HACER? 
La explicación adoptada es la madre de las acciones preventivas y de contención una vez larda la primera llamarada. De allí la importancia de contar con un diagnóstico adecuado y verificable.La chispa encendida en Tottenham se propagó a unas 20 comunidades en toda Londres y se extendió a Manchester y Birmingham.


De allí una estrategia de contención requiere una inmediata acción policial para mantener el orden público en el sitio de origen combinada con una presencia de fuerza en diferentes puntos de las ciudades.


Esto a su vez exige un cuerpo policial debidamente entrenado para enfrentar motines callejeros que se desplazan a gran velocidad y de manera caótica.

Es imprescindible una inmediata estrategia de comunicación al público vía los medios convencionales y las redes sociales para condenar las acciones violentas, anunciar una eficaz presencia policial y otorgár vocería a las organizaciones civiles de cada comunidad.
 

Es conveniente apoyar las organizaciones religiosas, mercantiles y de desarrollo comunitario a fin de que actúen en defensa de sus comunidades. Por ejemplo, en el oeste de Londres unos 100 residentes sikhs armados de bates de beisbol y cricket impidieron que su templo fuera presa de los saqueadores. Una mezquita en Whitechapel, en el este de la capital, fue defendida por 1.000 personas. Como dijo uno de los dirigentes comunitarios: “Todos tenemos que ayudarnos. Si alguno tiene un problema, debemos acompañarlos todos”. En la misma tónica un grupo de comerciantes turcos decidió patrullar las calles de su parroquia.

La atmósfera tensada por diversas causas está presente en múltiples barriadas en casi todas las ciudades inglesas. Esto no implica que los disturbios violentos estén a la orden del día en cualquier instante. Para que se dé la combustión ella requiere un conjunto de condiciones iniciales cuyo emerger e impacto es aleatorio. Sin embargo, se ha  comprobado que en muchos casos el gatillo ha sido una desacertada acción o procedimiento por parte de la policía. Gran Bretaña acusa una larga cadena de sucesos similares al del 06.08.11 en Tottenham. Pero éstos, afortunadamente, no ocurren todos los días a pesar de que la atmósfera y las condiciones iniciales sean las mismas.

Hay que tener en cuenta que no todo fue violencia anarquizada y aprovechamiento criminal de oportunidades brindadas por el desorden público. En el mismo vórtice de la revuelta, hubo numerosas voces de solidaridad por las víctimas y de protección de los bienes y servicios de las comunidades. Por ejemplo, el padre de un joven muerto en Birmingham por un arrollamiento clamó por la restauración de la paz sin culpar a nadie:





¿QUÉ SE PUEDE ESPERAR  A CORTO PLAZO?

Hubo un intervalo de casi dos días entre la muerte del joven y los primeros indicios de protesta frente a la comisaría de Nottenham en la cual centenares de manifestantes clamaban “justicia para Mark  Duggan”. Esa misma noche del sábado 06.08 cerca de las nueve se desata la primera llamarada y en las próximas horas se desatan  49 incendios y más de 250 llamadas de emergencia. Cerca de medianoche se produce un primer saqueo.

LAS OLIMPÍADAS  DEL 2012 EN LA MIRA


Una sombra subyace a las declaraciones y acciones de las autoridades británicas: el inicio de los Juegos Olímpicos programados para el próximo julio y agosto. Sería catastrófica  la irrupción de una cadena de violencia como la ocurrida en estos primeros días de agosto bien sea días antes o durante el desarrollo de los Juegos.

En solo 4 días el fuego de la violencia inicial incendió por la viralidad
del efecto contagio a unas 20 parroquias londinenses y
a unas 10 ciudades en Gran Bretaña.
Los diferentes colores de los círculos permiten
seguir la dinámica de la propagación.
Scotland Yard reconoce que no le fue posible prever los sucesos. Además, la policía no actuó para prevenir el primer estallido pues trató de ofuscar cómo fue la muerte del joven y estuvo siempre por detrás de los acontecimientos desatados. El primer ministro Cameron ha aplicado "mano dura" la cual ha dado por resultado unos 3.000 detenidos y la aceleración de los procesos judiciales. Además, ha deportado 150 extranjeros con visas quienes supuestamente participaron en los disturbios.

Dichas medidas pueden ser necesarias pero no serán suficientes para reducir de manera significativa la probabilidad del estallido de la violencia. Se requiere una acción profunda en las comunidades y hacerlas partícipe en la organización de los Juegos. Nottenham no merece ser conocida solo como una “mancha negra”.

Este domingo 21.08 quedan solo 341 días para la inauguración de los Juegos. El correr de los segundos de la cuenta regresiva puede ser consultado en http://www.theolympicgamescountdown.com/


Las autoridades velarán por la normalidad de la vida pública y el éxito en el desarrollo de las competencias. Es de esperar que el gobierno británico afine o corrija sus explicaciones para así diseñar y ejecutar las acciones acertadas.

Casi ninguna de las capitales europeas estan exentas de contraer la epidemia de revueltas de protesta. Por ejemplo, recientemente en Madrid y en varias de las principales ciudades españolas se han originado protestas algunas de las cuales han sido  objeto de desmesuradas reacciones policiales.Cualquiera de estos incidentes puede prender un fuego que se propague fuera de control.

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